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Villa fue condenado por violencia de género y no jugaría más en Boca

NADIA GALÁN

El delantero de Boca Juniors fue sentenciado a dos años y un mes de prisión por “lesiones leves y amenazas” contra su expareja Daniela Cortés. La joven había denunciado que el 27 de abril de 2020 había sido golpeada por el futbolista colombiano e hizo público su relato en las redes sociales. La jueza Claudia Dávalos dio por acreditado ayer los hechos y destacó que no fue el único episodio de violencia que sufrió la chica en manos del jugador. Ahora su defensa puede apelar. Un año después, Villa fue acusado de haber abusado sexualmente de otra mujer en otro country de Canning.

“Nunca le haría daño a Daniela”. “Era ella la que me agredía”. “Iba tapado a los entrenanientos para que mis compañeros no vieran los arañazos”. “En la cancha me gritan cosas que no soy”. Durante el juicio, el jugador de Boca Juniors Sebastián Villa intentó mostrarse como víctima y apuntó contra su entonces pareja. Daniela Cortés lo había denunciado, primero, públicamente, y luego ante la Justicia por haberla golpeado. Ella se mostró con sangre en la boca, y narró llorando narró lo que sufrió en 2020. Ayer la Justicia le dio la razón a la verdadera víctima y condenó al futbolista colombiano a dos años y un mes de prisión por “lesiones leves y amenazas”.

Villa escuchó el veredicto de la jueza Correccional 2 de Lomas de Zamora, Claudia Dávalos, en la sala de audiencia. Estaba junto a su abogado, el representante y un par de amigos. Mientras que Daniela Cortés, no estuvo presente ni de manera presencial ni virtual, ya que en la actualidad vive en Colombia.

La pena que le impusieron al futbolista es solo dos meses menor a lo que había solicitado el fiscal de juicio, Sergio Anauati. Pero el jugador no irá a prisión porque la condena es de cumplimiento condicional, al ser inferior a los tres años.

Aunque deberá cumplir una serie de requisitos durante el tiempo que dure la pena. Entre ellos le impusieron que fije un domicilio, se presente cada dos meses ante el Patronato de Liberados y que realice un taller para tratar “su problemática”. Además, tiene prohibido acercarse o contactarse con la víctima o su familia y consumir drogas y alcohol en exceso.

Tras la condena, la otra resolución vendrá del lado de Boca. Se cree que el jueves fue el último partido que jugó con la camiseta del “xeneize”, porque trascendió que no volvería a ser “convocado en partidos oficiales”, aunque aún no hay un comunicado oficial del club. En ese mismo encuentro, el plantel realizó la foto inicial con un banner que decía “Ni una menos” ya que hoy se cumplen ocho años de que nació esa consigna tras el femicidio de Chiara Páez (14). Villa estaba en el centro de esa foto protocolar.

Durante estos ocho años se contabilizaron 2.554 víctimas de femicidio y femicidio vinculados, según informó la asociación La Casa del Encuentro.

Éste es el primer debate que lo tiene a Villa sentado en el banquillo de los acusados. Pero no es el único. El delantero está a la espera de que se defina si otra causa en la que lo acusan por abuso sexual es elevada a juicio.

Según esta segunda denuncia, en junio de 2021 abusó sexualmente de su entonces pareja en una casa del country de Canning.

En esta causa, el 12 de mayo pasado, la fiscal Vanesa González, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 descentralizada de Esteban Echeverría, solicitó su elevación a juicio, por lo que el Juzgado de Garantías interviniente notificó a la defensa y ésta apeló.

Los hechos. “Lo que tengo para decir es que nunca le haría daño a Daniela ni a su familia. Soy inocente. Soy una excelente persona, un buen hijo, un buen hermano. Soy inocente, creo en Dios y creo que todo va a salir bien, de la mejor manera”, había dicho durante el juicio al momento de declarar.

También como defensa había aportado un video que había filmado él y decía que ella lo quería agredir. Lo que en las imágenes no se apreciaba.

Villa sostuvo que su expareja lo golpeó durante la relación. “Me agarró las camisetas, me arañaba, yo usaba camisetas de manga larga para que mis compañeros no vean que me golpeaban en mi casa”, había dicho.

Pero la jueza no dio lugar a esta versión que intentó instalar Villa y en su resolución explicó que “sus palabras irradian una clara intención de colocarse en una más favorable situación procesal”, ya que las mismas presentan “contradicciones con la prueba” y “carecen de acreditación”.

En el debate se ventilaron los hechos ocurridos el 27 de abril del 2020 en la casa que compartían Villa y su ex en el

barrio privado Saint Thomas, de la localidad bonaerense de Canning. La joven calificó al futbolista como “un maltratador, tanto en lo físico como en lo psicológico”.

Y la jueza dio por acreditados los hechos denunciados por la víctima y sostuvo que: “mediando violencia de género, ante una relación desigual de poder, aquél (Villa) le propinó un golpe de puño en la frente (a Cortés) con el anillo que entonces portaba, para posteriormente tomarla del brazo y del cabello arrojándola al suelo y propinarle golpes de puños y patadas, en piernas, abdomen, muslos y caderas”.

“A las claras, el encausado, aprovechando la situación desigual de poder y en el marco de una relación altamente conflictiva de acuerdo con lo manifestado por los testigos allegados a la pareja, en primer lugar amenazó coactivamente a la víctima a irse de su domicilio para posteriormente causarle lesiones certificadas como leves, menoscabando su libertad, dignidad, integridad física y biológica, en un ambiente de violencia de género que venía soportando Cortés Meneses”, agregó la jueza en su resolución según publicó Télam.

También destacó que Cortés estaba aislada, alejada de su familia colombiana, en medio del aislamiento por el coronavirus y que la agresión que sufrió ese día no fue la primera en manos de Villa. ■

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