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Amazonas: 15 especies que se logran con mosca.

En la meca del baitcast y el spinning, este tipo de pesca también tiene su lugar. Equipos y técnicas.

Por Alejandro Inzaurraga.

En el Amazonas siempre hay uno más fuerte, más grande, más rápido o más astuto. La supervivencia en lugares con tanta profusión de vida exige especializarse, adaptarse, hacerse valer. Todos cumplen roles de presa y de predador para subsistir en este complejo universo natural. A continuación daremos una serie de consejos para afrontar la pesca con mosca en uno de los rincones más vírgenes del planeta, con al menos 15 especies factibles de capturarse en flycast.

Tucunaré: Cichla sp., la especie más emblemática de la cuenca amazónica con numerosas subespecies. Capturarlo con equipos de mosca de potencias #7 a #8 es una experiencia para no olvidar. Se trata de un pez veloz para atacar, violento y explosivo en la pelea, que llega a efectuar acrobáticos saltos fuera del agua. Ataca moscas que simulan pequeños peces, como deceivers, mojarrones de craft four o poppers, siendo las moscas que despliegan trayectorias discontinuas o erráticas las que más lo excitan. Líneas de flote con protección UV, líderes de nylon o fluorocarbono de 1 a 1,20 my terminado sen un 0,60 están bien para esta especie.

Cachorra: Hydrolycus scomberoides, de notables dotes deportivas y espectacular oposición, puede superar los 10 kg y hasta llegar a los 17 en algunos rincones de la cuenca. Prefieren el agua rápida y bien oxigenada de las correderas. Se trata de un cazador veloz y un acróbata incansable. Elige a su presa, la sigue como un rayo y la embiste por el f lanco clavándole sus largos dientes cazadores para luego engullirla. Por eso, con moscas no demasiado largas es factible clavar bastante bien ya que no falla dentelladas. La contrapartida es que las fauces son

muy óseas, lo que hace marrar clavadas. Tampoco es necesario utilizar líder de acero a pesar de sus dientes cónicos y agudos, ya que el ataque siempre será directo y preciso sobre la mosca. Con un buen fluorocarbono es suficiente. Amaneceres y atardeceres son las horas para capturarlas cerca de la superficie. Con las luces altas del día es más probable ubicarlas a media agua. Esto nos da la pauta del tipo de línea y mosca a usar en cada caso. Los equipos #8 van bien en la mayoría de las situaciones. Las recogidas deben ser rápidas y activas, ya que se trata de un nadador ágil que suele inclinarse por moscas de tonos claros. Las moscas con anzuelo retraído son muy efectivas, también los tándems con una de flote y una lastrada 50 cm por detrás.

Bicuda: Boulengerella maculata, habita tanto aguas profundas como superficiales en áreas de correderas o en las orillas de los ríos, también se la encuentra en bocas de arroyos y en los desagües de las lagunas. Es piscívora y además se alimenta de crustáceos. Ataca con ímpetu, y, una vez que captura un buen bocado, es posible verla saltar entera fuera del agua, impulsada por su aleta caudal como una flecha tratando de que sus congéneres no le roben la presa, esa misma capacidad y agilidad es la que despliega una vez capturada. Da corridas y saltos sucesivos y acrobáticos. Estrímeres grandes, en tonos claros en la parte alta de una corredera con un estripeo, rápido, activo y constante rinde bien con la especie. La boca es grande y bastante dura, hay que clavarla con firmeza. Llega a medir un metro y pesar hasta 6 kg, trofeo notable y muy apreciado por los buenos pescadores. Algunos la califican por delante de la cachorra e, incluso, del tucunaré por su fortaleza, resistencia, velocidad, cambios de dirección y sus muchas virtudes deportivas.

Jacundá: Chrenicichla lenticulata, habita ríos, remansos, lagunas y represas, siempre cerca de estructuras, palos, ramas piedras y demás accidentes. Es carnívoro, come pequeños peces, camarones y otros invertebrados. Se lo encuentra buscando tucunarés, por eso se lo subvalora, ya que un equipo #7 u #8 es demasiado para un pez que llega a 40 cm y a lo sumo un kilo de peso. Vale la pena intentar con un #5 o #6 y aprovechar mejor su poder defensivo. Moscas coloridas medianas que simulen la silueta de alevinos o mojarrones le van muy bien.

Saicanga o Dentusa: Aces

trorrynchus hepsetus, es un carnívoro muy agresivo, activo a primeras horas el día y al atardecer, come pequeños peces pero también insectos terrestres. Ataca siempre en cardumen y vuelve a algún lugar de cobijo. Suele ser de tonalidad plateada con destellos dorados y con dientes caniniformes bien afilados. Llega a los 20 cm y puede alcanzar el medio kilo de peso. Muy aguerrido y peleador para un equipo #4.

Peixe cachorro: Acestrorhynchus pantaneiro, cazador de media hondura, en donde hay aguas rápidas con estructuras como palos y piedras. También en canales y correderas o en la mata inundada y en los lagos. Piscívoro y emboscador. Puede llegar a los 60 o 70 cm y alcanzar los 600 g, como para oponerle un equipo #4.

Matrinchá o Jatuarana: Brycon sp., prefiere los ríos con aguas bien claras y lagunas cercanas a algún curso, siempre anda patrullando cerca de estructuras como ramas sumergidas, donde también encuentra refugio y presas. Es omnívoro, juega a dos puntas, lo que cae de la selva y los pequeños peces de la orilla, incluso de la propia especie. Es de escamas plateadas, tiene dientes fuertes en varias hileras y puede alcanzar los 80 cm y 5 kg. Moscas no demasiado grandes para no errar piques y equipos #6 a #7 son lo apropiado. También vale lanzar con bolillas plásticas que simulen un fruto al caer al agua.

