Kiosco Perfil

Presión de los Moyano para que la CGT se pliegue a la marcha contra la Corte

Tanto Pablo como Hugo vienen impulsando que el sindicalismo se sume a la convocatoria de sectores del kirchnerismo. Resquemores camioneros por la falta de apoyo en el pasado.

JUAN PABLO KAVANAGH

Para Pablo Moyano, la marcha del 1° de febrero para protestar contra el funcionamiento del Poder Judicial y reclamar “el fin del lawfare” no puede pasar desapercibida para la CGT: desde su punto de vista, la central obrera debe participar. Desde la calle Azopardo todavía no existe una determinación.

La fecha clave, en donde existirán definiciones, y discusiones, sobre el tema será el próximo martes 25 de enero. Allí, en Azopardo, sede de la organización sindical más importante de la Argentina, los integrantes del Consejo Directivo debatirán qué posición tomar ante la convocatoria que motoriza el kirchnerismo más duro junto con organizaciones sociales y judiciales.

El referente de Camioneros está convencido de que existió una “persecución judicial” contra él y su familia bajo el macrismo y por eso esta semana dijo que marchará “por una cuestión de dignidad, tengo que estar presente. Fuimos de los más perseguidos. La Justicia miró para otro lado”.

“Tiene que haber una Corte Suprema independiente. Acá nadie citó al ex presidente (Mauricio Macri) a decir dónde estaban 50 mil millones de dólares”, agregó el dirigente, quien aprovechó los últimos días para aceitar vínculos con Luis D’elía y Hebe de Bonafini. Dos dirigentes que no dudaron, y en más de una ocasión, en cuestionar duramente a los denominados “gordos” de la CGT.

Cabe resaltar que el moyanismo todavía guarda cierto resquemor porque, en tiempos de la gestión de Cambiemos, con el avance de

“Por una cuestión de dignidad tengo que estar presente, fuimos de los más perseguidos.”

Desde el gremio de Judiciales, que conduce Piumato, no responden a las consultas

expedientes en su contra, la central obrera no se expresó como él hubiese querido, ni siquiera con un comunicado “de solidaridad”. Una herida que todavía no sanó, pero que puede comenzar a cicatrizar a partir del primero de febrero.

Otras posiciones. Carlos Acuña, otro de los triunviros cegetistas, por lo pronto se encargó de marcar distancia con Moyano: ya dijo que “hasta el día de hoy no se va a marchar porque no sabemos el objetivo”. Aunque también expresó que “la Corte tiene que ponerse los pantalones largos y ver qué es lo que está bien y qué es lo que está mal. La Justicia también es parte del problema en Argentina, tiene que hacer una autocrítica”.

Mientras que en el seno de cada sindicato los debates entre dirigentes son habituales sobre el 1F y ya se plasman posiciones.

En la UOM, por ejemplo, se liberan a las seccionales que quieran participar, como le confirmó una fuente sindical a este medio.

En el caso de La Bancaria, de Sergio Palazzo, habrá una postura “orgánica”, tal como remarcan desde el gremio, que se conocerá “en el corto plazo”.

Desde la CTA de los Trabajadores ya se encargaron de señalar que estarán presentes y se espera la confirmación de docentes enrolados en Ute-ctera y Suteba cuyo referente es Roberto Baradel.

“Vamos a movilizar el 1° de febrero por una Justicia independiente que no esté atada al poder político, ni a las corporaciones o al poder, un Poder Judicial que no arme causas, que no sea parte del lawfare ni garantice impunidad a nadie”, apuntó el referente bonaerense.

Judiciales. En la Unión de Empleados Judiciales de la Nación que lidera Julio Piumato guardan un llamativo silencio ante la consulta de PERFIL empero, desde la oposición gremial explican el por qué: “Hace tiempo que tiene un acuerdo explícito con los sectores menos democráticos del Poder Judicial y es parte del status quo de la administración de Justicia, el furgón de cola de la corporación judicial”, apuntaron.

POLÍTICA

es-ar

2022-01-22T08:00:00.0000000Z

2022-01-22T08:00:00.0000000Z

https://kioscoperfil.pressreader.com/article/281715502994032

Editorial Perfil