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Just exist: Breve experimento tardío donde se ensayan algunas ideas sobre “Inside Llewyn Davis”

solo el resentimiento— de Roland Turner, adicto a las inyecciones y a la poesía beat. Después de haber sido golpeado por un extraño con sombrero de vaquero en medio de Nueva York, rechazar futuras sesiones de grabación de un hit y las regalías resultantes, desaprobar a todos sus impares, quedarse con el gato de sus mecenas, perder el gato de sus mecenas, recibir un visionario consejo de moda (“deberías andar siempre dentro de un gran condón”), y ser rechazado por la suerte y un botones, Llewyn recibe el agrio desprecio de un fracasado más exitoso que él: un jazzista que tiene por niñera a un poeta. Ni siquiera es el mejor perdedor de su propia historia.

ACERCAMIENTO HERMENÉUTICO III

En un apartado anterior se mostraba una pregunta errada, un camino del laberinto que no debía recorrer. Si ya asumimos como certera la hipótesis de que el filme y sus canciones conforman un tejido textual, debemos buscar en ese cuerpo complejo las preguntas que justifiquen un acercamiento hermenéutico. Dicho muestrario de preguntas atormenta a Llewyn en todo momento, mientras que sus respuestas permanecen ocultas para el espectador. Si regresamos a uno de los momentos más sublimes del filme vemos lo siguiente: Llewyn descubre que en Akron podría estar su hijo a quien consideraba muerto. Cuando regresa de Chicago a New York ve deslizarse a su derecha la señal de desvío hacia Akron, pero Llewyn tampoco toma esa salida. Ya dos de sus canciones anunciaban esta escena; en “The Death of Queen Jane” notamos la imagen de un hijo en su lado derecho, justo el camino que pudo haber recorrido: “If you open my right side and find my baby”. También este augurio se repite en The Dink’s Song:

“Muddy river runs muddy and wild / You can’t give a bloody for my unborn child / Fare thee well, my honey, fare thee well”.

Desde el minuto que suena esta canción ya Llewyn se despedía de su hijo.

FALLA IV

Esta es extradiegética, por lo que nos disculpamos ante las almas puristas. Los Coen tardaron un año en terminar el filme y, haya sido por decisión o por vagancia, la “procrastinación” de la gente de verdad, llegaron un mes tarde a los premios de la Academia. Derrota por no presentación.

AKRON, FEBRERO DE 2001.

“Sí, recuerdo bien a Llewyn, un tipo hipnotizante. Yo había ido al Gaslight porque Mona —en ese momento mi novia, ahora mi grillete— quería saber si aún seguía tocando allí, una de sus amigas le había pedido que lo averiguara. Qué sé yo, cosas de mujeres. Nunca hubiese ido solo a un lugar de esos, todo el mundo cargaba una guitarra.

Yo soy de Nueva Orleans, me gustan los artistas a los que no puedo imitar. Cuando él empezó a tocar prendí un cigarrillo, le di una buena cachada, y cuando volví a pensar en el cigarro nada más quedaba una tripa de ceniza. Tal vez el muchacho tenía talento, no sé… eran tantos”.

“Ya tenía decidido que quería casarme con Walter, y no quería quedarme en Nueva York, cada vez había menos peluquerías.

Así que hablé con mi amiga D —nos llamábamos por la inicial, creíamos que nos hacía lucir más… sofisticadas— y le pedí que me buscase un trabajo. Y me lo buscó, ¡también le consiguió uno a Walter en Goodyear! Luego abrimos nuestra primera tienda de bicicletas, Free Wheel, y todo fue viento en popa. Tuvimos mucha suerte. En fin, que antes de mudarnos, Diane —la D es por Diane— quería que fuese a ver a Davis, para saber si al menos estaba vivo, o sea, seguía siendo el padre de su hija. No puedo recordar muy bien lo que tocó, si eso es lo que quieres saber. Sí recuerdo que comenzó a gritarle a uno de los cantantes en el escenario, creo que era pelirrojo”. conocerse. ¿Qué es Llewyn? Un error honesto.

NUEVA YORK, 1967

Woody Guthrie muere, Dylan le hace una canción, lo pone en un altar y con el tiempo, llena ese altar hasta convertirlo en un panteón. Aún no lo sabe, pero a la entrada se lee “This machine kills folks singers”.

Gaslight

Café,

Un puñetazo en la cara de Llewyn, esta obra comienza como termina.

(“Fist, face, down”)

Representa la efímera vida de las canciones que no se oyeron, o de los músicos que jamás entraron en un estudio de grabación. No todos triunfaron como Bob Dylan y Llewyn es la sombra de todos ellos. Irónicamente, Dylan canta en el filme mientras Llewyn recibe el más metafórico de los cross a la mandíbula.

Dylan: Fare the well. Llewyn: That’s what I got

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TEXTUM

es-ar

2023-06-04T07:00:00.0000000Z

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