Ultimátum por precios.

El ministro de Trabajo aseguró que para los empresarios es más fácil pedir una reforma que admitir problemas de competitividad.

Vence mañana plazo para que industriales hagan contrapropuesta de congelamiento.

El 57º Coloquio de IDEA dejó mucha tela por cortar en la relación entre el Gobierno y los empresarios, que pidieron una reforma laboral. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, afirmó ayer que las “normas laborales no entorpecen el empleo”, al tiempo que no descartó que se reabran las paritarias por la inflación.

“Los problemas del empleo tienen que ver con los ciclos económicos, pero no con las normas laborales”, aseguró Moroni en respuesta al debate en sectores políticos y empresariales en torno a que una posible flexibilización de los contratos laborales atraería más empleo. “Para los empresarios es más fácil dar el diagnóstico de que los problemas no son suyos de competitividad”, remarcó. Además, explicó que la doble indemnización y la prohibición de despidos “siempre fueron normas de emergencia”, como transmitió el viernes el presidente Alberto Fernández a los empresarios. “Si las circunstancias están normalizadas, caducarán a fin de año”, agregó.

Planes. “El programa Te Sumo ya tiene 2.500 chicos en empresas, bajamos las contribuciones patronales. Estamos trabajando con un decreto en ese puente del Ministerio de Desarrollo y el de Trabajo para pasar de planes al empleo formal”, detalló Moroni. “La AFIP está trabajando en un proyecto para el monotributo, para que sea la puerta de entrada a la formalidad y no una barrera de acceso”, agregó en declaraciones radiales a AM750.

Consultado por las elecciones de noviembre, Moroni dijo que sin importar el resultado el Gobierno seguirá impulsando su modelo de país. “No habrá cambio de rumbo porque estamos convencidos de lo que hay que hacer. Una pequeña derrota no va a cambiar nuestro camino. El proyecto del Gobierno va a seguir adelante independiente del resultado de las elecciones”, señaló Moroni.

Precios. “La inflación es lo que más nos preocupa. Argentina viene de una larga historia inflacionaria y ahora el mundo tiene inflación también”, declaró el titular de la cartera laboral. Según el Indec, la suba de precios cobró impulso en septiembre y registró un aumento del 3,5%. De este modo, la medición anualizada trepó al 52,5%, lo que generó la preocupación del Gobierno.

Moroni aclaró que las negociaciones salariales se podrían volver a abrir en la última etapa del año por el avance de la inflación, aunque confió que en los próximos meses se desacelerarán los precios. Pese a que en los primeros nueve meses del año el IPC aumentó un 37%, más que en todo 2020, el ministro insistió en que la mayoría de los salarios le “vienen ganando a la inflación”.