Sigue el baño de cariño para los campeones

los jugadores de la Selección viven a diario en Buenos aires el fervor que generan

Así como hubo miles que quisieron ver a la Selección argentina en la cancha de River, hay otros tantos que celebran el hecho de poder cruzárselos de civil en estos días que están de visita en el país. Aún cuando queda un partido por disputar, los jugadores están disfrutando de esta estadía relajada. Messi estuvo con Antonela en un sky bar; Dibu Martínez cenando con amigos en Palermo, y Leo Paredes fue a ver a Nico Vázquez en calle Corrientes y terminó él mismo arriba del escenario ovacionado por el público. Rodrigo de Paul festejó en una Bresh el cumple de Tini Stoessel.

Mientras estén en suelo argentino los integrantes de la Selección nacional tendrán dentro y fuera de la cancha, una intimidad algo acotada. Siempre habrá una cámara a mano para registrar cualquier cosa que hagan, sumada a una dosis de afecto en dosis superlativas que, seguramente, una persona normal entendería como agobio y en algunos casos como invasión innecesaria a la intimidad.

Ellos lo saben, lo comprenden, lo disfrutan, y si en algún momento la situación llegara a convertirse en excesiva, también creen o confian que cierto gesto sutil ayuda a conseguir cierto equilibro entre afecto genuino y distancia prudencial. Salvo, por cierto, que el receptor de la devoción sea Messi. Lo que pasó en la parrilla de Palermo a comienzo de semana es un ejemplo del magnetismo que provoca el líder de la Selección. Por supuesto, la energía de las ochenta mil personas que asistieron al partido contra Panamá, otro ejemplo del sentimiento afectivo que este equipo supo conseguir con el Mundial de Qatar. Las imágenes que se sucedieron en el campo de juego de River Plate, una vez terminado el partido, se asemejaron a lo que sucedió en Doha en lo que respecta a ver ya en Buenos Aires, a los jugadores con sus familias en el campo de juego. En los palcos también había famosos, pero en este presente, cualquiera de los integrantes de la Selección cotiza en alza y a mucha distancia de casi cualquier personaje con fama.

Fuera de la cancha. Fuera de la cancha de River, todos los jugadores pudieron tener una vida social activa teniendo en cuenta que tanto el partido con Panamá y el que queda con Curazao, no tienen la presión mundialista. Sería raro que quienes fueron o irán a verlos jugar, se detengan únicamente en el resultado del cotejo.

En esa agenda off partidos, Messi y su mujer esta vez eligieron para cenar un lugar que por estar en un piso alto, le garantizaba cierta privacidad. Este “sky bar” ubicado en pleno centro porteño es propiedad de Andrés Roldán, pareja de la actriz Julieta Nair Calvo. Ella es la coprotogonista de Tootsie, la comedia musical que protagoniza Nico Vázquez. Casualmente, el viernes por la noche Leo Paredes y su mujer Camila Galante estuvieron allí como espectadores. Al término de la función, el jugador fue invitado a subir al escenario y fue ovacionado por un Lola Membrives a lleno total.

Días antes –aún no hay fotos en redes–, Tini Stoessel celebró su cumpleaños en una edición exclusiva de la Bresh, junto a Rodrigo de Paul –por supuesto–, y por ejemplo, Nicki Nicole. El otro jugador que hizo de sus poses, discurso y actitud, un sello personal es el Dibu Martínez, tan buscado como Messi para las fotos. En su caso hay videos firmando camisetas y cenando con amigos y esposas en Palermo.