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La inflación no se congela Nuevos controles con impacto negativo en precios

La medida impulsada por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, deja afuera frutas, verduras y carne. Economistas sostienen que podría provocar desabastecimiento y que tendrá solo un efecto de “cortísimo plazo”.

MIRTA FERNÁNDEZ

Economistas aseguran que es inconducente el congelamiento por noventa días de productos de la canasta básica. Además, deja afuera alimentos claves y provocaría desabastecimiento.

La inflación de septiembre fue de 3,5% y la de octubre amenaza con ser alta

El acuerdo de congelamiento de precios por noventa días para 1.247 productos de consumo masivo con los valores del 1º de octubre que impulsa el flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, “tendrá un efecto de cortísimo plazo” para contener la inflación, un impacto “acotado” porque deja afuera a alimentos que pesan en el gasto de las familias como frutas, verduras, carne, y podría provocar desabastecimiento, advirtieron analistas consultados por PERFIL.

Pese al tipo de cambio planchado, el congelamiento de tarifas de servicios, y el plan Precios Cuidados, la inflación de septiembre fue de 3,5%, superior a las estimaciones privadas, y mostró una fuerte aceleración frente al 2,5% de agosto, en tanto que la tasa interanual alcanza el 52,5%.

Para los economistas, las causas de la inflación tienen que ver con “un problema de expectativas”, qué pasará después de las elecciones con el tipo de cambio, con la política monetaria y fiscal, con el acuerdo con el FMI, y “entonces todos precautoriamente suben los precios”.

Feletti justificó que les solicitó a las empresas de consumo masivo y a las cadenas de supermercados mantener estables los precios porque lo que vio de cómo viene la inflación en octubre “tampoco es bueno”. Según indicó ayer, entre el 1º y el 13 de octubre la proyección de inflación del mes “volvía a dar la situación de septiembre”.

Un supermercadista que participó de la reunión comentó que “le contestamos que vamos a acompañar en tanto y en cuanto las industrias alimenticias continúen entregando las mercaderías”.

A su vez, un empresario del rubro alimentario retrucó el argumento de Feletti de que las compañías no perderán plata porque en el último trimestre venderán más cantidad: “Eso no es así. Depende del caso. Yo tengo mucha suba de commodities y otros insumos, mantener congelado hasta enero es terrible, si venís perdiendo plata, si vendo más, pierdo más”.

Efecto transitorio. Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, planteó que el congelamiento de precios “ayudará en el cortísimo plazo hasta la elección a reducir la inflación, pero de acá a tres meses no sirve”. “En la última década ninguno de estos programas logró bajar la inflación, lo que consiguieron fue contenerla un ratito. No funcionan porque en algún momento hay desabastecimiento” o las empresas “crean nuevos productos” o “se incrementa el precio del resto de los artículos de manera de recomponer la rentabilidad”, señaló.

El economista Iván Cachanosky, de la Fundación Libertad y Progreso, coincidió en que los congelamientos “nunca funcionaron y generan el problema de que las empresas se vuelven cada vez menos rentables, empieza a haber desabastecimiento y después cuando se sinceran los precios lo hacen mucho más violentamente”.

“En cualquier supermercado de otro país, por cada producto hay un montón de variedades, en Argentina cada vez son más limitadas” porque “las empresas no pueden sustentar precios tan bajos y a veces las compañías pequeñas cierran”, acotó.

De igual mirada, Damián Di Pace, director de Focus Market, sostuvo que “si congelan hasta el 7 de enero y la inflación

Supermercadistas dicen que “acompañarán” la medida si la industria los abastece

reprimida en ese lapso es muy grande, del orden del 10% al 12%, habrá problema de entrega de cantidad porque el empresario generará menor producción de esa línea y lanzará otra con distinto formato para poder recuperar el precio que está perdiendo”. Y también alertó que “la inflación que reprimís ahora, desborda después”.

En sintonía, el economista Camilo Tiscornia dijo que los controles de precios “tienen un efecto transitorio, patea el problema porque cuando levantás el congelamiento esos productos van a aumentar todo lo no lo hicieron en este tiempo”, y auguró que cuando la gente “vaya a la góndola, va a encontrar pocos de estos artículos porque empieza a salir el sustituto rápidamente”.

Con igual diagnóstico, Federico Moll, director de Ecolatina, prevé “una disminución transitoria de la inflación, seguida de una aceleración que buscará recomponer lo perdido”.

En ese marco, los economistas vislumbran una aceleración inflacionaria entre diciembre y enero cuando proyectan guarismos de entre 3,5% y 4% por factores estacionales como el turismo, el impacto de la emisión monetaria para financiar “el Plan Platita” en busca de revertir el fracaso en las PASO, y porque prevén que post elecciones se corregirá el ritmo de ajuste del tipo de cambio porque el 1% mensual “es insostenible” por la escasez de reservas.

Universo acotado. Al relativizar el efecto del congelamiento para bajar la inflación, Di Pace fundamentó que alcanza a las grandes cadenas de supermercados que son “solo el 30% de las bocas de comercialización. “Lo vimos en congelamientos anteriores, que aunque los supermercados acataban, en los autoservicios era más difícil y los aumentos eran más grandes”, aseguró Moll. “Hay muchos productos como frutas, verduras, pan, carnes que pesan en el gasto familiar y no están”, concluyeron.

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2021-10-16T07:00:00.0000000Z

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