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Algo se está preparando

JORGE FONTEVECCHIA

Conversación en off con un dirigente: “El 15 de noviembre va a amanecer y los siguientes meses serán críticos para iniciar el proceso de definiciones del Plan de Estabilización y Desarrollo Nacional. El oficialismo lo necesita y a la oposición le conviene. El próximo paso son las reuniones con los dirigentes sindicales, y finalmente, un encuentro público de la

El congelamiento de precios podría ser en la mente del Gobierno puente a un “amplio” pacto poselectoral

Política, Sindicatos y Empresarios Nacionales. Si el Gobierno hubiese ganado por 1% esto jamás habría sucedido; la necesidad genera una enorme oportunidad”.

Que el Presidente haya convocado el martes a un grupo de empresarios: Marcos Bulgheroni (Pan American Energy Group), Hugo Eurnekian (Corporación América), Marcelo Mindlin (Pampa Energía), Javier Madanes Quintanilla (Aluar), Jorge Brito (Macro), Francisco De Narváez (Grupo De Narváez), Juan Martín de la Serna (Mercado Libre) y Alejandro Simón (Grupo Sancor Seguros), el miércoles haya repetido con el presidente de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, y el jueves Juan Manzur estuviera en Washington reforzando la presencia de Martín Guzmán en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, y el viernes nuevamente el Presidente cerrando el coloquio de IDEA, en una semana corta de cuatro días todos enfocados en lo económico, hace plausible la conjetura de la citada conversación en off.

Se podría argumentar que el destino avanza en sentido contrario al proyectar desde la primera reunión de Roberto Feletti como nuevo secretario de Comercio, para anunciar el congelamiento de precios durante 90 días y la amenaza de aplicar a quienes no lo cumplan la ley de Abastecimiento, promulgada justamente en junio de 1974 en pleno congelamiento de precios.

En 1973 el ministro de Economía, primero de Cámpora y luego de Perón: José Gelbard impulsó el plan que hoy lleva su nombre, que incluía congelamiento de precios junto con la suspensión de paritarias por dos años con un aumento fijo de 200 pesos, 17 dólares al cambio de entonces, pero como un dólar de 1973 es equivalente en poder de compra a seis de hoy, esos 17 dólares son comparables a cien dólares al cambio oficial actual o sea, 10 mil pesos de hoy.

El nuevo secretario de Comercio Roberto Feletti elogió aquel congelamiento de precios, que bajó la inflación de 80% anual en 1972 a 30% en 1974, y aumentó el PBI de un promedio de 3.5% entre 1969 y 1972 a 6.1% en 1973 y 6.4% en 1974. Pero dos meses después de la muerte de Perón, en septiembre de 1974, Gelbard renunció y nueve meses después, en junio de 1975, se produce el Rodrigazo (por el ministro de Economía Celestino Rodrigo) al devaluar el peso 63% y aumentar las tarifas de servicios públicos el 75%.

Pero el dólar ya había aumentado 63% con Gelbard de los 11 pesos de mayo de 1973 a los 18 pesos en septiembre de 1974 cuando renunció. Tras el Rodrigazo todo se espiralizó: Celestino Rodrigo duró 46 días y su sucesor Pedro José Bonanni duró 21 días como ministro de Economía.

Pero el elogio de Feletti a aquel congelamiento de precios y la aplicación del actual por 90 días podría no ser contradictorio con la conjetura del comienzo de esta columna, porque el Plan Gelbard incluyó un parcial pacto social firmado por la Confederación General del Trabajo (CGT), y la Confederación General Económica (Pymes y empresas medianas) el 8 de junio de 1973.

Es probable que el desastre que generó el Rodrigazo la devaluación y duplicación de la inflación inmediata, genere en la memoria de los sindicalistas actuales la predisposición para un acuerdo con el sector empresario, ya no Pymes sino los mayores, para darle un cauce más ordenado a la macroeconomía de los últimos dos años del mandato presidencial de Alberto

Fernández. Que al mismo tiempo pueda complementarse con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional aceptado por Cristina Kirchner también “gracias” a la derrota electoral que sufrió en las PASO, con algún grado de confirmación el 14 de noviembre.

Algo se tiene que estar preparando para el 15 de noviembre porque el día después de las elecciones

Tras las elecciones del 14 de noviembre no habría tiempo para volver a dirimir en público desacuerdos

no habrá mucho tiempo para improvisar o hacer catarsis histéricas como las que se produjeron después del 12 de septiembre tras la derrota en las PASO. En Juntos por el Cambio dicen que ellos recibieron un mazazo superior en las PASO de agosto de 2015, porque además perdían la presidencia, sin embargo, se mantuvieron unidos sin mostrar públicamente fisuras. En noviembre de 2021 sería aún más peligroso exponer la gobernabilidad al zamarreo: los trapos sucios no solo se deberían lavar en casa sino antes del día de las elecciones.

HOY

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2021-10-16T07:00:00.0000000Z

2021-10-16T07:00:00.0000000Z

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