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Escapada en clave Azul.

Cómo es la ciudad que tiene la colección privada más completa de América latina del Quijote. También, obras de Francisco Salamone y el circuito de La Ruta de la Lavanda.

Por Lorena López.

Auno 300 km del Obelisco, la ciudad de Azul ofrece la posibilidad de pasar un fin de semana distinto. No sólo por las sierras (que pertenecen al sistema de Tandilia, el más antiguo del Planeta, ya que surgieron cuando se dividió Pangea y aparecieron los continentes) sino por la propuesta de turismo rural y urbano que ofrece. Además de los espacios públicos como el parque, el balneario, la costanera y la presencia de la obra del famoso arquitecto Francisco Salamone que se puede apreciar en distintos lugares, desde 2007 Azul tiene la categoría de Ciudad Cervantina otorgada por la Unesco.

¿El motivo? Que en una casa construida en 1883 se encuentra la mayor colección de ediciones del país de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, y una de las más importantes de América. Quien armó esta colección fue Bartolomé Ronco, de profesión abogado y un gran gestor cultural, que llegó a juntar cerca de 300 ediciones del Quijote, a las cuales sumó otra gran cantidad del Martín Fierro, ya que era un admirador de ambos personajes de la literatura, quizás porque (cada uno a su manera) ambos eran idealistas de que veían el mundo de otra forma. Interesante para pensarlo, ¿no?

Un mix de aventura

Comenzamos el día con una caminata por la naturaleza en el Refugio Boca de Sierra, ubicado a 35 km del centro de Azul y por Ruta Provincial 80. Las opciones principales son escalada y trekkings de distinta duración. Pero si la idea es simplemente descansar mirando las sierras, hay un arroyo que acompaña de maravillas y un camping totalmente equipado hasta para dormir por si no hay ganas de armar carpas. Eso sí: no hay Wi-Fi.

A unos pocos kilómetros del refugio nos topamos con el famomoso monasterio de los monjes trarapenses, excelentes criadores de toros de la raza Hereford, que nos miraban pasar cuando entramos mos con nuestro vehículo. Recorrimos mos las instalaciones en silencio (era era un momento de descanso de los religiosos), sólo escuchábamos el ruido que hacían nuestras suelas las sobre la grava. Hermosa experienencia de quietud y calma mental. al. Para las visitas hay que llamar de forma previa (ver calle).

La tardecita (la hora del verermút) nos encuentra en Pablo blo Acosta, un paraje con menos de

20 habitantes ubicado a 57 km de Azul, 60 de Tandil y de Benito Juárez. Aquí se ubica el Viejo Almacén, construido en 1900, y que luego de estar cerrado durante años hoy ha vuelto a recibir turistas y a ofrecer cosas ricas. Y nos han preparado exactamente lo que queríamos para este momento: aperitivos, soda, papas fritas recién hechas, quesos, salame, pan fresco, tomates y verduritas.

Una cierta belleza

Municipios, plazas, mataderos, cementerios. Todo gigantesco, blanco, imponente; esa es la impronta de las obras del arquitecto Francisco Salamone, cuyas obras abundan en distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires. Y Azul es una de ellas: ostenta seis de estas creaciones y también son motivo de nuestra visita. Quizás la más destacada (o al menos la que más nos impresiona al observarla)

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2021-09-30T07:00:00.0000000Z

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