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Boca y una victoria que ofrece un alivio

R.P.

Un gol de Sandez y un penal ejecutado por Benedetto le alcanzaron a Boca para ganarle a Olimpo, pasar de ronda en Copa Argentina y bajar un poco la ansiedad. Si bien el equipo no brilló, el triunfo le dio aire al entrenador Hugo Ibarra. En el segundo tiempo el equipo de Bahía Blanca puso en apuros al xeneize, pero Javier García sostuvo su arco en cero. En la próxima ronda Boca enfrentará al ganador de Barracas Central-estudiantes de Caseros.

Los partidos de la Copa Argentina para los equipos grandes, sobre todo en estas primeras instancias, siempre son algo ingratos: si ganan, era lo que debían hacer. En cambio, una derrota inesperada puede generar un sismo interno, críticas despiadadas y técnicos y jugadores bajo un temblor ineludible. Anoche, Boca estaba en esa situación contra Olimpo en Chaco. Había que ganar para que el temblor que afronta su entrenador Hugo Ibarra no se convirtiera en un terremoto de magnitudes.

Ante una multitud que demostró la importancia de esta Copa –que el público de las distintas provincias pueda ver in situ a sus equipos y a sus ídolos–, a Boca le alcanzó una genialidad de Sandez para llevarse el triunfo y avanzar hacia los 16avos de final.

¿Hay algo para destacar o rescatar de este partido? Para Boca, poco y nada. Solo que ganó, algo que este año le viene costando más de lo habitual. Y que algunos jugadores tuvieron un rendimiento mucho más alto que el que venían teniendo en las últimas fechas de la Liga Profesional.

Darío Benedetto fue uno de ellos (así como Sandez y Varela también mostraron algunos destellos). El nueve de Boca intervino en el primer gol y después fabricó el segundo, ya en el complemento. En realidad, quien lo fabricó fue el árbitro Lucas Comesaña, sospechado en el ambiente futbolero por beneficiar a ciertos clubes en el ascenso y recordado en Bahía Blanca por su desastrosa actuación ante Defensores de Belgrano, el 17 de febrero de 2019 por la fecha 16 de la B Nacional.

Comesaña cobró un penal por un supuesto empujón a Benedetto y el delantero de Boca lo convirtió con su sello: un remate potente, con la cara externa de su botín derecho, fuerte y arriba. Fue inevitable no recordar aquellos penales errados contra Corinthians, el año pasado, pero el recuerdo estuvo lejos de repetirse. El estadio de Chaco, a esa altura, era un festejo colectivo que bajaba desde los cuatro costados, apenas interrumpido por el descuento de Hadad a los 43 minutos del segundo tiempo. Ese gol le puso algo de suspenso al final, y quizás fue la mejor manera de graficar que este Boca nunca puede relajarse del todo.

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2023-03-26T07:00:00.0000000Z

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