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ESPÍA

… de la transición”, porque era de las poquísimas mujeres que, cámaras al hombro, cubrió la escena política española, sobre todo tras la muerte del dictador Francisco Franco. Es decir, estuvo todo el tiempo conviviendo en su quehacer profesional con fotógrafos y periodistas y a su vez fue la amante del entonces rey; incluso cubría sus giras y también las que hacía Sofía sin su marido. Campillo murió de cáncer en mayo de 2015 y tuvo la condición más valorada por un tramposo por parte de su amante: el silencio y la discreción. “A mi madre le daba pena pensar que había pasado treinta años por la historia de este país (España), que había vivido muchas cosas y que no podía contarlas; murió antes de que el proyecto pudiera ver la luz”, dice en Salven al rey Carmen Gutiérrez –hija de Queca Campillo–, quien facilitó las grabaciones que dejó su madre donde relata su historia de amor con Juan Carlos I. Más allá de lo que se ve en el mencionado documental, se están revisitando los pocos reportajes que ella dio en ocasión de una expo que se hizo en España, con fotos de reporteras gráficas mujeres, posdictadura de Franco. Y es en uno de esos , donde la situación de celos que Juan Carlos I tuvo con ella adquiere ahora una dimensión diferente. La situación se dio en el marco de la Cumbre Iberoamericana 1991, en Guadalajara (México), durante un encuentro que Carlos Menem tuvo con Juan Carlos , en el hotel donde éste se alojaba. Para Campillo, es la “mejor anécdota que pude contar” porque estuvo a la vista de varios. “Entra Menem y estábamos dentro de la suite tres fotógrafos y el rey. Estoy con la cámara al ojo y veo que Menem se levanta, viene hacia mí, y en ‘plan tango’ me acoge de la cintura y me encaja dos besos”, relata Campillo a Informativo Madrid hoy. “Me quedé absolutamente flipada, pero el tío (Menem) se sienta y sigue la entrevista. “Termina la reunión y sale el rey y me dice: ‘¡No sabía que conocías tanto a Menem!’. Le digo que no lo conozco de nada (…)Luego Menem nos dio una entrevista y me pidió disculpas”.

Los creadores de “Carolina Losada senadora” ahora se buscan un upgrade, dado que el experimento de transformación de conductora a política funcionó, y es marketinearla como la “vicepresidenta que todos quieren”. Esto es, exhibirla con capacidades para ocupar ese cargo, algo que en principio no es tarea difícil dado que en la alianza política a la que pertenece, quien ocupó esa posición de 2015 a 2019 no dejó precisamente la vara muy alta. Por ahora, el eslogan es vendible más hacia afuera que hacia adentro, la interna feroz todavía no logra definir si el puesto principal será masculino o femenino. Por eso, cuando se menciona a Losada para vice de “la fórmula”, muchos de los consultados de ese abanico amplio que forman la UCR y Juntos por el Cambio pasan de la sorpresa a gestos que si se los subtitulara dirían: “¿Es una pregunta en serio?”

DOMINGO

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2022-10-02T07:00:00.0000000Z

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