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El líder de La Razón de Vivir dijo que solo quería “salvar pibes”

R.P.

El director de la comunidad terapéutica La Razón de Vivir, donde vivían jóvenes con consumo problemático con las drogas, se declaró inocente. Así fue cómo Néstor “Pipi” Zelaya negó las acusaciones en su contra sobre asociación ilícita, explotación laboral y reducción a la servidumbre en los centros que dirigía en la provincia de Buenos Aires.

Zelaya dijo que “todo lo que hice fue con el objetivo de salvar pibes” en su declaración del jueves pasado ante el fiscal Daniel Ichazo, que lo acusa de liderar una organización ilícita en la que explotaba laboralmente a jóvenes internados en las dos comunidades terapéuticas ubicadas en las localidades bonaerenses de Berazategui y Florencio Varela.

También contó cómo su padre y su hermano, que tenían distintas adicciones, pasaron por diferentes instituciones hasta que encontraron una de puerta abiertas que le inculcaba valores, y que esta situación fue la que lo llevó a organizar estas “quintas de recuperación”.

El acusado dijo que los centros no contaban con habilitación aunque “la habían tramitado” y afirmó que todos trabajaban “ad honorem”, con algunos exadictos recuperados y profesionales que aportaron su colaboración. También, reconoció que no había médicos en el centro, “lo manejamos entre nosotros, no había un responsable médico. El grupo lo integraba yo, el director de cada institución, el psicólogo y el encargado de coordinarlos”.

“Nosotros trabajamos para que los pibes dejen las adicciones y recuperen los valores, principios y que tengan un proyecto de vida”, explicó Zelaya, según informó Télam.

Con respecto al exintegrante de Videomach, que había sido uno de los 17 detenidos y luego fue excarcelado, lo describió como un miembro de su familia y relató que lo había contactado por redes sociales para que diera charlas motivacionales. “Yo arreglé con él que venga los martes, le pagaba unos 10 mil pesos”, dijo Zelaya y luego aclaró que lo que se cobraba como inscripción “a veces se repartía entre el operador y quien lo acercaba a la comunidad”. Ya que Medina había contado en su indagatoria que recibía 2.500 pesos por “derivar pacientes”.

Zelaya aclaró que Teto Medina no tenía ninguna relación de dependencia laboral con él. “Yo lo tomo como una persona de mi familia, él venía a dar charlas motivacionales”, contó.

Por otro lado apuntó contra el sacerdote que realizó la denuncia, a la que luego se sumaron los testimonios de una decena de presuntas víctimas.

“El padre Quique tiene una quinta que se llama Saber que se Puede, donde están todos los pibes que me están denunciando”, concluyó el acusado.

Por su parte, Marcelo Biondi, el letrado de Zelaya, dijo a la agencia Télam: “No hay asociación ilícita, ni servidumbre, ni trabajo forzoso, ni abandono de persona cuando encima tienen seguro medico de emergencias y de vida para todos los internados. La daremos vuelta la causa con la verdad y esperemos que los resortes judiciales funcionen con legalidad”.

“A Teto Medina lo tomo como a un miembro de mi familia; él daba charlas.”

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2022-10-01T07:00:00.0000000Z

2022-10-01T07:00:00.0000000Z

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