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“la muerte es una señora que estuvo alrededor mío varias veces. Me tuvo una consideración notable”

J.F.

—Dijo que la adversidad termina siendo un impulso de crecimiento. ¿El covid-19 produce ese efecto? ¿Puede promover algo bueno?

—No sé todavía. Demostró mucho de lo malo que tenemos en la sociedad. Es un pecado inadmisible que el mundo rico haya acaparado todas las vacunas que pudo. Puedo entenderlo desde lo humano. Lo que no puedo concebir es el egoísmo de no haber colectivizado el uso del conocimiento de las patentes para incrementar en la confección masiva de vacunas. Es imperdonable. El señor presidente de Estados Unidos, en un discurso célebre, dijo que estaba de acuerdo con colectivizar las patentes. Pero lo dijo una vez y después se calló la boca.

—¿En algún momento de la pandemia, cuando todavía no había vacunas, tuvo temor sobre el final?

—Sí. La muerte es una señora que estuvo alrededor mío varias veces. Me tuvo una consideración notable. Le tengo que estar agradecido a esa señora por el tiempo que me dio. Sé que en algún momento me va a venir a buscar; pero no quiero darle facilidades. No tengo apuro. Me gustaría estar frente a ella para decirle: “Por favor, siga otra vuelta”.

—¿Cuál es rol en la política de las personas de más edad? ¿El siglo actual nos pone frente a otra perspectiva sobre la vejez?

—La sociedad de mercado logró domesticar a la ciencia para multiplicar la productividad. No la impulsó por fantasía, sino por el afán de ganar. De rebote, nos dio esta maravilla de que la gente viva muchos más años en promedio que antes. Estamos programados para no desear morir, aunque nos muramos. Nos gusta vivir, a pesar de todas las contradicciones. Para los que no tenemos creencias sobre el más allá, esta aventura que se llama vida es el único milagro. Le doy un inmenso valor. En las sociedades modernas nadie quiere ser viejo. Pero a la larga todos luchamos por llegar a la vejez. Cuando somos viejos intentamos luchar por durar un poco más. Quienes se dedican a vislumbrar el futuro dicen que se puede estar acunando una de las injusticias más grandes de la historia: que los que tengan mucha plata podrán asegurarse una vida muchísimo más larga. Para ese tiempo no voy a estar

—¿Cómo describiría su propio vínculo con la finitud? ¿Le gustaría vivir 150 años, como Yuval Harari presume que vivirán las personas dentro de un siglo?

—Tendría que vivir la experiencia y después le cuento. n

REPORTAJE

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2021-10-17T07:00:00.0000000Z

2021-10-17T07:00:00.0000000Z

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