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Streaming popular. Dos de cada tres argentinos están suscriptos al menos a una de las plataformas online.

ENRIQUE GARABETYAN

Entre millenials y centennials, el 75% reconoce que comparte sus claves

Una consultora de marketing acaba de completar un estudio que detalla cómo evoluciona el mundo del streaming entre los consumidores de Argentina. Sus conclusiones reflejan que los niveles de penetración de estos servicios son muy elevados. Entre los países de la región, solo Brasil iguala o supera los altos índices de aceptación argentinos. Otro dato es que el consumidor suele contratar varias plataformas en simultáneo. De hecho, hoy el suscriptor medio se vincula con casi tres opciones. El “top 3” de redes elegidas se ordena con Netflix, Disney+ y Spotify.

La cifra es altísima y un ejemplo contundente de cómo se consolidó en Argentina una tendencia cultural relativamente reciente: una encuesta realizada por la consultora especializada Carrier y Asociados encontró que el 93% de los usuarios argentinos de internet consume contenido audiovisual a través del streaming. Según este trabajo, Netflix sigue siendo el más “popular”, mencionado por el 84% de los usuarios.

Pero esa investigación no está sola. Otro “paper” de consumo que acaba de presentarse apunta en la misma dirección y profundiza algunos datos: tras analizar las costumbres cotidianas de un millar de argentinos de todo el país, en una muestra representativa de geografías y clases sociales, “se vio que hoy la penetración del streaming es muy elevada: dos de cada tres argentinos ya están suscriptos a algún servicio de este tipo y esa masividad llama la atención”, le contó a PERFIL Sebastián Corzo, director de Marketing de la consultora Kantar división Insights. Y detalló: “Además, si bien el 67% afirma estar suscripto a alguna, esto se acentúa si se ‘abre’ por edad, ya que entre los menores de 35 años el porcentaje de suscriptores crece hasta el 80%”.

Según este experto, es una cifra muy alta, incluso si se la compara con otros indicadores masivos de consumo mediático: supera a la radio y ya se acerca a las cifras de alcance de la televisión abierta que, con toda su trayectoria y gratuidad, tiene una penetración cercana al 90%. El consumo argentino de streaming también está por encima de lo que ocurre en la mayor parte de los países de la región, donde solo Brasil iguala o supera los altos índices de aceptación argentinos.

Otro detalle importante que destaca Corzo en su análisis de tendencias es que cuanto más jóvenes son los usuarios, mayor es la cantidad de plataformas a la que están suscriptos. “Si miramos a cuántas empresas siguen los argentinos en promedio nos da 2,8: o sea que tienen acceso regular a “casi” tres servicios. Pero, otra vez, cuando la edad del consumidor es menor a los 35 años, el promedio se eleva y alcanza las 3,2 suscripciones por cápita”.

La menor edad también está asociada a otro fenómeno: cuanto más jóvenes los usuarios, más proclives son a compartir su nombre y su clave de acceso. “Al preguntar por este tema, en general, el 54% de los usuarios contó que compartía sus claves. Pero cuando abrimos este indicador por edad, comienza a subir, y entre millenials y centennials, el 75% afirma compartir sus claves, lo que es un tema complejo para las plataformas en materia de fidelidad de clientes.

Satisfacción. La encuesta tuvo otro hallazgo original local en el consumo. “Al preguntar por los niveles de satisfacción con los servicios de streaming, nos encontramos con que –en general– los usuarios están satisfechos. Tradicionalmente, ese dato era un reaseguro para las compañías de que sus clientes serían ‘fieles’ y permanecerían como tales a lo largo del tiempo”, dijo el experto en consumo. Sin embargo, en este tema particular las reglas del marketing parecen no seguir las de otros rubros de consumo masivo: “El 95% de la gente dijo estar muy satisfecha con los contenidos de sus plataformas. Pero, a pesar de esa cifra, el 47% de los consultados –prácticamente la mitad– afirmó estar dispuesto a cambiar sus suscripciones

en los próximos seis meses. “Es una alta volatilidad y tiene que ver con que la gente entra y sale de los servicios a veces por alguna serie en particular. Obviamente, también tiene que ver en este punto el costo de la suscripción”.

Como todos saben, la pasada pandemia hizo que más gente estuviera mucho más tiempo frente a las pantallas consumiendo contenidos y redes sociales. Pero ahora que lentamente se retoma la “normalidad”, lo que percibimos es que el consumo online está bajando gradualmente, pero el “piso” quedó más elevado. “Ya no parece que se pueda volver globalmente a niveles anteriores. Y hay un dato interesante: cuando se pregunta a las personas dónde van a bajar sus gastos para enfrentar la inflación, el “entretenimiento online” es uno de los tres rubros en los que la gente elige no reducir sus consumos, junto con educación y alimentación”, concluyó. ■

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2022-12-03T08:00:00.0000000Z

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