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Ahí está la bocha.

Qué secretos encierra esa pieza ubicada en la parte más baja de nuestro vehículo. Parece ruda y tosca, muchos se olvidan de darle mantenimiento y desconocen su función.

Por Marcelo Lusianzoff.

Qué encierra esa bocha de hierro que parece colgar de los bajos de nuestro vehículo? Veamos... En el momento de tomar una curva, la rueda que va por el interior de la trayectoria recorre una circunferencia de menor diámetro que la del exterior. Si ambas ruedas estuviesen unidas por un mismo eje y girasen solidarias (es decir, las dos al mismo tiempo, como en un auto de juguete), no podrían describir una circunferencia sin arrastrar una de ellas.

Dicho esto, ¿cómo se consigue que la rueda del exterior dé más vueltas que la del interior de la curva o viceversa? Sí, adivinó: con el diferencial.

El diferencial recibe –a través del cardán (en los vehículos 4x4 y en los de tracción trasera)– el movimiento de giro y la fuerza erogada desde el motor a través de la caja de marchas. Este movimiento de giro es sobre un eje longitudinal con respecto al vehículo (de adelante hacía atrás) y se deriva hacia un movimiento transversal al eje del rodado.

Para esto bastaría un piñón y una corona, pero ambas ruedas girarían a la vez. Por lo tanto, la segunda función del diferencial es compensar justamente esa diferencia de giro. ¿Cómo lo hace? Por medio de piñones satélite. Si la camioneta transita en línea recta, los satélites giran sobre sí mismos. Pero al doblar, una rueda lo hará más rápido que la otra, y ahí entran en acción los piñones. En el mismo sentido, si una de las ruedas queda en el aire, la apoyada en el terreno no girará, solo lo hará la que está libre, lo que complicará el avance por terrenos difíciles.

Bloqueo

Curiosamente, para que esto último no ocurra, una de las modificaciones que se hacen en los vehículos off road es anular esa diferencia de velocidades, lo que se conoce como bloqueo del diferencial. Este bloqueo evita que, si una rueda queda en el aire, siga girando loca sin darle tracción a la apoyada. Debido a la complejidad del tema, analizaremos sus clases y funciones el mes próximo. Ahora avanzaremos con estos temas...

Cómo cuidar el diferencial. Generalmente, pero no siempre, es el punto más bajo y expuesto del vehículo. Si bien su estructura en casi todos los casos es suficientemente fuerte para aguantar golpes de magnitud, no está de más protegerlo. Se lo hace con una chapa a modo de patín que evitará golpes directos y protegerá, también, la tuerca que permite el acceso al lubricante. En casos de uso muy extremo, hay que reforzar con ángulos su conexión a las cañoneras para evitar torceduras debido a las torsiones. En cuanto a los diferenciales delanteros, las prevenciones son idénticas pero difieren en un punto que veremos más adelante. Sí es importante

tener en cuenta que los diferenciales llevan un aceite especial que evita el desgaste de las piezas en rozamiento y disipa el calor. Incluso ésto a veces no basta y por ello en vehículos de competición la parte exterior de la conocida bocha lleva aletas al modo de un cilindro de moto. ¿Qué queremos significar con ésto? Que las protecciones que efectuemos deben permitir la refrigeración. Y que, en el caso de un uso intensivo en off road, será necesario revisar la cantidad y calidad del lubricante con más frecuencia que la indicada en el manual. Más aún si realizamos cruces de ríos o vadeos.

Debido al calentamiento del aceite, la bocha cuenta con un respiradero que permite liberar la presión que se produce en su interior debido a esos cambios de temperatura. Si esos respiraderos no tienen la altura o ubicación adecuada, puede ingresar agua con el consiguiente daño a la capacidad de lubricación. Por ello, si somos de transitar por agua en forma muy asidua, una posible mejora a nuestro vehículo es extender la altura de esos respiraderos.

Pulmón del diferencial

Algunos modelos de fábrica or orientados al 4x4, incluso ya lo ha han tenido en cuenta y llegan con su sus respiraderos a la misma altura que las tomas de aire del filtro de aire principal. Por otro lado, si es esos respiraderos no se mantienen ab abiertos y se tapan –por ejemplo– co con barro, la presión que se genera en el interior de la bocha puede hace cer ceder los retenes, provocando la pérdida de lubricante. Por eso ca cada tanto es necesario llevar adela lante una inspección visual para de detectar fugas en los retenes, las qu que comienzan con una pequeña aureola en sus proximidades.

Si este trabajo lo vamos a realizar nosotros, deberemos colocar el vehículo en un lugar plano para que el liquido esté al nivel correcto. A continuación, sacar el tapón superior y verificar que el nivel de lubricante llegue al borde. En caso de tener que completar, lo haremos con una jeringa de aceite o elemento que permita ejercer algo de presión en el lubricante, que de por sí es casi siempre muy espeso.

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2021-09-30T07:00:00.0000000Z

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