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Derrota triunfal

RAúL H. ÁLVAREZ

Cuando una fuerza política tiene resultados adversos en las elecciones es duro para sus integrantes admitir la derrota. Los que tienen que explicar a sus votantes que no alcanzaron el resultado deseado suelen encontrar inspiración en aquellos versos del poeta Almafuerte que decían: “No te des por vencido ni aún vencido” o en la frase que usaba Guido Kacska para consolar a los participantes de un concurso que no ha dado la respuesta correcta: “Está mal... pero no tan mal”.

Acaso lo que mejor refleja una derrota que pretende comunicar como victoria es el bolero Triunfamos, que grabó el Trío Los Panchos y que es muy apto para ser cantado por un presidente guitarrero y una vicepresidenta con mediano registro, y cuya letra decía: “Une tu voz a mi voz para gritar que triunfamos; que el mundo ya se cansó pero seguimos los dos sin renunciar ni ocultarnos”.

La película que mejor expresa la desilusión de una derrota electoral es The last hurray ( El último viva) de John Ford, rodada en 1956. Allí, el personaje de Spencer Tracy es el de un político norteamericano de ascendencia irlandesa que aspira a su quinta reelección como alcalde y se embarca en una campaña electoral con la que aspira culminar su carrera política. Como la mayoría de los políticos utiliza tácticas como transformar el velatorio de un personaje conocido en un acto de campaña, mostrar su perro por televisión en escenas hogareñas, sacar a relucir carpetazos contra los adversarios y otros recursos muy imitados. El argumento, sin poner acento en la corrupción, algo inseparable de casi todos los experimentados políticos, muestra al candidato sonriente, amable y dispuesto a hacer favores a sus amigos. La campaña no da el resultado esperado, pero aún así, cuando en el comité van transmitiendo los resultados adversos, y triunfa su competidor, respaldado por un banquero y un diario, el alcalde enfrenta a la audiencia en actitud complaciente expresando que a pesar de su derrota se postulará para las elecciones de gobernador del estado. Al regresar a su casa se evidencia su verdadero estado de ánimo cuando intenta subir al primer piso y sufre un infarto en la mitad de la escalera.

El guión de la película estaba basado en la novela de Edwin O’Connor, que en 1956 fue un éxito de ventas por varias semanas y que estaba inspirada en el alcalde de Boston James Michael Curley. El reparto, además de Spencer Tracy, incluyó a actores prestigiosos como Pat O’Brien y Jeffrey Hunter. La aceptación de la derrota del protagonista se refleja en su frase: “A mi edad una decepción más no hará mucha diferencia”.

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2021-11-28T08:00:00.0000000Z

2021-11-28T08:00:00.0000000Z

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