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El asno de óleo

LAURA ISOLA

Puesta de sol en el Adriático fue presentada en Le Salon des Indépendants en París en 1910. Era un cuadro extraño de un pintor desconocido: el genovés Joachim-Raphaël Boronali. Recibió muchos elogios y fue muy apreciada por los críticos de arte. Hablaron de la composición y los colores; trazaron paralelos con la historia del arte para acentuar la innovación del artista en el uso de la forma para realizar ese paisaje. El tal Boronali, que no se presentó a la muestra en persona, fue un misterio hasta que el escritor Roland Dorgelés lo develó. El que pintó ese cuadro fue un burro. Mejor dicho, la cola de un burro llamado Lolo y Boronali no es otra cosa que un anagrama de aliboron, burro en francés. Aquí las versiones difieremn: o fue el mismo Dorgelés

quien inventó la treta de atar a la cola del animal un pincel y mediante el estímulo de la comida hacérsela mover sobre la tela, o fueron otros y el escritor sólo armó la polémica. Como sea, el autor de Las cruces de madera tenía la intención de ridiculizar tanto al arte moderno como a los críticos que continuaron la tarea de ensalzar esa creación. Hacer suyo el refrán con una pequeña modificación: “Del hombre es errar y del burro, ya no sólo rebuznar, sino ¡pintar!” Hay una pequeña coda al episodio: Cola de Burro fue el nombre que Natasha Goncharova y su marido, Larionov, los artistas rusos “rayonistas” o cubistas abstractos, eligieron para la muestra de 1912 en la ciudad de Moscú. Un homenaje deliberado a la estética de vanguardia del asno.

BORONALI.

CULTURA

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2022-07-03T07:00:00.0000000Z

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