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LOS MALOS QUE SON FAMILIA

J.M.D. —Hay algo en los hermanos Borges que sorprende: terminaron siendo el epicentro del relato de El marginal, tanto por el cariño que se les tiene como por la comedia que generan. Por supuesto, sin dejar de lado su violencia. ¿Cómo trabajan ustedes ese vínculo entre los hermanos y como el relato descansa en ellos?

R: Sucede mucho en referencias de redes, que cuando aparecen determinadas escenas en que Diosito y

Mario se pelean, cosa común, son usadas para ilustrar vínculos de familia, “igual que mi hermano y yo”, “¿ha visto tía?” o “Yo y mi hermana”. Su vínculo es una referencia para muchísima gente que adora el show. Es muy común verlos de la forma que te digo: como celebración, o exageración, de algo que define a muchas familias. En nuestro caso, en el caso de los hermanos Borges, esa disfuncionalidad es muy extrema, claro, por el lenguaje que usa la serie (y el que usan ellos dentro de la serie) o por las cosas que se les puede escuchar llegar a decir. Por las barbaridades que pueden llegar a decir. Quizás como acá en el El Marginal todo es tan desembozado, eso genera ese eco y los lleva a ese lugar de vínculos y de popularidad. Cuando los podemos ver peleándose entre sí, la verdad es que son dos ridículos. Pero no hay dudas que son un pequeño espejo de lo que ocurre en las familias.

PLATAFORMAS / ARTES

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2022-01-23T08:00:00.0000000Z

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