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Valle de las Lágrimas.

A 50 años de la Tragedia de los Andes, llegamos hasta el sitio donde se estrelló el avión de los uruguayos, en plena cordillera mendocina.

Por Dardo Gobbi.

A 50 años de la Tragedia de los Andes, llegamos hasta el sitio donde se estrelló el avión de los uruguayos, en plena cordillera mendocina. Cómo contratar el trekking o la cabalgata. Costos.

El viernes 13 de octubre de 1972 , el av ión Fa irchild FH-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya partió desde Montevideo rumbo a Santiago de Chile. A bordo viajaban jugadores de rugby del Club Old Cristians, algunos familiares, amigos y la tripulación. Sin saberlo, un total de 45 personas terminarían siendo participes de una historia de muerte, milagro, heroísmo y supervivencia durante 72 días.

A 50 años de la Tragedia de los Andes quisimos llegar hasta el Valle de las Lágrimas: el lugar que fue testigo de los hechos. Para ello salimos desde San Rafael, Mendoza, y transitamos la Ruta 144 hasta encontrarnos con el cruce de la legendaria Ruta 40, que lleva

hasta la localidad de El Sosneado: nuestro primer destino. Allí, el parador El Chacallal, en el Km 3.000, es parada obligatoria, ya que resulta ser el último lugar para abastecerse de víveres y donde uno debe registrarse y abonar el canon de ingreso al Valle de las Lágrimas. Será el sitio también donde Miguel y Jairo nos brindarán información valiosa acerca del clima y el estado de los ríos a cruzar durante la travesía. También nos ofrecerán el servicio de guía y los caballos para subir.

Itinerario

La zona por donde caminaremos es propiedad privada. Pertenece al grupo Las Leñas (concesionarios del lugar), pero abonando el ingreso se puede acceder al sendero de montaña y quedar habilitados para utilizar las carpas refugio, dormir, cocinar y usar los sanitarios. Así que con el permiso ya en la mano, tomamos la RP 220, que es transitable pero de ripio, por la que anduvimos 95 km hasta un gran hotel abandonado, que funcionó desde el 1938 a 1953, y donde efectua

mos una parada para disfrutar de su pileta de aguas termales. Frente a los restos del establecimiento el río Atuel baja de la cordillera, a los pies del cerro El Sosneado que le da nombre a la zona. Estas ruinas y sus termas son utilizadas como lugar de esparcimiento por los habitantes de Malargüe y El Sosneado, especialmente los fines de semana.

Seguimos avanzando y un kilómetro más adelante encontramos el puesto de los hermanos Araya. Hasta allí llegamos con el vehículo. Don Saúl Araya tiene un lugar de veraneada adonde lleva sus animales, ya que hay buen pasto y mucha agua. Este paraje fue el que elegimos para armar nuestro campamento y cenar. Debíamos descansar ya que por la mañana temprano comenzaríamos el ascenso. El plan B puede ser pernoctar en El Sosneado y llegar temprano a Puesto Araya, donde se deja el vehículo hasta el regreso de la caminata.

Primer día de ascenso

Con un luminoso amanecer, desayunamos y desarmamos todo. Cargamos nuestras mochilas y comenzamos a caminar a las 8:30 en forma paralela al río Atuel, buscando el lugar más adecuado para poder cruzarlo. A esa altura el cauce se abre en abanico y, por momentos, sus brazos se unen y forman un cauce correntoso.

Cruzar por los lugares profundos a pie es muy peligroso. Buscamos la mejor alternativa y, finalmente, ya estábamos del otro lado. El frío del agua de deshielo hizo que nos termináramos de despertar. Nos colocamos nuevamente las botas y continuamos la caminata en busca del sendero.

Para encontrar el Valle de las Lágrimas caminamos hacia el Oeste, siguiendo el cauce del arroyo Lágrima, un afluente del Atuel, que tiene su origen en el lugar que será nuestro destino, porque allí nace en el Valle. Antes de comenzar el primer ascenso, un cartel nos advierte que ingresamos a propiedad privada y que debemos tener el permiso correspondiente para poder transitar por la montaña. Al subir dejamos de ver el arroyo a nuestro lado y las montañas se rodean de arbustos espinosos con flores amarillas que simulan una falsa canela. Luego de unos minutos de subir, desde lo alto descubrimos hacia abajo, muy abajo, al arroyo Lágrima, de color verde transparente, serpenteante entre las montañas hasta que lo perdimos de vista nuevamente.

