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chner fuera candidata, por el nivel de rechazo que tiene, tiene más posibilidad Milei de pasar a la segunda vuelta que ella. Imaginemos que ella no es candidata, que toma conciencia de que esas negativas no se bajan tan rápidamente, ¿quién imaginás que podría ser candidato para, si no ganar, sacar el mejor papel posible? ¿Creés que Wado de Pedro sería la persona que plantearía el kirchnerismo como su candidato?

—El problema del kirchnerismo es que tiene muy pocos prospectos; no pasa eso con la oposición. En la oposición está un alcalde exitoso, con muy buena imagen dentro, Horacio Rodríguez Larreta; Patricia Bullrich, que fue una ministra de Seguridad, que tiene un tema interesante. María Eugenia Vidal, Lousteau, por hablar de un radical; está Cornejo, que fue un buen gobernador de la provincia de Mendoza. O sea, en la oposición tienes unos cinco, seis, siete nombres potables, con cualquiera de esos se podría hacer campaña. En el Gobierno, además de Cristina, no hay muchos, son poco conocidos y tienen un nivel de rechazo enorme entre los pocos que los conocen, por eso la situación es tan complicada para el Gobierno. Mi impresión, y no es lo que deseo, sino las cifras que uno ve, mi impresión es que los números de Cristina, de Alberto, de Sergio han ido cayendo permanentemente, desde el tiempo de la pandemia. En la pandemia llegó a esa cumbre, Alberto cuando colaboró con Kicillof y con Rodríguez Larreta, la etapa del diálogo. Fíjate qué interesante, fue una etapa de diálogo la que los llevó tan alto a ellos, no una etapa de confrontación. Pero desde ahí han venido para abajo, es muy impresionante. Veo encuestas de todo tipo, porque hay unas mal hechas, otras bien hechas, pero todas coinciden en que la situación de ellos es calamitosa. Tienen en su haber algo que no tiene nadie en América Latina, el kirchnerismo, peronismo, esa cosa tiene la posibilidad de entregar dinero a casi la mitad de la población argentina. Que no ocurre en ningún país de América Latina, porque los beneficiarios de los planes sienten que son entregados, no por el Gobierno, sino por el kirchnerismo. Los planes que se otorgaron en el gobierno de Mauricio Macri, los que recibieron sentían que eran planes que les entregaban los kirchneristas; esa una situación muy rara. Es el único país en que la mitad de la población recibe dinero, siente que recibe dinero de un partido político y eso le da fuerza, sin duda. Pero todos los cambios que han ocurrido en nuestra mente con la Tercera Revolución Industrial debilitan eso. Y objetivamente, hay mucha gente que se cansó y gente que se va a sublevar contra ese esquema.

—No mencionaste, cuando hiciste el análisis de los distintos candidatos que tiene la oposición, a Facundo Manes. ¿Cuál es tu opinión de Facundo Manes?

—Casi no tengo opinión, pero puedes ser un candidato más o menos dentro del sistema, más o menos outsider. Pero para un candidato que pretende ser outsider como Facundo, poner como argumento que es científico, no, el outsider es anticientífico, antintelectual. No funciona. Sus ataques a Mauricio Macri para diferenciarse del PRO le hicieron un profundo daño. Porque una cosa es criticar a un compañero de ruta, como decíamos los izquierdistas de hace años, y otra cosa es calumniar. O sea, creo que cuando Facundo hizo esas críticas a Mauricio, perdió piso en un momento en que recién se estaba abriendo campo, y eso le hizo muchísimo daño. —¿Te sorprendió el resultado de los demócratas, mejor que lo esperado en las elecciones de Estados Unidos, y coincide de alguna manera con lo que mencionabas antes, que hay una mala lectura respecto de que el mundo gira hacia lo conservador y, en realidad, continúa hacia el progresismo?

