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Las noches de larreta en el conurbano, los proyectos sociales y el armado bonaerense

PUERTA DE HIERRO.

El domingo pasado por la noche un grupo de vecinos de Puerta de Hierro, una de las villas más grandes de La Matanza, se sorprendieron: Horacio Rodríguez Larreta llegó caminando para cenar con varios referentes sociales de la agrupación La Marea, que nuclea dirigentes de barrios populares del Conurbano.

El asentamiento es conocido como “la tierra de los zombies” por la cantidad de chicos que consumen paco.

Los encuentros con dirigentes del Conurbano se repetirán los domingos: hoy a la noche estará en un asentamiento de San Martín.

Las reuniones forman parte de un proyecto más ambicioso en el que trabaja Larreta: un programa para urbanizar, al menos, el 50% de todas las villas del conurbano bonaerense en cuatro años. Es más: un equipo especial viene diagramando desde cómo serán los futuros pliegos de licitación hasta el trabajo territorial para el desembarco de las futuras obras. El jefe de Gobierno, incluso, piensa en que haya un organismo nacional que se ocupe estrictamente de este tema si es que llega a ser electo presidente el año que viene.

Con este paraguas vienen trabajando unos 3.500 líderes sociales de la agrupación La Marea, una red que nació como una “Escuela de líderes” territoriales que abarca desde liderazgo y comunicación hasta las mejores formas de abordar temáticas de niñez y adolescencia, seguridad, género o consumo de drogas en las villas.

Además de Larreta, la agrupación cuenta con el madrinazgo de María Eugenia Vidal y de la ex ministra nacional de Desarrollo Social Carolina Stanley. Ellas fueron quienes eligieron a Milagros Maylin (hoy además secretaria de Bienestar porteña) para ocuparse de la confección de los programas y, con la ayuda de

Sofía Torroba, el trabajo territorial de la agrupación. En los próximos meses se federalizará y habrá referentes populares en varias provincias.

Los movimientos de Larreta tienen un segundo anclaje: en la Provincia, según las mediciones que atesora, su imagen es superior a la de Patricia Bullrich y, mejor aún, que la de Mauricio Macri.

El jefe comunal, además, avanza con un armado bonaerense con Diego Santilli como cabeza e intentando sumar a los intendentes. En ese marco esta semana estuvo con

Julio Garro, de La Plata, con quien recorrió el municipio y hasta se permitió bromear: el intendente le quiso regalar una pequeña pelota con los colores de Boca y Larreta, fanático de Racing, no quiso agarrarla. “Si me la das, la tiro”, le dijo riéndose. Su teléfono celular tiene, hace años ya, una carcasa con la bandera de Racing.

Además sostiene un vínculo con Diego Valenzuela, de Tres de Febrero (quien viene trabajando además en un plan productivo), Néstor Grindetti, de Lanús (quien en silencio comenzó a recorrer el territorio) y Guillermo Montenegro, de Mar del Plata, entre otros.

El colorado está enfocado en dividir su tiempo entre el armado nacional larretista y su figura. Su plan bonaerense en las últimas 48 horas tuvo un raid por la Quinta sección electoral. Estuvo en Lezama, Castellano, Dolores, Tordillo, General Guido y Rauch. Y aprovechó para criticar a Axel Kicillof con dos ejes: inseguridad y economía.

En cuanto a su rol de armador el miércoles fue una de las figuras de un encuentro de casi tres horas donde participaron Jorge Macri (el ministro de Gobierno porteño que viene ganando terreno en la Ciudad), Augusto Rodríguez Larreta y el secretario del PRO, Eduardo Macchiavelli, entre otros.

Allí recorrieron cómo estaba

Santilli, Jorge Macri, Macchiavelli y su hermano augusto, los armadores

la situación en las provincias, revisaron el adelantamiento electoral masivo y plantearon cómo darle más contenido a los precandidatos. Acaso por ello dos días después el jefe de Gobierno estuvo en Chaco con Lucas Figueras, el peronista y armador que se perfila como candidato en la provincia.

Con todo, quienes están cerca de Larreta lo ven más distendido, con una sonrisa que pocas veces le habían visto dibujada de manera frecuente y hasta, por momentos, distraído, algo muy poco visto en su vida controlada al milímetro. Le pasó el viernes: después de caminar por las calles correntinas, cuando se bajó de su auto para entrar en la cumbre con los gobernadores radicales se olvidó el saco. Entró en camisa y tuvo que pedir uno a un asesor de Gerardo Morales, el titular de la UCR y gobernador jujeño.

POLÍTICA ECONÓMICA

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2022-05-15T07:00:00.0000000Z

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