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“El plan económico no está funcionando”

JORGE FONTEVECCHIA

El actual jefe de Gabinete de Ministros de la provincia de Buenos Aires repasa sus períodos como intendente de Lomas de Zamora, ahora en licencia por el nuevo cargo junto a Axel Kicillof. Critica la economía de Guzmán e interpreta que las últimas medidas están inspiradas en los pedidos de la vicepresiden-ta. Polemiza con las organizaciones sociales, defiende a los intendentes y además habla sobre la tensión política que se vive en el peronismo, los planes y la inseguridad que se vive en el conurbano bonaerense. —El último reportaje que te hice estabas con covid, 2021, se te diagnosticó un seminoma que, tras una intervención quirúrgica y un largo tratamiento que incluyó rayos X y quimioterapia, quedó curado. ¿Cómo estás de salud?

—Sí, recuerdo que lo hicimos a principios de la pandemia, por Zoom. La verdad es que muy bien, recuperado. No siento secuelas de haber tenido covid, en ese momento tan difícil mío y de muchos argentinos. Pero bien, muy bien de salud, por suerte.

—Uno de tus hijos es periodista deportivo. ¿A alguno de ellos lo imaginás con militancia política en el futuro?

—No sé. Puede ser el segundo, que es abogado, pero ahora tiene una empresa de materiales eléctricos y no está ejerciendo la profesión. El tercero todavía no ha tomado su decisión, es un gran deportista, gran jugador de rugby, juega en el Lomas, y la cuarta, Chloe, es la más chiquita, 4 años. El más grande ya, más que periodismo deportivo, comenzó en Infobae y ahora está en Canal 26, también está haciendo algo en Olé, está haciendo algo en distintos medios. Pero si tengo que buscar alguna apuesta, no veo a los cuatro, salvo el segundo, que se llama Rodrigo.

—Vayamos a la historia del municipio de Lomas de Zamora, que cruza tu historia familiar también. Duhalde es el intendente de Lomas, el último de la predictadura. ¿Luego de Duhalde en la posdictadura?

—Hugo Toledo de 1983 a 1987, después Juan Bruno Tavano de 1991 a 1999. Ahí pierde la elección el peronismo y en 1999 asume la Alianza, con Edgardo Di Dío. Tuvo cinco intendentes en dos años, Lomas de Zamora sufrió una gran crisis institucional, muy parecida a la de la nación. Y en el año 2003 fuimos a elecciones y ahí vuelve el peronismo con Jorge Rossi siendo el nuevo intendente de Lomas de Zamora.

—¿Qué pasó que renuncia Rossi?

—Renuncia en su segundo mandato, en el año 2009, porque él veía que ya había hecho un aporte en el primer mandato y fue un desgaste muy grande.

—La pelea de Duhalde con Kirchner.

—No, no, venía un desgaste muy grande, institucional. Había que hacer un reacomodamiento muy fuerte, económico. Porque se debían cinco meses de sueldo, no se podían utilizar los servicios y la verdad que eso lo desgastó mucho física y psíquicamente. Se presentó en el segundo mandato ya pensando que no tenía una sustitución en ese momento, un sucesor, para ganar las elecciones en lo que él pensaba que era, después de tanto esfuerzo, regalarle a otra coalición. Y Néstor ahí deja que todas las listas del peronismo puedan jugar. Es una elección muy reñida, él es candidato, y se queda dos años. Después me dice: ya estás preparado para para continuar. Y me quedo yo a partir del 28 de octubre de 2009. —Cuando Rossi es electo, se

produce una pelea entre Néstor Kirchner y Duhalde. Y Rossi apoya a Duhalde y no a Néstor Kirchner…

—No, eso es en 2005. Él es electo en 2003 y en el año 2005 sí, es Cristina contra Chiche Duhalde y él juega con Chiche. Gana Cristina, por supuesto, 42% a 22%.

—Vamos para atrás, cuando yo te preguntaba el tema familiar, ¿tus primeros hijos son con la hija o la sobrina de Hugo Toledo?

—Hija. Los dos primeros.

—O sea que dos de tus hijos serían hijos de un intendente y nietos de otro intendente.

—Exactamente, así es.

—Quien fue tu primer maestro y conductor era Hugo Toledo, contanos un poco.

