“El arte invita a que nos preguntemos cosas”

Cuando se usa de forma gratuita la palabra “multifacético”, a veces se ignora a nombres como Belén Pasqualini, una artista con una herencia considerable. Esa herencia es la que la ganadora de la beca Fullbright celebra ahora de una de sus artes, la música. Desde su disco Amar es algo serio, saluda a su abuela, Christiane Dosne de Pasqualini, un nombre crucial de la ciencia argentina. La misma Belén se define: “Soy actriz además de cantautora y entonces a la hora de hacer mi música, intento que se achique la distancia entre persona y personaje. Busco la sinceridad, lo genuino, lo que resuena con mis viseras. Busco valentía, busco desarticular lo falso, busco la conexión real y profunda. De hecho, esta búsqueda es, no solo en lo que respecta a mi música sino a mi vida en general. Parece muy abstracto esto que digo, pero en cada instrumento, en cada letra, en cada concepto musical, intento que aparezcan guiños de este anhelo”.

—La música en la pandemia recibió varios y duros golpes. ¿Cuál crees que será la respuesta del arte a lo que pasó?

—El “tsunami” pandémico -como me gusta llamarlo- que nos atravesó y todavía nos sigue tocando, invita a valorizar, creo yo, en mayor medida la tridimensión. El encuentro real. El arte conlleva la enorme misión de transformar a aquel que lo observa, a aquel que lo escucha y lo percibe. El arte invita a que nos preguntemos cosas. Nos interpela. Es así que él tiene que apostar hoy más que nunca, a estimular la difícil pregunta sobre “¿Qué esperamos de este mundo y qué podemos aportarle nosotros como humanidad?”

—Tus formas de sonar muestran una sensibilidad distinta: ¿cómo definís tu propuesta?

—Me gusta pensar en los fonogramas como fotos de una alquimia, búsquedas que se quedan quietas en una canción o un racimo de canciones que la delimitan, que la detienen aunque eso sea inevitable porque las búsquedas no pueden ser sin su inevitable movimiento. Melodías que se encuentran a sí mismas. Paisajes internos proyectados a un afuera. Y el amor, una vez más, como pregunta. Amar es una flecha pero…. ¿en qué sentido transcurre su recorrido? El amor, esa grande y reiterada temática de la que no podemos escapar. Pero es que no importa, porque qué se canta no es la cuestión, sino cómo se canta y se cuenta ese qué.