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PROYECTOS PASADOS Y FUTUROS

A.M.

—El personaje en esta película implica matices, complejidades, transformaciones. ¿Qué otros de tu carrera podrías asociar?

—Mi personaje en Gato negro, la película de Gastón Gallo, implicaba contar más de 35 años de una persona, desde que sale de la miseria absoluta en los cañaverales de Tucumán hasta que va a la conquista del mundo. En tele, fue una bisagra, en El elegido, David Nevares Sosa, un abogado que representaba todos los pecados; ambiguo, bisexual, con una historia terrible con la madre y un odio impresionante hacia el padre; pasaba de la violencia a la ternura constantemente. Y la última película que estrené, Desarmadero, ahora en el Gaumont y ganadora de cuatro festivales internacionales, también se mete en el género del terror, a través de un personaje que padece temas psiquiátricos, algo que estudié cuando dirigí a Leonor Manso en 4:48 Psicosis.

—En febrero, también estrenás Elsa Tiro, de Gonzalo Demaría, con Alejandra Radano y Josefina Scaglione, en el Teatro Regio. ¿En qué consiste el proyecto?

—El año pasado dirigí El ardor y ahora nuevamente estoy enfocadísimo en la dirección. La obra parte de que Eugene O’neill, gran dramaturgo norteamericano, vivió en la zona del puerto de Buenos Aires, en 1910, rodeado por prostitutas y marineros. En la obra de Demaría, la mujer de O’neill cree que la primera pieza que él escribió coincide con la primera película porno filmada, que se hizo en Buenos Aires en ese año. O sea, el tipo que recibió un Nobel, con todo el prestigio, tiene un pasado con el porno y con la Argentina.

NOTA DE TAPA

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2023-02-04T08:00:00.0000000Z

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