—Yo comencé en el centro de estudiantes a militar, a los 15 años, y después, cuando me puse de novio con mi primera pareja, yo ya militaba en Lomas de Zamora después del centro de estudiantes, en el centro doctrinario, que el referente, el conductor en ese momento… No sé si te acordás, existía la Liga Federal y el Lipebo. Al Lipebo lo representaba en la provincia de Buenos Aires Osvaldo Mércuri y a la Liga Federal, Alberto Pierri y Hugo Toledo. Y yo pertenecía al espacio de Hugo Toledo en la Juventud Peronista de ese entonces. Una muy linda etapa, aprendí mucho.

—Mércuri pierde las elecciones con Rossi. Y la madre de tus hijos, tu primera mujer, Liliana Toledo, era la hija de Hugo Toledo. ¿Ahí vos empezás a militar directamente en la municipalidad?

—No, yo nunca trabajé en la municipalidad. Aparecí en la municipalidad en el año 2003, con Rossi.

—Vi una foto de casamiento donde Menem brindaba con vos y la novia.

—Yo estaba en la privada.

—Estabas irreconocible: con cabello largo, rubio, hasta pasados los hombros.

—Sí, sí, ese largo se usaba en ese entonces.

—No, lo tenías más largo de lo que se usaba.

—Más que lo normal, sí. Me gustaba el pelo largo, rubio. Era una etapa. Yo estaba en la actividad privada. Estuve en la actividad privada hasta los 26, 27 años. Me casé en 1993, a los 22 años, yo soy de 1970, pero todavía no había cumplido los 23, porque me casé antes de mayo.

—¿Cuándo entraste en la actividad pública?

—En la actividad pública entré en Vialidad de la provincia Buenos Aires, en el año 96.

—Con Duhalde.

—Con Duhalde gobernador. Después fui al Ministerio de Obras Públicas.

—Vi un acto público donde Duhalde te agarra la cabeza y te abraza. ¿Hiciste un acto con todos los intendentes de Lomas de Zamora?

—Yo asumo como presidente del PJ de Lomas de Zamora, que para mí era un lugar honorífico que me habían dado los militantes y afiliados del Partido Justicialista, por haber militado toda la vida en Lomas de Zamora. Y a mí me pareció que el mejor reconocimiento era para toda la generación del 83, de la vuelta a la democracia, en la actualidad –que yo soy el presidente del partido– a todos los presidentes del PJ. Y en eso estaban todos los presidentes del PJ, que eran Duhalde, Toledo, Rossi, (Osvaldo) Mércuri y el único fallecido, que era Bruno Tavano, nos acompañó la hija Cecilia.

—Del PJ de Lomas de Zamora que al mismo tiempo fueron intendentes, excepto Mércuri, ¿no?

—Mércuri no, no fue intendente pero fue presidente del PJ, un período fue Tavano y otro período fue Osvaldo Mércuri.

—A qué atribuís aquí la relevancia de los dirigentes de Lomas dentro de la política provincial, Duhalde gobernador, vicepresidente y presidente, vos primer candidato bonaerese en las elecciones de medio término en 2013, cuando surge Massa, y ahora jefe de Gabinete. ¿Qué tiene de singular la tradición política de Lomas de Zamora?

—Primero, es una escuela de estos dirigentes de los que venimos hablando. Dirigentes con los que uno se formó, de mucha militancia, de mucha formación política. Unos cuadros políticos muy importantes y, aparte, en una ciudad que, más allá de la historia, es compleja para gobernar. Que tiene todos los condimentos para poder trabajar y desarrollarse en la actividad que nos gusta, de servidores públicos y, me parece, que también influye la cantidad de población, después de La Matanza sigue Lomas.

—Y distintos niveles socioeconómicos.

—Todos los niveles socioeconómicos.

—Y la segunda mayor universidad del Conurbano.

—Más de 60 mil alumnos tiene la Universidad de Lomas de Zamora.

—A vos te tocó encabezar la lista contra Sergio Massa, cuando surge el Frente Renovador en 2013. Pero al mismo tiempo escuché por ahí que vos también tenías buena relación con Sergio Massa.

