Bo Derek

Con 65 años, la actriz asistió a una gala que se llevó a cabo en el American Film Institute y volvió a arrancar suspiros como aquella joven que corría por la playa con sus trenzas al viento. Su vida en una lujosa casa en Santa Mónica, el casamiento secreto en 2020 con John Corbett y su designación como embajadora de turismo de Ecuador

Hasta 1979, Mary Cathleen Collins, tal es el nombre real de Bo Derek, era una más de las tantas actrices que buscaban conquistar Hollywood. Pero ese año todo cambió cuando filmó la película La chica 10. En el filme de Blake Edwards, la joven corría en cámara lenta por la orilla de una playa de Acapulco con un traje de baño escotado que se fundía en el dorado de su piel californiana. Con su belleza sin igual y su pelo rubio repleto de trencitas afro inspiradas en la tribu de los Fulani, la actriz marcó tendencia y era deseada por todos.

Hoy, con 65 años, sigue luciendo igual de radiante y sin haberse hecho ninguna cirugía estética. Así la pudimos ver en la alfombra roja de una gala que se llevó a cabo la semana pasada en el American Film Institute, donde se le entregó una estatuilla a Julie Andrews por su trayectoria. Al evento asistió junto a su marido, el actor John Corbett (61), con quien mantiene una relación desde 2002. Pero el primer amor de Bo fue John Derek, a quien conoció en Grecia cuando ella tenía solo 15 años, él le llevaba 30 y, además, todavía estaba casado con Linda Evans. Sin embargo, se enamoraron y estuvieron casados desde 1976 hasta 1998, año en que falleció el director tras una cirugía cardíaca.

Para ese entonces, comenzó con una seguidilla de fracasos pero decidió refugiarse en el proteccionismo de especies en extinción y en sus caballos, sobre los que llegó a escribir un libro con técnicas de equitación.

Para el año 2002 enamoró a su actual esposo, con quien contrajo matrimonio en secreto en 2020, después de haber convivido durante mucho tiempo en la lujosa casa que tienen en Santa Mónica. “No queríamos que el 2020 se fuera con el sabor amargo de la pandemia, así que decidimos festejar lo que tenemos”, dijo Corbett cuando la prensa descubrió su anillo de compromiso.

Ahora, vive tranquila en su rancho californiano y disfruta de apoyar diferentes causas medioambientales. De hecho, pertenece a la Fundación para la Conservación de las Galápagos. Por su dedicación con la causa, la actriz fue nombrada el año pasado como embajadora turística de Ecuador, país al que pertenecen las islas.