—Sí. Me sorprendió porque toda la información que tenía de los medios académicos norteamericanos era no tanto de que vendría un gran triunfo republicano, sino un gran triunfo de Trump. Y eso es lo que menos ocurrió, porque si bien crecieron los republicanos, los candidatos auspiciados directamente por Trump fueron los derrotados en todos lados. Más bien, se incrementó, dentro del bloque de representantes y senadores republicanos, el republicanismo clásico. Muchos incluso vinculados al Lincoln Project, que son republicanos republicanos, no republicanos populistas. Creo que para

Trump fue una gran derrota esa elección. El gobernador de Florida aparece para disputar con Trump el liderazgo republicano, y que esas tesis muy reaccionarias, misóginas, homófobas que mantenía Trump fueron derrotadas en esa elección. El problema para el Partido Demócrata fue grave, porque Biden no es un legítimo representante de los liberals de la izquierda norteamericana. Biden es un demócrata del Este. Los demócratas del Oeste son conservadores. Los demócratas de California son Silicon Valley, son los nuevos valores, es el estado en donde estuvieron los hippies, HaightAshbury, etc; esos no se representan en Biden, él es un...

—Es lo más parecido a un republicano.

—Un líder más parecido a los republicanos, también de bastante edad, que no representa a Google, Amazon y Yahoo. —¿Y te sorprendió la cantidad de votos que sacó Bolsonaro, aún perdiendo a menos de un punto de distancia en un balotaje que fue el que más voto creció entre la primera y la segunda vuelta?

—Ese fue el análisis que hice en Perfil. Yo, sin duda simpatizaba con Lula. No puedo simpatizar con un líder que quiere romper la Constitución y quiere una dictadura militar, nunca. Amigos míos brasileros apoyaban a Lula, gente muy respetable, pero la acumulación de respaldos políticos, y lo puse claramente en Perfil con anticipación, iba a quitarle votos a Lula. La suma de un Lula que sacó en primera vuelta con el 47.4% de la votación, más los votos conservadores, que fueron 6%, más los de Ciro, que fue otro 3%, seis más tres nueve, más 47 daba para pasar de 50 lejos. No ocurrió, porque la gente que no votó por Lula en la primera vuelta no quería votar por esa acumulación que representaba, no solo Lula, pero también su binomio, que es un líder de derecha por poner algún nombre, al que él había derrotado en su momento. Si ves la votación de Lula y Alckmin cuando se enfrentaron fue impresionante. Lula sacó 40%, el otro 47%. Todo el Brasil estaba ahí, ahora ya no. La gente dijo: son los políticos de siempre. El señor Bolsonaro representaba una alternativa distinta, y acumular políticos en respaldo a Lula, creo que fue una gravísima equivocación, que es lo que le cortó la presidencia a Hernández en Colombia. Hubiera sido presidente de Colombia, si no le apoyaban los conservadores y los liberales. Con Hernández no tenía ningún contacto ni quería tenerlo, pero sí con líderes conservadores y liberales del más alto nivel, expresidentes colombianos a los que les dije: cuidado le apoyen a Hernández, si le apoyan, le hunden. “No entiendes nada, Colombia, 160 años de gobierno del Partido Liberal, el Partido Conservador”. Si le apoyan, le hunden. La gente está votando en contra de ustedes y si le apoyen a este pobre señor, lo que van a hacer es que se fortalezcan sus negativas. Le hundieron porque le apoyaron. En la campaña de Lasso en Ecuador, cuando nos hicimos cargo nosotros de la segunda vuelta, que fue el único momento en que le asesoramos, ni en la primera ni en la presidencia. Nada que ver. La segunda vuelta, la primera condición que le pusimos: Lasso que nadie te apoye. No queremos que en la campaña asome ni tu partido, peor partido que te apoye, nunca. Nunca y para nada. Ningún diputado, ningún gobernador, ningún líder importante, que no te apoye nadie. Así ganas. Si te llega a apoyar un líder político importante, te haces pelota.

REPORTAJE

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2022-11-27T08:00:00.0000000Z

2022-11-27T08:00:00.0000000Z

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