Gracias Weekend por este premio

Uno de los últimos días de abril de 2022 estaba entretenido mirando Instagram y leyendo revista Weekend cuando veo que se está por realizar un sorteo para una travesía en vehículos 4x4. Las condiciones para anotarse eran: tener una 4x4, seguir a Weekend, a la organizadora de travesías Mainumby 4x4 y a turismo Mina Clavero en la red. Así que, como tengo una camioneta y ya seguía a las dos anteriores, cliqueé en la última y listo. Seguí leyendo la revista y me olvidé del asunto, como una de esas cosas que uno hace por instinto y sin esperar que los resultados sean favorables. Lo cierto es que unos días después, mientras iba manejando por la ciudad de Rosario, recibo un llamado con característica 011. Como es mi costumbre no atiendo, ya que suelo recibir muchos llamados de ese tipo que intentan venderme algo. Al rato sonó nuevamente: era Marcelo Ferro, el editor de revista Weekend que me informaba que había ganado el sorteo. Y minutos más tarde se comunicó Verónica Romaña, de Mainumby4x4 (organizadora). Así arrancó esta aventura.

El 11 de mayo me dirigí a Alta Gracia, al hotel reservado por la organización, y a la noche nos encontramos en el restaurante El Ferroviario, donde nos conocimos personalmente con Verónica y Marcelo, y también con todos los compañeros de travesía, gente muy agradable que invitaba a la charla. Recibimos obsequios y un handie para estar comunicados. Eramos 10 camionetas.

Al día siguiente, después del desayuno, partimos temprano rumbo a Mina Clavero por el viejo camino de Copina a El Cóndor, un recorrido lindo por donde suelen pasar las carreras de rally. No es de mucha dificultad para las camionetas pero tiene en su tramo unos cuatro o cinco puentes antiguos, hechos de piedra, hierro y madera muy pintorescos. Llegamos a Mina Clavero, donde fuimos recibidos por el secretario y el director de turismo, con quienes compartimos un recorrido bastante trabado, vadeamos un río en el que se encajaron algunas camionetas y varios tuvieron que mojarse los pies para enganchar las eslingas de rescate. Después llegó un camino lleno de espinillos y ramas, y arribamos a la vera del dique La Viña, donde un chef nos esperaba con una picada y humita caliente. ¡Impresionante! Confieso que en estos cuatro días comí como bestia.

A la tardecita regresamos a la ciudad para registrarnos en el Hotel Costa Serrana (hermoso, cómodo y excelentemente atendido). Para describir la comida en el alojamiento podría escribir un libro, pero lo voy a resumir diciendo que fue original, increíble, riquísima y abundante. Y agrego uno de los menús para que el lector saque sus propias conclusiones. Recepción: dips de berenjenas al rescoldo, humus y lactonesa ahumada; brusqueta de pan de campo, queso de cabra, rúcula, jamón serrano, cherrys asados y vinagreta de oliva, aceto y tomillo. Plato principal: guiso de axis y jabalí (tipo goulash) con crema ácida y mini ñoquis salteados. Postre: bizcocho de algarroba y nuez, cremoso de chocolate y confitura de frutos rojos. Café especiado (café, azúcar negra, coñac, canela, clavo de olor y naranja) para terminar. El viernes a la mañana, después de desayunar, partimos hacia Cañada Larga, pero antes pasamos por la Posada Rural La Matilde, un hermoso lugar decorado con buen gusto campestre y con un servicio de comidas totalmente orgánico. También tiene viñedos y hacen sus propios vinos. Allí almorzamos unas pizzas.

A Cañada Larga arribamos ni bien entraba la tarde. No había camino, así que Mainumby4x4 se tomó el trabajo de relevarlo previamente y diseñar un recorrido trabado y exigente para las camionetas. Paramos a merendar en un lugar donde había vestigios de un antiguo asentamiento comechingón, lo que supimos por unos morteros hechos en la piedra. Más tarde llegamos a una chacra donde nos esperaba un chef que estaba terminando de cocinar empanadas, humita y locro chuncano. ¡Una delicia!. Mientras cenábamos, un cantor de folclore llenó el silencio con algunos temas regionales.

El sábado, tras el desayuno, nos fuimos por otro trazado del rally mundial y pasamos a visitar a Atilio López en su taller de cerámica negra; continuamos por el camino del Cura Brochero y luego por el de las Altas Cumbres hacia la reserva del Gaucho Noel. De ahí en adelante fue una trepada muy técnica y exigente para las camionetas, hasta llegar a la cima del cerro donde Daniel (el gaucho Noel) administra un refugio desde donde fuimos a ver alimentar cóndores y caranchos, caminamos por un vallecito hermoso y visitamos una antigua excavación de cuarzo. Tembién almorzamos: el chef tenía a punto una parrillada de chivito, chorizos y varias verduras y ensaladas; luego postres, chocolates caseros, licores y café.

Con la caída del sol regresamos al hotel de Mina Clavero. Después de asearnos nos encontramos en el restó del alojamiento para la cena de despedida, que fue impresionante como las anteriores. Y el domingo 15 nos despedimos para regresar cada uno a sus rutinas. Sin duda, un viaje muy lindo, bien organizado por Mainumby4x4, compartido con gente muy agradable; una excelente travesía que el que tiene una camioneta 4x4 debería experimentar, aunque sea una vez en la vida.