“En las redes, todos somos una construcción”

El autor y actor ahora es conductor: presenta su programa, Virtuales. Celebra el teatro presencial con su Perdida mente y considera que la estética de sus obras es inclasificable.

Hace semanas comenzó Virtuales, el nuevo programa conducido por José María Muscari. Cada martes a las 12, a las 16 y a las 20, por Canal (á), y también disponibles por YouTube, el actor, director y autor entrevista a personalidades con fuerte presencia en las redes sociales, como Cande Molfese, Lucas Spadafora y Flor Jazmín Peña, entre otras. Simultáneamente, Muscari sigue con las funciones de su espectáculo Sex, en el Gorriti Art Center, y prepara acaba de estrenar en el Multiteatro Comafi, Perdida mente, su texto en el que dirige, junto a Mariela Asencio, a Leonor Benedetto, Karina K, Julieta Ortega, Ana María Picchio y Patricia Sosa.

—¿Con qué idea concebiste “Virtuales” y cómo lo llevaste adelante?

—En la pantalla de Canal (á), que tiene una reflexión alrededor de la cultura, tenía que haber un programa sobre las redes, que son un gran lugar en donde la cultura aparece. Soy muy fan del formato de la entrevista, que acá está muy intervenida con una edición muy dinámica.

—¿Qué cuota de verdad y de mentira, y de compañía y de soledad ves en las redes?

—En las redes sociales, todos somos una construcción. Mucha gente elige construirse desde su máxima sinceridad, y otra, desde un personaje totalmente armado, ficcionado, inventado. Yo soy muy proactivo en las redes sociales, donde trato de traducirme en mi máxima sinceridad. Las redes colaboran a que el gran público me conozca a mí, la persona que está detrás de la obra, y pueda verme en la intimidad de mi familia, mis amigos, en la relación que tengo con el gimnasio, con la alimentación. Por otra parte, las redes han sido grandes aliados en la pandemia, pero, en la presencialidad, son enemigas: incluso cuando estoy comiendo con alguien que me interesa, estoy tentado a revisar mi celular, mirar mis aplicaciones, ver cómo va el último posteo que subí.

—¿Cómo compatibilizás televisión con teatro?

—Decidí despejar un poco mi agenda, para enfocarme en crear un nuevo espectáculo. Tengo toda mi energía puesta en Perdida mente: estrenar una obra es como estrenar un hijo. Es un espectáculo basado en los conceptos de la neurociencia; se mete en ver cómo funciona el cerebro, para crear una comedia que muestra cómo nuestras emociones dictaminan nuestra existencia.

—¿Qué pasó con la inclusión de Juana Viale en la obra?

—Juana finalmente no pudo estar por un tema de agenda. Hablamos sobre la posibilidad de que participara. Ella tenía todas sus intenciones, pero después tenía un viaje y un montón de cosas que no se pudieron combinar.

—¿Cómo comparás el teatro en la virtualidad y en la presencialidad?

—Sex ha pasado por todos los formatos: comenzó como un espectáculo totalmente inmersivo; en pandemia, fue un furor como experiencia virtual. Pero soy fan del teatro presencial. El teatro es para vivir emociones, cuando el público está sentado en la platea y los actores actúan en el escenario. Hay algo que sucede en ese intercambio energético que no pasa en ninguno de los otros formatos.

—¿Qué te lleva a que muchos de tus espectáculos tengan elencos total o mayoritariamente femeninos?

—Estrené 66 obras; Perdida mente es mi espectáculo número doce protagonizado exclusivamente por mujeres, aunque no hablan de temas de mujeres. Casi siempre me busco el pretexto de armar un elenco de mujeres, porque me entiendo mucho más las actrices que con los actores; ellas tienen la impronta mental y física para lograr lo que yo busco. El lugar que ocupa la mujer en mis espectáculos siempre fue el mismo, no es que algo a lo que me haya obligado la mirada o la reflexión que hay sobre la mujer actualmente.