Tras tres horas de caminata, nuevamente escuchamos su murmullo, miramos hacia abajo y allí estaba nuevamente el Lágrima, pero ya no era el mismo. Ahora su color era marrón, sucio, barroso y su caudal había aumentado. Los cambios de temperatura en verano, sumados a los efectos del cambio climático, hacen que estos arroyos alteren su color y caudal en pocos minutos. Uno puede cruzarlos caminando a la mañana temprano, pero horas más tarde, dependiendo el clima, comienza el deshielo del glaciar: allí cambia todo y cruzarlos es una tarea difícil. Avanzamos y a cada paso nos encierran más montañas. Hacia atrás todavía vemos El Sosneado… Hacia adelante, en el horizonte, nuestro destino.

Durante la travesía la experiencia es increíble. No se camina solo para avanzar, no se transita solo por un sendero, se camina por un lugar que invita a hablar de lo sucedido, a recordar, a elaborar teorías, a pensar cómo sucedieron los hechos… En nuestras mentes circulaunmontóndeinformación, datos, fotos, películas, libros…. Y nosotros caminando por allí. Uno

se siente muy cercano a lo sucedido. Con cada lugareño que encontré, comenzando por Saúl Araya, charlamos sobre el accidente. Todos me aportaron algún dato que me nutrió de información. Algunos datos son certeros, otros producto de comentarios populares que, con el pasar de los años, son considerados reales y quizás no lo hayan sido. Pero todo me sirve para contar mi historia.

Sorpresa climática

Estamos ya a 2.800 m de altura y el sol siempre a nuestro lado. En la montaña el clima es un pañuelo: en pocos minutos una tormenta comenzó a gestarse. El cielo se cerró completamente, cayeron algunas gotas, pero finalmente cambió su rumbo. Tenía razón don Araya: “No tengan miedo, la tormenta siempre se arma arriba, pero luego llueve abajo”, así nos dijo el lugareño.

Seguimos la marcha. Nos faltaban cruzar dos arroyos más para llegar al lugar de campamento.

El Rosado es un riacho que baja con mucha fuerza y que nos obligó a cruzarlo con sogas por seguridad. Trasladarse con mochilas en fuertes corrientes con piedras que ruedan bajo el agua realmente asusta y se debe cruzar en forma segura. Lo aconsejable, de acuerdo al caudal de los ríos, es partir caminando y llevar algunos caballos de apoyo para que ayuden a vadear los arroyos de forma rápida y segura.

Ya estamos en plena cordillera. Cada montaña tiene su tonalidad gracias a los diferentes minerales que la conforman. La zona se llama La Cantera, son montañas calcáreas y se destacan por su color blanco sobre el entorno ocre. El último arroyo por cruzar antes de llegar al campamento es el Barroso. Vadear estos cauces caminando no es nada fácil, en algunos casos resulta imposible. Al llegar al campamento nos espera un baqueano con un caballo. Al día siguiente debemos atravesar nuevamente el Lágrima para llegar al objetivo.

A punto de lograrlo

Es casi de noche y ya vemos un hermoso valle, las carpas y una bandera argentina f lameando. Habíamos llegado al campamento base. Nos esperaba la cena, el fogón y un buen descanso. Mañana estaríamos subiendo el último tramo.

Tras el amanecer nos reunimos a primera hora. Mateamos y coordinamos el ascenso. Algunos decidieron quedarse en el campamento y no cruzar. Otros salimos a vadear el último arroyo y subir hasta el lugar del accidente a caballo. El agua del Lágrima llegaba hasta el vientre del caballo. Inmediatamente comenzamos un ascenso empinado y luego de un largo sendero en zig-zag llegamos al lugar donde están los restos del avión. El silencio se hizo presente y nuestras mentes quedaron en blanco, solo podemos trasladarnos y pensar en lo sucedido. Saber que cada objeto formó parte de esta historia de muerte y supervivencia nos deja atónitos. Cada uno hace su reflexión. Es el fin de la primavera. Hace 50 años (1972) en este lugar había 45 almas, 29 etéreas y otras 16 luchando por sobrevivir. Todo este ascenso al Valle de las Lágrimas será inolvidable.

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2022-12-01T08:00:00.0000000Z

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