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El miedo silencioso

Cómo la pandemia se manifiesta

peste, y son los médicos quienes con su insistencia les tuercen el brazo; la ciudad queda acordonada, y nadie puede salir (sí entrar, pero entonces deben quedarse adentro), pero ninguno de los personajes cuestiona la medida: a lo sumo uno de ellos, Rambert, que estaba de visita, intenta romper el cerco para reunirse con su amada en París, pero finalmente desiste y por propia voluntad se queda a luchar con los demás contra la peste. Las autoridades hacen lo que pueden, toman las medidas que creen mejores, no se exceden en sus atribuciones, no se aprovechan de la peste para extender y consolidar su dominio. El Dr. Rieux, protagonista y narrador de la novela, trabaja codo a codo con estas, concuerda con sus medidas y deplora, pero justifica, el uso ocasional de la fuerza:

Las primeras veces se había levantado a telefonear y había corrido a ver a otros enfermos sin esperar a la ambulancia. Pero los familiares habían cerrado la puerta prefiriendo quedarse cara a cara con la peste a una separación de la que no conocían el final. Gritos, órdenes, intervenciones de policía y hasta de la fuerza armada. El enfermo era tomado por asalto.

La situación de peste convierte a este médico y hombre ejemplar no en cómplice o colaborador de las autoridades, sino en aliado de éstas: antes de la peste lo recibían siempre como a un salvador. [ ] Ahora, por el contrario, se presentaba con una escolta de soldados y había que empezar a culatazos con la puerta para que la familia se decidiese a abrir.

No escuchamos los acentos de la indignación ni de la rebeldía en estas palabras: sí la resignación, el cansancio, “la difícil indiferencia”. Y los ciudadanos que resisten las disposiciones de las autoridades no son presentados como ejemplares “hombres rebeldes” sino como personas que, comprensible, pero equivocadamente, se resisten a aceptar lo que los molesta: Nadie había aceptado todavía la enfermedad. En su mayor parte eran sensibles sobre todo a lo que trastor

naba sus costumbres o dañaba sus intereses. Estaban malhumorados o irritados y estos no son sentimientos que puedan oponerse a la peste.

En este sentido, la adaptación cinematográfica de Luis Puenzo efectúa una vuelta de tuerca, pero en sentido contrario al de la novela: en su película, una transparente alegoría de las dictaduras sudamericanas de los años setenta, las autoridades se aprovechan de la peste para imponer el estado de sitio y construir campos de concentración en el estadio de fútbol (el estadio está en la novela de Camus, pero es simple hospital de campaña, como los que se construyeron en los primeros meses de la pandemia actual en China, EE.UU. o Argentina, ni por asomo campo de tortura y exterminio), y el Dr. Rieux, interpretado por William Hurt, se enfrenta a éstas con brío y denuedo; sobre el final, un alzamiento popular libera a los prisioneros.

La novela de Camus está más cerca

mente, estarán librados a su suerte y tendrán a su cargo todas las tareas, incluyendo la quema de la basura, la atención de los enfermos y el entierro de los muertos; los que intentan salir o incluso contactar a los guardias que custodian el perímetro son fusilados sin miramientos. El núcleo inicial de personajes corre con ventaja porque uno de ellos, la mujer del médico ha conservado la vista, pero debe guardar el secreto para no convertirse en el lazarillo de los más de trescientos ciegos que abarrotan el hospicio. Eventualmente, un grupo de unos veinte hombres, cuyo líder posee un arma de fuego, monopoliza el control de alimentos y exige que los demás les entreguen todas sus posesiones, primero, y luego que se entreguen las mujeres, a las cuales violan por turnos, en manada, con toda clase de humillaciones y violencias.

