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Novedades del ’70.

Un breve pantallazo a las armas de puño, extranjeras y nacionales, que marcaron hitos importantes cuando Weekend recién aparecía.

Por Pablo Crespo.

Luego de tantos años de escribir sobre armas de fuego, estudiar sus desarrollos, probar e historiar algunas veces sobre sus orígenes, me puse a indagar qué sucedía en el mercado internacional y en el local cuando nació Weekend. Tal vez la novedad que rompió con los estándares de ese momento fue la VP 70 de Heckler & Koch. Un arma que combinó una serie de características de diseño que fueron innovadoras o al menos muy inusuales para su época. Por ejemplo, fue la primera en utilizar un armazón de polímero, adelantándose 12 años a la Glock 17. Con 820 gramos descargada, era más liviana que la mayoría de las pistolas con armazón de metal de la época. Utilizaba un cargador de doble hilera con capacidad para 18 cartuchos 9x19 mm, algo impensado para ese momento. Al igual que en la

Mauser C96, tenía un culatín diseñado pa ra usa rse como funda cuando no estaba montado en el arma. En su versión militar, ésta combinación del VP70 incluía una característica única: con el culatín colocado, un selector de disparo instalado en él permitía cambiar a un modo de ráfaga de tres tiros.

En la misma época, en los Estados Unidos de América, aparecía la primera “wondernines” (que se puede interpretar como “maravillosas nueves”) fabricada en ese país: la Smith & Wesson Modelo 59, que compitió por la preferencia de los usuarios con la Beretta 92 y la CZ 75. El térm in o“wondernines” se utilizó en su momento para denominar a las pistolas calibre 9x19 de simple/ doble acción con cargadores de alta capacidad, que tuvieron una gran difusión durante la segunda mitad del Siglo XX.

En nuestro país, una creciente industria nacional con Bersa a la cabeza, presentó también por esos años su primer modelo desarrollado para ser comercializado en el extranjero, convirtiéndose así en la primera empresa en exportar un arma creada con ese fin. Efectivamente, la Bersa Lusber calibre 7,65 mm (.32 Auto) nació para ser exportada, debido a las dificultades legales –de ese entonces– en la Argentina para adquirir una pistola semiautomática de calibre superior al .22 LR. También desde la fábrica de Ramos Mejía salía la que sería la única pistola nacional de doble acción solamente (DAO): la Bersa Piccola .22 Corto. Un sistema que no fue aceptado por el público local, tal vez por desconocimiento, lo que atentó contra su comercialización. Las bajas ventas hicieron que fuera relanzada, pero en esta oportunidad en simple acción.

Fue también hace cincuenta años que Fabricaciones Mili

tares comenzó a producir en su planta de Rosario la High Power 35, bajo licencia y control de calidad de FN de Herstal (Bélgica). Uno de los más significativos hitos de la industria nacional, conjuntamente con la Sistema Colt Modelo 1927, que lamentablemente fuera discontinuada en 1966.

Con las vidrieras de las armerías locales atestadas de armas de fabr icación naciona l, un actualmente desaparecido Establecimientos Venturini S.A.

–que ya había captado la atención de los usuarios con sus armas de la marca Rubí– presentó la versión en calibre .357 Magnum del Bisonte, un revólver estilo Single Actión Army, que fue diseñado para ser comercializado en los Estados Unidos mientras la versión en calibre .22 LR fue muy bien recibida por los usuarios locales. Estas y algunas otras armas –tanto nacionales como extranjeras– son parte de las novedades que hace 50 años nos sorprendían gratamente.

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2021-09-30T07:00:00.0000000Z

2021-09-30T07:00:00.0000000Z

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