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¿QUIéN PAGA LA CUENTA?

CON TINELLI DE LICENCIA, LA CRISIS DEL CLUB SE EVIDENCIA EN GRANDES Y PEQUEñOS TEMAS: DESDE 56 MILLONES DE DóLARES DE DEUDA HASTA EL ABANDONO DE LAS SEDES.

AGUSTÍN COLOMBO

Durante la pandemia, en el mundo azulgrana había una teoría: si San Lorenzo hubiese jugado con hinchas, algún partido probablemente no hubiera terminado. Era una teoría contrafáctica pero también verosímil: el equipo es la consecuencia directa de un club que sufre una crisis que lo desborda y que pone a Marcelo Tinelli en el eje de los debates.

Lo cierto es que con el regreso del público a los estadios, lo que se teorizaba en algún punto se concretó: en el primer encuentro como local en el Gasómetro, en la derrota ante Colón, los insultos a la dirigencia, los jugadores y el técnico se escucharon con fuerza. No hubo una furia descontrolada como vaticinaban algunas personas, pero sí un notorio hartazgo que puede escalar en los próximos días.

Mientras la oposición empieza a fortalecerse porque el oficialismo pierde adhesiones, votos y credibilidad, en San Lorenzo surgen algunas preguntas de cara al futuro: ¿cómo se sale de este laberinto? ¿Quién paga la crisis?

Con un presidente en uso de su licencia desde mayo y abocado a su trabajo televisivo; el expresidente y actual vice, Matías Lammens, cumpliendo su función como ministro de Turismo y Deportes; y el presidente interino Horacio Arreceygor intentando enfriar números, el oficialismo perdió el apoyo que acumuló en toda esta década, que tuvo su punto más alto con la obtención de la Copa Libertadores en 2014.

Ahora la realidad es muy distinta a aquella: la crisis del club se evidencia en grandes y pequeñas cuestiones. En una deuda reconocida de 56 millones de dólares; en jugadores que quedan libres y contratos en dólares que no pueden pagarse; en el desmanejo de las inferiores; y en la falta de mantenimiento de las sedes.

Quizás la prueba más ilustrativa del deterioro institucional sea el contrato a las apuradas que debió firmar Arreceygor para que una empresa limpiara los accesos, baños, tribunas y plateas del estadio del Bajo Flores. La mugre se había acumulado durante más de un año. Lejos de un plan de austeridad, lo que se ve es más parecido a un plan de abandono.

El presidente interino, actual secretario general del sindicato de televisión (Satsaid), reconoció que esta crisis tuvo su origen en la contratación de Jorge Almirón como técnico y en la conformación de planteles con salarios altísimos.

A diferencia de todos los demás clubes, incluso Boca y River, San Lorenzo no les puso topes a los contratos en dólares, con lo cual, ante las diferentes devaluaciones de los últimos tres años, los costos se dispararon.

“El oficialismo votó y avaló todo, y me dejó en absoluta soledad al momento de votar en contra de balances contables, presupuestos, préstamos financieros bancarios, contratos en dólares o euros sin topes. Así permitieron el endeudamiento crónico del club que hoy padecemos”, repasa el vocal por la minoría y referente de la agrupación Volver a San Lorenzo, César Francis.

Marcelo Culotta, de Orden y Progreso Sanlorencista, una de las caras visibles de la lucha por la vuelta a Boedo, también responsabiliza a “todo el oficialismo”, pero aún no reclama comicios adelantados. “Primero necesitamos hacer una auditoría general y a partir de allí evaluar demandas penales y civiles”, asegura.

Con Tinelli amagando con una vuelta en 2022, Arreceygor asegura que lo que viene será más y más austeridad. En el horizonte, además, asoma la deuda que el TAS obliga a pagarle a Palestino por el pase de Paulo Díaz. Por eso, y por todo lo otro, oficialismo y oposición coinciden en algo: en el corto plazo, todo puede empeorar.

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2021-10-17T07:00:00.0000000Z

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