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completamente inédita, histórica, cinco millones de personas en las calles. Serían los días en los que se comenzarían a cumplir las promesas, a hacerse tatuajes con Messi, con el Dibu, con la Copa, con la carta del cinco de copas. Una felicidad que se prolongaría por mucho tiempo, la felicidad de un pueblo golpeado por sus crisis económicas pero que ahora tenía algo para celebrar. Primero eso. Segundo, Francia.

Y ahora en Doha, en la noche, lo que hay es el clamor de otro mundo, del Mundial árabe. Eso que había empezado con Maradona en 1986 sigue con Messi en 2022. La alegría no es solo argentina, la alegría es la de un mundo que parece ajeno y es cercano. El primer Mundial árabe es el Mundial de Messi, de la Argentina. El vuelo para regresar ya estaba previsto para la madrugada pero se iba a demorar, porque nadie se quería ir de Qatar. Se sabría recién en ese momento que la confianza en el equipo era tanta que la AFA no previó ningún charter de regreso para partidos anteriores. Estaba segura de que se quedarían hasta el final.

Es por esas horas, durante la conferencia de prensa, que Scaloni recuerda un diálogo con Messi. Después del empate con Brasil en San Juan por cero a cero, con el que la Argentina se clasificó para Qatar 2022, Scaloni sintió la inmensidad de todo lo que se venía. Podía ser el último Mundial de Messi. El equipo, además, enloquecía a los hinchas, les generaba una expectativa acorde a lo que ese grupo daba. Scaloni atravesaba también lo que sucedía con sus padres desde los días de la Copa América. Habían sufrido por ese tiempo un accidente cerebrovascular. Con todo eso, con ese dolor, el entrenador siguió adelante. Ahora es el técnico campeón del mundo, como Menotti, como Bilardo. Pero además el que más títulos ganó, aunque a él no le importen esas estadísticas.

Pero esa noche, después del partido en San Juan contra Brasil, Scaloni sintió que tenía que hablar con Messi antes de que el jugador regresara a París. Lo que venía era difícil porque la expectativa era demasiado grande. Había que sobrellevar esa responsabilidad. Había ansiedad, también temor.

—Leo, la gente está muy entusiasmada con esta selección, lo que se generó es muy fuerte y la desilusión también puede ser muy fuerte –le dijo a Messi.

—¿Qué importa? Seguimos, seguimos porque seguramente va a ir bien. Y si no va bien, no pasa nada. Hay que intentarlo.

En eso que le dijo Messi a Scaloni está todo. Eso fue Qatar, el Mundial, la tercera estrella argentina.

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2023-02-05T08:00:00.0000000Z

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