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Creó un restaurante Covid Free con trenes a escala

Carlos Molina unió su pasión por el ferromodelismo, la gastronomía y la tecnología y abrió en el DF un local donde la comida llega a la mesa a bordo de pequeñas máquinas que circulan por rieles. Su apuesta por vender franquicias.

R.P.

En la pandemia, la gastronomía fue uno de los sectores más afectados en el mundo por las restricciones a la circulación y los límites al aforo en los locales. Pero en México, un empresario argentino abrió un restaurante “Covid free”, donde la comida y las bebidas son transportadas a las mesas por pequeños trenes a escala, que circulan por rieles en un local de más de 650 metros cuadrados. Carlos Molina, que emigró en 2019, unió su pasión por el ferromodelismo, la gastronomía y el software, creando Train Bistró, un restaurante que supo adaptarse a la nueva normalidad.

“Tiene cuatro puertas gigantes y una corriente de aire increíble. Los camarotes donde te sentás, los booths, tienen protecciones de acrílico tanto atrás, como adelante y en el costado donde pasa el tren. No hay contacto físico con nadie. Vas con tu familia y seguís estando en una burbuja dentro del restaurante. Como la comida a su vez la trae el tren, no la toca el mozo”, asegura a PERFIL. “Es un restaurante único en su tipo”, agrega.

El viaje de Carlos, coleccionista de trenes a escala y especialista en tecnología, empezó cuando tenía 4 años, cuando sus padres le regalaron su primer tren Marklin. Décadas después, ya radicado en México, abrió el local en el DF.

Ahora, apuesta por vender franquicias en todo el hemisferio. Con ese objetivo, ya tuvo contactos con interesados en México, Colombia, Costa Rica, Panamá, y Estados Unidos. “La franquicia incluye el software que controla todo esto, que fue armado por mí, el diseño de ferromodelismo, que es por donde van los trenes, el diseño de arquitectura y escenográfico”, explica. “Mi sueño es tener una franquicia en Argentina. Todos mis amigos y mi familia viven allá. Necesito una pata local que se encargue de la parte gastronómica”, asegura.

Pymes. El impacto de la pandemia en las pequeñas y medianas empresas del rubro gastronómico fue demoledor. El cierre esta semana de Bruni, del músico y empresario “Zorrito” Von Quintiero, fue un caso paradigmático. Su dueño aseguró que fue víctima de la “pymedemia”. Según datos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), aproximadamente un 39,8% del precio que paga el consumidor en un local gastronómico se destina al pago de impuestos nacionales, provinciales y municipales. Es decir, cuatro de cada 10 pesos de un ticket promedio se van en carga impositiva.

Lejos de Argentina. Por ese contexto, Carlos Molina sabe que es difícil que su sueño se cumpla en el corto plazo: “El tema de las pymes en Argentina es complicado. El primer problema es la gran carga impositiva, el segundo los gremios. Y, finalmente, hay dificultades para importar”.

“Es un error gigantesco de los gobiernos no fomentar las pymes, que dan muchísimo trabajo. Las cargas sociales e impositivas son monstruosas.”, concluye Molina, que sostiene que emprender en la Argentina es más difícil que hacerlo en otro país.

“Mi sueño es tener una franquicia en Argentina”, sostiene Molina

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2021-07-24T07:00:00.0000000Z

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