—Sí, y la sigo teniendo, siempre. Nos conocimos desde jóvenes militando, él en su espacio. Nos conocimos fuerte en el año 99, cuando Duhalde era candidato a presidente y Palito Ortega era candidato a vicepresidente, allá en Corrientes, donde estaba el comando de campaña. Y ahí comenzamos a tener una relación. Fluida, política. Después comenzamos a tener una relación más amistosa y después, cuando yo me casé con mi actual mujer, comenzamos a tener una relación familiar. Cuando íbamos de vacaciones a la costa o nos encontrábamos un fin de semana, o mi mujer trabajaba el fin de semana, íbamos a lo de Sergio, hace muy buenos asados, entonces íbamos a comer.

—¿Cómo se comprende esa diversidad del peronismo: Menem, Duhalde, Massa, el kirchnerismo, La Cámpora, Máximo Kirchner? Desde afuera puede parecer excesivamente ecléctica. En tu casamiento, estaba Menem, Duhalde es tu padrino político, después Toledo y Rossi al mismo tiempo, tu amistad con Massa. ¿Qué hay que los une en la diversidad?

—Yo creo que el peronismo siempre fue frentista, de tener miradas que no son opuestas, son totalmente complementarias. Creo que lo sugerente es que a veces las circunstancias hacen que nos acerquemos o nos alejemos más, pero siempre el peronismo pelea por consolidar un Estado de derecho democrático que comience a trabajar por los más humildes. Que la primera obsesión de un dirigente político peronista es empezar por los últimos. Convertir, como ordenador social, el trabajo, la generación de empleo. Perón generó en su cabeza que los hijos de los trabajadores tenían que ir a la universidad. La derecha le explica al revés a la sociedad diciéndole que el peronismo quiere incultos para que lo voten, cuando la historia del peronismo es generar universidades. Hasta en la elección anterior se discutía si había que hacer o no universidades. Cristina hizo nueve universidades, siete de esas en el Conurbano; o sea, si nuestro pensamiento fuera que nos voten quienes no tienen que estudiar, no hubiésemos abierto la cantidad de universidades que abrimos en toda la Argentina, ni hecho la inversión en educación pública. Siempre el peronismo, en la educación, en la inversión en educación pública, fue subiendo los puntos en el PBI, hasta llegar al 6%.

—Después del colegio secundario, ¿qué estudiaste?

—Empecé a estudiar en la Universidad de Lomas de Zamora, contador público, y por los avatares de que me casé tempranamente, dejé. Abandoné en tercer año. Ya estaba en la actividad pública. Tenía un lubricentro, lavaderos de autos, después tuve una constructora, siempre en la actividad privada.

—Un impulso emprendedor, y por eso estudiaste contador. ¿Tu papá y tu mamá a qué se dedicaban?

—Los dos eran docentes. Mi mamá de primaria, mi papá de primaria y secundaria. Mi papá estuvo en escuela de curas, el Euskal Echea.

—¿Peronistas?

—Mi mamá, mi papá no. Cuando hoy hablan de la rivalidad, de la discusión, mi papá era –si pudiéramos decir– más antiperonista.

—Él más gorila.

—Y era esa discusión. Cuando uno era chico, mamá era casi evitista, hija de ferroviario, pero con un amor por la educación… Cuando asumí en Lomas de Zamora, yo sabía que había muchas cosas por resolver, como sigue habiendo, pero mi única obsesión era acercarme a la educación, era entender el vínculo del docente con los alumnos, porque yo había vivido allí toda la vida. El día que faltaba a la escuela porque me sentía mal, o porque me despertaba tarde, recuerdo que, no sé por qué, pero terminaba en la escuela 29, donde mi mamá en el contraturno era docente. Digo: falté a la escuela y después estaba a la tarde en otra escuela. Entendí el amor del que elige la vocación de educar a las generaciones subsiguientes, ahí había que trabajar mucho, y esa fue una obsesión y una revolución en la educación que hicimos en Lomas de Zamora.

—Marcábamos recién ese momento en que hubo una diferencia entre Duhalde y Néstor Kirchner, y Rossi estaba con Chiche, y supongo que Toledo también, aunque no era candidato.

—Era un grupo muy homogéneo.