El infierno de Saramago no es tan fantástico como puede parecerle en un principio al lector despavorido: en muchos países del Tercer Mundo, incluyendo el nuestro, las instituciones de encierro, las cárceles sobre todo, funcionan de la misma manera: un muro inexpugnable construido alrededor de una villa miseria dentro de la cual los presos tienen la “libertad”

Caminos cruzados

La tapa dibuja las pistas del esquí alpino: el lienzo del esquiador, que zigzaguea abierto a un conjunto de posibilidades en cada carrera. El artista Christoph Niemann juega gráficamente con el espacio en blanco, codiciado por los atletas de la nieve, para responder, como entrevistado, sobre la creatividad y los giros inesperados de la vida. El ilustrador presenta Carreteras y caminos apartados, aunque sus elecciones (y las de todos) suelen entrecruzarse en las más variadas casualidades.

Redes peligrosas

La revista francesa pone el ojo en el peligro de los mensajes irresponsables en las redes sociales, a partir del triste caso de Molly Russell: una adolescente británica de 14 años que en 2017 se quitó la vida. Su padre descubrió que, en los meses previos a su muerte, la joven había buscado contenidos relacionados con la depresión y las autolesiones. Seis años después, los tribunales investigan la responsabilidad de los contenidos de las redes sociales Instagram y Pinterest en la muerte de la niña. “Una juventud destrozada”, titula L’Express.

Primer acto “Se pone en escena la comedia de la gasolina”, ironiza L’Espresso. La polémica por el precio de la gasolina en Italia se repite todos los años: ¿por qué es tan cara? El semanario intenta responder y le otorga la mayor culpa a la recaudación de impuestos, “que infla el precio al alimentar el contrabando y la evasión”. Según la revista, las estaciones de servicio ganan la mitad en comparación con otros países de la UE. “Nuestro mercado de combustibles es el más ineficiente de Europa”, afirma.

Los destacados La actriz de Kenia Lupita Nyong’o, consagrada en Hollywood, se adueñó de esta portada. La artista es una de las protagonistas de la lista de los africanos más influyentes del año, realizada por New African. Se trata de la selección de “líderes, emprendedores, creativos, deportistas y agentes de cambio” que han dejado huella en el continente. La nómina “más autorizada, respetada y consultada” del año que funciona como “un poderoso incentivo para que otros también quieran unirse a ellos”.

Mickey Mouse preocupado Walt Disney Company ha mantenido, durante cien años, su liderazgo entre tantísimas áreas. Aunque aún competente, los problemas que enfrenta Mickey Mouse muestran cómo la tecnología ha cambiado el negocio de la cultura. Con reemplazo de presidente y despido del director ejecutivo, juicios y rebelión de inversionistas, la incertidumbre que sacude la compañía, sobre la futura rentabilidad de su enorme variedad de espectáculos, ha provocado una montaña rusa en el precio de sus acciones.

Musk: de amado a odiado

Elon Musk gozaba de buena fama: considerado un genio emprendedor, y un prodigio tecnológico, un magnate distinguido. Pero desde que compró Twitter no parece poder hacer mucho. Der Spiegel se pregunta: “¿Está arruinando el trabajo de su vida?”. Entre otros temas: un asesinato sin resolver en Noruega; un testigo relata su vida en el campamento chino de internamiento de Xinjiang; y la activista por el clima Luisa Neubauer, en disputa con la líder del Partido Verde, Katharina Dröge.

Mirar para otro lado

En una investigación interesante, la revista brasileña “demuestra la negligencia del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) en los actos golpistas”. Durante los días en los que los manifestantes pro Bolsonaro irrumpieron en el Congreso, el GSI valoró que la protesta no suponía riesgo, descartó refuerzos y “no actuó para proteger el Palacio del Planalto”. Los simpatizantes del expresidente también entraron a la Suprema Corte y pidieron la intervención inmediata de las fuerzas armadas.

Polémica en la Corte Sequías, incendios y cambio climático. En la carrera para salvar el mundo, los activistas van por detrás: las cosas se están saliendo de control. “El déficit hídrico golpea, por cuarto año seguido, a los pequeños productores rurales”, escriben en Brecha. Y la ausencia de planes claros y sostenidos agrava el impacto, no solo en el ambiente, sino en las economías nacionales. A un año de los incendios históricos de Uruguay, intelectuales analizan la falta de estrategias efectivas.

PENSAR LA PESTE

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2023-02-05T08:00:00.0000000Z

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