Juan Minujín

Tras el final de El Marginal, el actor protagoniza el filme de Netflix La ira de Dios, donde encarna a un periodista alcohólico. Para esa misma plataforma terminó de grabar la película Matrimillas, junto a Luisana Lopilato, y va a hacer de Guillermo Coppola en su biopic. Sus inicios y la historia de amor con su mujer, Laura

Si a Juan Minujín (47) le contaban algunos años atrás que iba a trabajar en televisión y en plataformas digitales, tanto en películas como en series, no lo hubiese creído. Hoy, tras el final de El Marginal, el actor protagoniza el filme de Netflix La ira de Dios, en donde encarna a un periodista alcohólico. Para la plataforma roja también grabó el largometraje Matrimillas, que terminó de rodar recientemente junto a Luisana Lopilato. Como si fuera poco, fue elegido por Star+ para encarnar a Guillermo Coppola en su biopic, aunque aún falta para que definan el resto del elenco.

A sus 15 años fue que surgió el interés por la actuación y, por la dictadura militar, pasó gran parte de su adolescencia en Inglaterra, país donde se exilió junto a su familia. Allí comenzó a trabajar como estatua viviente para subsistir. Sobre ese punto, recuerda y opina: “Yo me crié en Inglaterra y después en México, y algo de eso me dio la perspectiva de que el mundo no se acababa en la Argentina, sino que había otras maneras de hacer y de ver la profesión. Y después el trabajo en la calle siempre te da una mirada distinta, sobre todo hacia lo hostil, lo difícil y lo no regulado”.

En esa línea, agradece a sus padres por haberlo dejado seguir su camino: “Mi primer día como estatua gané 40 libras en una hora, que era mucha plata. Fue un inicio hermoso. Era lindo verlos a mi papá, que es matemático,

y a mi mamá, socióloga, apoyándome aunque no tuvieran nada que ver con el mundo del espectáculo”.

Pero más allá de su gran momento laboral, Minujín también es exitoso en el amor. El actor lleva casado más de 20 años con Laura, quien es psicóloga. Pero hubo ocho años de amistad antes de que dieran el gran paso de convertirse en novios. Afortunadamente, ganó el amor y juntos tuvieron dos hijas: Amanda, de 15 años, y Carmela, de 12.

Uno de los hobbies favoritos de los Minujín es viajar y tienen como premisa nunca repetir destino. “Me gusta disfrutar de mi tiempo libre en casa, con mis hijas, mi mujer. Nos llevamos bien, nos divertimos”, dice Juan sobre la convivencia con sus grandes amores. “Somos una muy buena dupla. Aprendimos a encontrar un equilibrio entre lo laboral y lo familiar”, cierra destacando a su esposa.