Traíra y Trairón: Hoplias sp. La traíra ( H. malabaricus) es la de menor porte, es amante de las aguas quietas, remansos, sectores sucios con mucha vegetación, donde espera al acecho y embosca inmóvil a sus presas. Es carnívora y ataca a quien entre en su radio de acecho. Tiene alta resistencia a la falta de oxígeno del agua, por eso no hay que descartar charcos someros y lugares muy vegetados para pasear una imitación de ranita, un minnow o un popper. Llega a los 50 cm y 3 kg. Un equipo de #6 a #7 puede ser suficiente.

La conocida como Trairao ( H. Lacerdae) es de porte mucho mayor, habita aguas bajas también, es netamente piscívora y muy voraz, similar a la tararira en todo, pero mucho más grande, pudiendo alcanzar los 20 kg. Van las mismas moscas que para la malabaricus pero con equipos de #8 a #9 y conviene agregar líder de acero.

Piraña Preta: Serrasalmus rhombeus y P. Vermelha ( Pygocentrus nattereri). Prefieren las aguas mansas de lagunas y ria

chos con poca corriente, comen peces e invertebrados y pueden atacar animales terrestres de manera frenética y agresiva. Llegan a alcanzar los 40 cm y pesar hasta 4 kg la preta; la vermelha es de menor porte. Generalmente no se las busca con mosca porque las destrozan, pero en los lugares que hay muchas es interesante poner las moscas arruinadas –de descarte– en un equipo #4 o #5, atadas con un líder de acero, y divertirse con este aguerrido oponente.

Apaiarí o Acará acú: Astronotu s ocellatu s, también conocido como Peixe Oscar, es casi ornamental, con bonita silueta y coloridos ocelos. Habita lagunas aluviales someras. Son omnívoros con fuerte tendencia carnívora. Comen pequeños peces, insectos, crustáceos, frutos y semillas. Llegan de 35 a 40 cm y 1,5 kg. Moscas medianas de colores vivos y equipos #5 a #6 son lo indicado con este pez que por su fortaleza defensiva aparenta ser mayor de lo que es.

Corvina o Pescada: Plagioscion squamosissimus, se trata de un pez que gusta de los pozones y la media agua. Muy franco para tomar y fuerte en la pelea. Se alimenta de otros peces y camarones de río. Llega a los 50 cm y los 4,5 kg. Equipos #7 a #8 con líneas sinking tip o de hundimiento medio con moscas claras trabajadas con un estripeo lento y pausado le van muy bien.

Tambaquí: Colossoma macropomum, pariente mayor de nuestro pacú. Omnívoro con preferencia de semillas, brotes y frutos, pero también come alevinos, insectos, caracoles y otros organismos. Tiene molares fuertes para quebrar frutos duros de la selva. Puede llegar a los 90 cm y 30 kg. Equipos #8 a #10 con líneas de flote, un corto líder terminado en un cable de acero al final y moscas que simulen pequeños alevinos o bolillas de plástico lanzadas hacia la orilla y que produzcan el plop de un fruto al caer al agua dan buen resultado.

Aruaná: Osteolossum bicirhossum, habita lagunas, arroyos y trechos de foresta inundada. Andan cerca de la superficie, ya que cazan en el agua y fuera de ella. Acostumbran a dar saltos de hasta 2 m fuera del agua para atrapar artrópodos, aves, murciélagos, culebras y lagartos. Su boca es grande y su lengua es ósea. Llega a un

metro de largo y puede pesar hasta 5 kg. Un equipo #7 a #8 con línea de flote y moscas de buena silueta y en natación no muy rápida, debajo de copas de árboles ribereños puede desencadenar interesantes ataques.

Cachara: Pseudoplatystoma fasciatum, cachara o surubí atigrado, además de otra especie similar: el capararí ( Pseudoplatystoma tigrinum) abunda en la cuenca amazónica. Prefiere aguas profundas y no muy correntosas, donde espera a sus presas acechando en el fondo. Llega a medir 1,20 m y pesar unos 20 kg. Para pescarlo con mosca hay que ubicarlo en bancos de arena despejados, donde suelen apostarse en zonas de uno a dos metros de hondura y derivar con líneas de hundimiento medio y moscas voluminosas que pueden estar lastradas. Se requieren equipos #9 o #10, ya que se trata de peces fuertes que, una vez pendidos, buscan la hondura y los sectores sucios del río y hay que tener con qué frenarlos.

Pirarucú o Paiche: Arapaima gigas. Se trata del mayor pez de escamas de la cuenca amazónica. Habita aguas someras de ríos o lagunas. Es omnívoro, come de todo además de peces. Caracoles, camarones, tortugas, culebras, ranas y cangrejos forman parte de su dieta. Tiene respiración accesoria además de la branquial, por eso sube frecuentemente a la superficie a tomar bocanadas adicionales de aire y ahí es factible ver dónde anda y dónde lanzar. Puede superar los dos metros y pesar más de 120 kg. Además, salta entero fuera del agua una vez prendido. ¡Una maravilla! Así que los equipos deben ser como mínimo #10 con línea de flote o sinking tip, líder de fluorocarbono del 70 y las moscas grandes y con agregado de ojos. El estripeo, luego de dejar que hunda en la zona donde se detectó al pez, será lento y acompasado, y la clavada bien firme jalando con la caña y con la mano hacia atrás sin levantar la puntera.

Un fascinante universo de predadores y presas nos espera en el amazonas, con una innumerable cantidad de alternativas. No hay mejor ni peor estilo, no se trata de eso, se trata de sumar, aprender, descubrir, divertirse y seguir evolucionando.

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