Kiosco Perfil

LA CASTA DE MILEI

(PRIMERA PARTE)

Hola amigos, hoy decido seguir profundizando mi veta investigadora, buscando desentrañar los misterios de la política argentina, que son más desconcertantes que debate entre el Dipy y Alfredo Casero.

En esta ocasión, mi línea de trabajo procura dar una respuesta satisfactoria a un enigma actual: ¿cuándo alguien deja de ser -o comienza a ser- de la casta según Javier Milei?

Es sabido que el personaje ultraliberal ha definido como formando parte de la casta a aquellos que buscan reforzar sus privilegios más allá de sus diferentes ideas políticas. Por ejemplo, esos podrían ser los políticos que han sido elegidos como legisladores en las últimas elecciones. Como él. Pero claro, Don Javier es un león, es decir, un animal que ruge y asusta a todos (que también suele gustar de la mordida y de arañar lo que venga, pero supongo que estas metáforas no van a gustarle al novel diputado).

Lo cierto es que la problemática de la casta viene a cuestión luego de que Mauricio Macri fuera catalogado de “estar lejos de la casta”. Y claro, se armó la confusión: ¿por qué Macri es “menos casta”? ¿En qué se mide la pertenencia a ese grupo?

Pues bien, estoy en condiciones de revelar que el hombre de la peluca ha diseñado un original medidor que determina el grado de contaminación de un personaje con la mencionada casta. El aparato (que no es Milei) mide la energía castera en Maslatones y permite a cualquier liberal que se precie detectar la corriente del político que deseen.

Entonces, ¿cómo funciona esta cosa? (ahora sí hablo de Milei). Dejémoslo para mañana. Volveremos a encontrarnos, mal que le pese a Milei, en la columna de la izquierda de esta página.

HUMOR

es-ar

2021-11-27T08:00:00.0000000Z

2021-11-27T08:00:00.0000000Z

https://kioscoperfil.pressreader.com/article/282673280595122

Editorial Perfil