Kiosco Perfil

Hillary Clinton inauguró en Washington una embajada para todas las mujeres

JUNTAS.

La semana pasada, fui invitada junto a un grupo de mujeres empresarias, líderes argentinas y representantes de Voces Vitales Cono Sur – el capítulo regional de Vital Voices Global Partnership– a un festival en el que se inauguró el edificio que será sede de la organización a nivel global. La sede queda en Washington DC y fue presentada como la “embajada de las mujeres en el mundo”. En las siguientes líneas, comparto algunas reflexiones sobre lo ocurrido, vivido y aprendido en estos días.

Unos 25 años atrás, Vital Voices Global Partnership nació como una organización sin fines de lucro, fundada sobre la idea de que para poder avanzar hacia un mundo más justo, se necesitaban más mujeres ocupando puestos de liderazgo. La idea era clara: cuando las mujeres avanzan, también lo hacen las sociedades. Hoy la organización está presente en 142 países de América Latina y el Caribe, África, Asia, Europa del Este y Medio Oriente. En estos años, el mundo ha cambiado enormemente. Si bien se han logrado muchísimos avances, y muchas otras organizaciones sumaron esfuerzos en la tarea, no podemos descansarnos en los laureles de lo logrado; aún queda mucho camino por recorrer. Como sostuvo la ex secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton en su presentación, “ningún avance es permanente” y “siempre hay fuerzas operando para retroceder el reloj”, en especial cuando discutimos la igualdad de género.

Los beneficios concretos de la igualdad de género para la sociedad en su conjunto han sido ampliamente demostrados. En el terreno de la economía, por ejemplo, un informe elaborado por la consultora McKinsey en 2020, indica que una mayor igualdad de género en el mercado laboral podría aportar 13

Voces Vitales surgió como un espacio para promover la voz de la mujer. Nuestra voz nos ayuda a conocernos, pero también sirve para que nos escuchen. Es nuestra voz la que nos permite que nos reconozcan comunitariamente, y a través de la cual ayudamos al otro y a nuestro entorno. Durante dos jornadas completas, tuve el privilegio de escuchar la voz de muchísimas mujeres que, tanto a nivel económico como social, han hecho cambios relevantes en sus comunidades. Algunas marcaron hitos; otras lograron cambiar la vida de muchas otras mujeres, a veces realizando pequeñas intervenciones que podrían parecer muy simples o hasta insignificantes si se las observara desde otro lugar. Una mujer de Sierra Leona, por ejemplo, contó cómo con microcréditos de veinte dólares había logrado mejorar la vida de muchas familias en su comunidad. Y nos dejó una clave: confiar y colaborar.

Todas y cada una de sus historias deberían ser escuchadas. Este fue el mensaje con el que cerró el festival la cantante y compositora Milck que, habiendo atravesado una dura historia personal, descubrió que su voz no solo le servía para cantar. Su canción Quiet (silenciosa) se convirtió así en un auténtico mensaje de empoderamiento para todas las mujeres, para no quedarnos calladas, para que nuestras voces se oigan cada vez más fuerte.

POLÍTICA ECONÓMICA

es-ar

2022-05-15T07:00:00.0000000Z

2022-05-15T07:00:00.0000000Z

https://kioscoperfil.pressreader.com/article/281805697529102

Editorial Perfil