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Pensar la peste

… que está frente al Malba, estacionó una unidad de la línea 67, iluminada a pleno en su interior y con un elenco de jóvenes vestidos, obviamente, de negro y con máscaras varias que son de la colección personal de la propia Minujín. Y por supuesto ella, con un vestido ampuloso en color rosa, del joven diseñador Jorge Rey, que le regaló a ella Amali Amoedo. Todo el “cumple-casamiento” estuvo coreografiado para que no durara más de tres horas y hasta los invitados tuvieron que seguir las indicaciones en dos momentos puntuales. Del colectivo 67 a la caminata por una amplia alfombra roja y el ingreso de Marta Minujín con sus damas y caballeros de honor al Malba y a un pedestal donde había una torta –también negra– de cuatro pisos. Un saludo inicial y de lleno al tradicional vals, infaltable en todo casamiento que se precie. Un vals donde esos jóvenes con máscaras se fueron repartiendo a los sucesivos invitados, fueran estos coleccionistas, artistas plásticos, algunos mecenas discretos y hasta embajadores que, envueltos en ese ámbito negro, se convertían en un objeto humano difícilmente identificables para su propio personal de seguridad. Después, repartidos en grupos, recorrieron el hall del Malba o tocando instrumentos, o repitiendo en voz alta consignas sobre la vida, el arte, el tiempo y que forman parte del diccionario Minujín. Al vals le siguieron otras tradiciones de toda boda: Minujín tiró el ramo –de color negro y regalo de Teresa Bulgheroni–, algo que parecía un velo, corte de torta previa tira de cintitas que –menos una, que tenía un anillo– tenían prendedores básicos con una imagen del famoso Partenón de Libros que Minujín hizo en 1983 con libros prohibidos por la dictadura militar argentina, y que este 25 de mayo volverá a montar –en un espacio porteño a definir– como parte del aniversario por los cuarenta años del regreso de la democracia en Argentina. El único menú fueron porciones de torta de chocolate negro y dulce de leche, y champagne servido en copas negras. Terminado todo, se movió a los invitados a la explanada exterior del Malba para “despedir a la novia”, quien en el trayecto hacia el mismo colectivo 67 que la trajo, fue repitiendo a coro con su elenco enmascarado la frase a modo de mantra: “El modelo del tiempo es la eternidad” .

PENSAR LA PESTE

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2023-02-05T08:00:00.0000000Z

2023-02-05T08:00:00.0000000Z

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