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La pobreza que miramos.

Miles de personas viven en las calles, reflejo del dato de indigencia del Indec que enfrentó a CFK con Massa. El alza de precios, en especial de alimentos, lo agravaría.

GONZALO MARTINEZ

El dato del INDEC sobre el primer semestre golpeó al Gobierno y generó tensiones con el equipo económico por los precios de los alimentos quen estarían cerca del 8% según consultoras privadas en septiembre afectando a los que menos tienen. La suba inflacionaria no preanunciaría mejoras en la próxima medición de la segunda parte del año y cuyo resultado se conocerá en marzo 2023 con la campaña electoral en marcha.

El dato de pobreza del primer semestre del 2022 que el Indec difundió el miércoles , del 36,5% pero, en especial, el del 8,8% para la indigencia, volvió a encender las rispideces en el Gobierno entre el brazo político del oficialismo y el ala económica.

A pesar de la disminución de pobres, el aumento de indigentes (que no acceden a las cuatro comidas diarias) no solo hizo que los movimientos sociales salieran a la calle sino que también provocó que un chispazo entre la vicepresidenta Cristina Kirchner y el equipo económico que, estaría pensando en un bono para contener las demandas sociales.

Lo que pasa es que en el fondo hay otro dato que golpea.La inflación se aceleró notoriamente esta segunda parte del año, sobre todo en alimentos y bebidas pero en los últimos meses se suman los costos de los servicios. Desde la salida de Martín Guzmán del ministerio de Economía, la tasa de inflación tomó una mayor dinámica con alzas de 5,3% en junio 7,4% en julio y 7% agosto. Las proyecciones de los analistas ya la sitúan en 100% a fin de año. Informalmente el equipo económico, admite que será alta pero apuesta a que se clavará en 95%, evitando el impacto de los tres dígitos.

La situación del actual semestre no muestra señales de mejora ni para pobreza ni indigencia. En marzo próximo se conocerán los nuevos números y pegará en el comienzo de la campaña electoral.

El valor de la Canasta Básica Total, que mide la línea de pobreza, alcanzó casi los 120 mil pesos en agosto para un familia tipo de 4 integrantes. El dato más preocupante es la velocidad que tomó la suba de precios en el trimestre junioagosto dado que la variación fue de 20%.

En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), cuyo valor mide la línea de indigencia, se ubicó el mes pasado en $ 52.989,79. Si tomamos el trimestre junio-agosto la CBA registró un alza de 19%, que al concentrarse en el rubro alimentos deja secuelas en los hogares de menores ingresos.

Otro dato que preocupa al oficialismo es la desigualdad. El 10% más rico de la población captura 19 veces más ingresos que el estrato inferior de la pirámide social en la Argentina, según datos que informó el Indec. Los más beneficiados se quedan con el 30,6% de los ingresos totales, mientras que los que se encuentran en la base apenas toman el 1,6%.

Pero ahora no solo comienza a preocupar el rubro de alimentos, cuyo impacto dentro del IPC es y que cuando aumenta por encima del promedio vuelva a la inflación aún más regresiva, sino también el de servicios debido a la quita de subsidios.

“Mientras en la primera etapa del año la inflación núcleo y estacionales venían por delante de los precios regulados ahora comienza a revertirse este escenario y los precios regulados estarán por delante. Los servicios empardarán o incluso en muchos casos se incrementarán sus precios por encima del nivel promedio del aumento para el caso de los bienes”, dijo Damián Di Pace, director de Focus Market.

En su último informe, esa consultora destacó: “En septiembre de 2021 la canasta de servicios fue de $ 141.668, mientras que en septiembre 2022 esta misma familia debería erogar $ 178.928, expresando así que el aumento interanual fue de 26,28%. Ahora con todos los ajustes de precios previstos para los próximos meses pasarían al valor de $ 283.022, es decir un aumento previsto de más de un 58,1%”.

“La situación económica de los argentinos para los próximos meses será de ajuste porque su nivel de ingreso no podrá compensar los aumentos en servicios en forma acumulada que se vienen”, comentó Di Pace. Y agregó el especialista: “Mientras el gobierno piensa que la variable de equilibrio de los ingresos privados son los salarios, la mayoría de los argentinos son cuentapropistas o informales que no tienen ninguna forma de alcanzar los servicios requeridos para continuar manteniendo su nivel socioeconómico”.

La preocupación es que aun teniendo trabajo se puede ser pobre. El informe de Distribución del Ingreso del Indec mostró que con relación a la población asalariada se registraron 9.360.477 personas con ingreso promedio de $70.678. En tanto, el ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de $89.630, mientras que para aquellas sin descuento jubilatorio, es decir se encuentran en el mercado informal, el ingreso promedio equivale a $38.476.

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2022-10-02T07:00:00.0000000Z

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