La misión sentida de un padre y de un hijo

Padre e hijo, Shlomo y Tomer Slutzky, se unen en el documental Nuestra bronca, donde e muestra la cruzada que ha implicado denunciar a Aníbal Gauto, un ex agente civil de inteligencia del Ejército con una presencia temible durante la dictadura. Juntos recorren, hacen preguntas, van a la Casa Rosada, e incluso llegan a llamar por teléfono al mismo Gauto. Shlomo, periodista, corresponsal y realizador documental de vasta experiencia, habló con PERFIL: “Desde el momento que me enteré de la presencia en Israel de Aníbal Teodoro Gauto, un ex agente civil de Inteligencia Militar sospechoso de crímenes de Lesa Humanidad y entre ellos el secuestro, tortura y asesinato de Samuel Slutzky, un primo hermano de mi padre, mi vida cambió. Ya no era la solidaridad lejana la lucha por los DDHH en un país conquistado por el terrorismo de Estado, sino el destino que me tocó el trasero poniéndome a Gauto a apenas 100 Kms, como diciéndome: ‘Gauto es tu responsabilidad personal’”. Y suma: “A partir de ese momento, golpeé todas las puertas posibles, tanto en Argentina como en Israel, que está reflejado en parte

Nuestra bronca. Lo hice al comienzo en silencio táctico y en reuniones reservadas con autoridades, pero después de finalizado el Juicio de “La Cacha”, el 24/10/2014, cuando colegas de Gauto fueron condenados a 15 y 20 años de prisión mientras él vivía tranquilamente en Israel a pesar del status de “Buscado” por INTERPOL y la Justicia argentina, la batalla por la extradición pasa a ser pública”.

—¿Qué pasó cuando esa búsqueda por la extredicción de Gauto siguió avanzando?

—Tras años de batalla “bien educada”, y cuando con mi hijo Tomer que me acompañaba percibimos que estábamos siendo “bicicleteados”, tanto en Israel como, en parte, en Argentina, cuando descubrimos que había intereses más allá de la entrada de un “ilegal” a Israel y que sus raíces podrían buscarse en las relaciones entre Argentina e Israel en los setenta, decidimos hacer Nuestra bronca. Y hacerlo para que si la justicia no se logra, logremos que la injusticia quede a luz y cada espectador con las preguntas y reclamos con las que salga después de ver el documental.

—¿Cómo llegaron a la decisión de que Tomer cuente desde su primera persona?

— Su “enrolamiento” a favor del proyecto fue decisiva en momentos en los aún no habíamos recibido ninguna ayuda institucional o privada para pagar días de filmación, edición de trailers y demás. Estaba ya claro que Tomer era parte de la película, pero una circunstancia que los espectadores de “Nuestra BRONCA” podrán descubrir, fue lo que le hizo entender a Tomer y a mí, que Tomer no trabaja para la película, sino que es suya como mía, pasando a ser co-realizador junto a mí.