—Cuando vos competiste con Sergio Massa, la madre de tus primeros hijos, Liliana Toledo, había dicho que siempre fue peronista, pero nunca kirchnerista, y por eso votó a Massa. ¿Hay una diferencia entre el kirchnerismo y el peronismo?

—Tengo dos hijos en común, voy a pasar esa respuesta.

—Chiche Duhalde, entrevistada de la semana pasada, dijo que La Cámpora quiere cooptar al peronismo y que Máximo Kirchner no podía ser presidente del PJ bonaerense porque ni siquiera tiene la cantidad de años de domicilio en la Provincia. ¿Hay una diferencia entre La Cámpora y el peronismo?

—No, creo que es muy complementario, creo que es muy enriquecedor, a ver, vamos por partes. Creo que la agrupación La Cámpora, que en muchos casos fue denostada o malinterpretada, va formado cuadros políticos inmensos como no tantas agrupaciones de estos últimos años. Ha formado dirigentes que no solo han llegado a grandes cargos, sino que están preparados. Digo, llámese ministro del Interior Wado de Pedro, Máximo Kirchner siendo presidente de bloque hasta hace unos días. Mi compañera Daniela Vilar, que hoy es ministra en la Provincia en Medio Ambiente; Mayra Mendoza, Cabandié, muchísimos dirigentes. Fernanda Raverta, que hoy dirige la Anses, todos en cargos relevantes del Estado, que fueron preparados. Lo que pasa que es más fácil, no sé cuando éramos jóvenes en la Juventud Peronista también, era casi generacional.

—¿Es un tema generacional?

—Es generacional. Y yo creo, con todo respeto que le tengo a Chiche, y cariño, principalmente cariño, porque yo tengo una admiración por Eduardo, por su marido, más allá de que fui formado ahí y conociendo Lomas de Zamora, se hizo cargo de Argentina en un momento muy difícil… Creo que a veces en política hay que separar las cuestiones personales, el dolor por perder una elección no te tiene que quitar la visión del país y del futuro. A partir del año 2005 a mí me tocó perder, yo jugué en esa lista, pero había que entender hacia dónde la Argentina tiene que buscar un común denominador. Se gana o se pierde, la elección no se juega para ganar, se juega para competir, se gana o se pierde. Se acepta esa derrota y se empieza a construir. Y me parece que desde ese año no se pudo consolidar.

—¿Ser más joven te permitió ser más flexible?

—Pero a mí también me costó. Ya que en esa generación hay veinte años de diferencia y yo no era de La Cámpora, pero éramos de la Juventud Peronista, los jóvenes de la famosa frase: “Pibe, sos joven, podés esperar”. Entonces es fácil denostar a La Cámpora porque son gente joven que no puede ocupar cargos. Creo que convirtieron desde una agrupación a grandes dirigentes, grandes militantes, con ideales, y por supuesto que hoy Máximo está preparado para ser presidente del PJ, y es lógico que haya sectores que no. Como también cuando antes lo fue Fernando Grey, cuando fue Gustavo Menéndez, Fernado Espinoza, el mismo Ballestrini. Siempre hay un sector del peronismo que cree que no es el indicado. Y quiero recalcar esto de cómo fue electo Máximo Kirchner, fue electo por los mismos dirigentes que eligieron siempre a cada una de las mesas directivas del PJ bonaerense.

—Llevás nueve meses como jefe de Gabinete. Fuiste reelegido varias veces en el segundo distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires, fuiste cabeza de lista de las elecciones de medio término de 2013, lo lógico sería aspirar a ser gobernador. ¿Es una aspiración que esperás se concrete en algún momento cercano o no? ¿O todavía te dicen: “Pibe, vos podés esperar”?

—Ahora no. La verdad es que cuando terminó la elección intermedia de las PASO del año pasado no lo esperaba. Era un sábado a la tarde y el llamado del gobernador para que me sumara a su equipo de trabajo me sorprendió. Por momentos me incomodó, en el sentido de ser inesperado, y me incomodó en el bien pensar. Yo tenía como objetivo terminar el mandato, no tenía previsto integrar el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. En un momento

“La primera obsesión de un dirigente político peronista es empezar por los últimos.”

“Hoy la provincia de Buenos Aires atiende todos los temas, se involucra en todos los temas.”

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