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La promesa incumplida de un mundo nuevo

El diplomático argentino Pedro Von Eyken estuvo destinado en la embajada en La Habana entre 2006 y 2009. Fruto de su experiencia escribió su tesis doctoral que ahora se convierte en un libro revelador. Aquí, dos mitos: el bloqueo y la excelencia educativa

MITOS.

Creo necesario referirme a una cuestión conceptual no menor: la definición de los conceptos “embargo” y “bloqueo”, normalmente utilizados para referirse a las sanciones estadounidenses contra Cuba desde 1962. Mientras los estadounidenses y los críticos de la Revolución utilizan el concepto embargo, el gobierno cubano y sus defensores dentro y fuera de Cuba se encolumnan con fervor militante detrás del término bloqueo. Aparte del sesgo ideológico que puede influir, hay razones técnicas objetivas para diferenciarlos.

Según la explicación del propio gobierno cubano en la página web del Cuba vs Bloqueo del Centro de Información para la Prensa (CIP) “el embargo es una orden o proclama, emitida por un Estado en tiempo de guerra. Una forma judicial de asegurar el cumplimiento de una obligación contraída legítimamente. Puede ser también una medida precautoria de carácter patrimonial autorizada por juez o tribunal o autoridad competente, con igual propósito de cumplir por el deudor sus compromisos con sus acreedores”.

Para explicar el término bloqueo, el CIP explica primero que “desde 1909, en la Conferencia Naval de Londres, quedó definido como principio del derecho internacional que el ‘bloqueo es un acto de guerra’. La política de bloqueo califica como ‘crimen internacional de genocidio’, conforme a lo definido en la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 9 de diciembre de 1948”.

La página del CIP termina explicando por qué Cuba prefiere el término bloqueo: es “un conjunto de medidas de coacción y agresión económica, que entrañan una conducta genocida. Significa el “aislamiento”, la “asfixia” y la “inmovilidad” de Cuba. Las acciones ejercidas contra Cuba por el Gobierno de los Estados Unidos no se enmarcan en la definición de “embargo”: Cuba no es deudora de los Estados Unidos y no ha cometido algún delito que autorice el secuestro y liquidación de sus bienes a favor de los Estados Unidos. Cuba no ha sido ni es una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, por lo cual resulta contrario a la ley internacional la pretensión de aplicarle medidas de legítima defensa”.

Acepto las explicaciones de la propia página oficial cubana para definir ambos términos y, por eso mismo, considero que:

Desde 1959 no ha habido guerra alguna entre Cuba y Estados Unidos. Sólo hubo una invasión fallida de soldados cubanos en Bahía de Cochinos en abril de 1961, la Brigada 2506, escasamente apoyada por EE.UU. y fácilmente repelida por Cuba.

La única vez en que unidades navales norteamericanas bloquearon el acceso a la isla fue durante la crisis de los misiles de octubre de 1962, para impedir el arribo de unidades soviéticas que traían misiles nucleares a Cuba. Fue un asunto entre EE.UU. y la Unión Soviética, resuelto entre ambas potencias y en el que no se dio injerencia a Cuba.

No presencié ninguna guerra entre ambos países ni un bloqueo naval estadounidense durante los tres años que residí en la isla (20062009). Tampoco me enteré que en ese tiempo, antes o después, buques de guerra norteamericanos impidieran el acceso a puertos cubanos de buques de otras banderas con mercaderías destinadas a la isla.

No voy a convalidar que Estados Unidos ha venido practicando un “genocidio” contra el pueblo cubano. Si bien es cierto que sus gobiernos procuraron forzar por distintos medios un cambio en las condiciones políticas de la isla, no han intentado eliminar a un pueblo. Eso ocurrió con otros genocidios durante el siglo XX, como el Holocausto. Pero comparar las sanciones estadounidenses a Cuba desde 1961 con la solución final perpetrada por el nazismo contra los judíos constituye una exageración que no resiste el menor análisis.

Después de exponer estas consideraciones prefiero asociarme al criterio técnico y opto por el término embargo.

(…)

La atención de la salud y la educación para el grueso de

EL OBSERVADOR

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2022-05-15T07:00:00.0000000Z

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