El arbolito a la Buster Keaton de la factoría Marvel

La productora ejecutiva Kirsten Lepore, también directora y guionista, cuenta como es la llegada a la plataforma de Disney del vegetal monosilábico.

Siempre fue un desafío, pero uno interesante”, dice del otro lado de la pantalla Kirsten Lepore, la productora ejecutiva, guionista y directora de I Am Groot, Yo soy Groot, la nueva serie de episodios animados basados en una creación de Marvel que llega a Disney +. Y suma: “El desafío radica de un personaje que solo tiene una expresión verbal, el famoso ‘Yo soy Groot’, que tiene un diseño hermoso, pero que al mismo tiempo transmite desde su rostro muchas cosas. En una de mis primera reuniones con Kevin Feige, nos quedó en claro que lo que querían era apelar a un modelo de animación que si bien se ve moderno respondiera de forma natural a formatos más clásicos: el corto de menos de 7 minutos, que es por ejemplo una de las medidas más tradicionales del rubro, que apela a la identidad de un personaje como principal fuente de absurdo; bah, de un personaje y del mundo que lo rodea”. En el caso de Groot, ese mundo es el Marvel espacial, ya que el personaje en su versión

infantil es famoso por su hogar: la saga Guardianes de la Galaxia, donde se lo ha visto en diferentes y varias edades.

—Entonces, considerando el desafío y que venís del universo de la animación stopmotion ¿qué dirías que define hoy a los cortos animados en CGI protagonizados por Groot?

—La idea de jugar generar comedia física, muy a lo Buster Keaton, fue algo que Disney quería hacer desde el vamos. La experiencia de animar spot-motion me sirvió para entender algunas cosas, pero me complicó en otras: por supuesto, una técnica como el stop-motion te enseña que hacer y que no a la hora del espacio, de cómo aprovechar el plano, pero lo que no tenes, y que aquí sobra, es poder visual en términos de poder animar cualquier cosa. Acá, Groot paseando por el espacio, cruzándose con civilizaciones microscópicas, peleando con criaturas líquidas generaba todo un mundo de posibilidades que nunca me había imaginado y que fue tremendamente divertido.

—En el gran esquema de Marvel ¿qué representa hoy esta serie?

—Es básicamente, al menos en lo que me toca, la posibilidad de lograr desde la animación relatos diferentes pero amables con el público infantil. Este show esta pensado para chicos muy chicos, de ahí su simpleza aparente (que no es tal cuando se piensa en todo el trabajo que implicó cada episodio). No diría que abre un nuevo mercado, pero el hecho que Disney quiera jugar con este personaje, de una forma que saluda a la animación clásica, algo que se siente más natural que una serie gigante que tiene que atraer suscriptores, genera una libertad casi de animación independiente. Siempre sentí que escuchaban mi voz y que precisamente eso era lo que quería: mi forma de crear, de reír, de ver, de entender la animación. Es algo refrescante en cierto sentido y que yo he disfrutado mucho. Ha sido una bendición poder crear y soñar determinados escenarios y verlos convertirse en pequeños cartoons para niños en Disney +.

—Algo que causa gracias es el hecho que apenas aparecen otros personajes de Marvel, que hasta podría existir por fuera de la saga principal ¿buscaron eso?

—Cualquier dibujo animado puede ser el dibujo animado de cualquier persona. Marvel entendió eso, y esa es mi forma de trabajar. Entonces, cuando nos sentamos junto a Brad Winderbraum, responsable de creaciones originales en la plataforma, me pidieron eso. Jugar. Divertirme. Apelar a una comedia casi no verbal que logrará explorar un universo sin hacerlo algo limitada, sin generar fronteras. Que el fan pudiera disfrutarlo, pero que el niño también pudiera considerarlo un hallazgo, un rincón, de esos dibujos que son fundacionales en la forma en que te enamora la animación. Y Groot, en cualquier formato, siempre tiene todo para ser un personaje clásico. Ahora por suerte se pasea con sus ramas gigantes un rato por la animación infantil, y, si me dejan decirlo, creo que lo hace bastante bien.