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San Pablo bien vale una escapada.

Está a tres horas de avión y es la ciudad más populosa de la región. Buena gastronomía, arte, cultura y verde disfrutar.

Por Patricia Daniele.

Está a tres horas de avión y es la ciudad más populosa de la región. Buena gastronomía, arte, cultura y verde disfrutar.

San Pablo es una gran capital. La ciudad brasileña es muy populosa y en el trayecto desde el aeropuerto se pueden ver cómo los rascacielos arañan el horizonte sin importar hacia qué lado se mire. También tiene zonas residenciales preciosas y varios parques como el Ibirapuera, para caminar o correr rodeados de verde. Es ideal para hacerse una escapada o aprovechar el stop over de las aerolíneas que hacen escala en el Aeropuerto de Guarulhos para conocerla, de camino o de regreso de las playas del norte que se perfilan como favoritas este verano.

Entre dos o cuatro días son suficientes para descubrirla, recorrerla y disfrutarla. Con más de 22 millones de habitantes, São Paulo es la ciudad más poblada de América latina. Esto lo pongo de resalto simplemente para tomar algunas precauciones de cara a los paseos: hay que tener cuidado, sobre todo porque después de la pandemia se multiplicó la cantidad de homeless que se pueden ver en muchos espacios públicos. Sin embargo, suelen ser tranquilos y no molestar a los transeúntes. La recomendación principal es usar poco el celular en las calles ante un posible arrebato, sobre todo en pleno centro. En el hotel en el que te alojes te van a recomendar ir a todos lados en remise, pero estando en el centro no hace falta, se puede caminar tranquilo aunque se trate de una persona sola.

Verde, mucho verde

Todos son muy amables, serviciales y el personal que atiende está preparado para manejar grandes aglomeraciones, siempre con cordialidad. Dicho esto, es hora de salir a recorrer los puntos más atractivos.

Empecemos por el Parque Ibirapuera, un enorme remanso de verde con lagos, espacios para trotar, andar en bicicleta, sentarse a descansar a la sombra de los árboles o perderse mirando sus tres grandes lagos, que están interconectados. Es el más importante y conocido de la ciudad, que lo considera su pulmón verde. Por estar en una zona inundable, el proyecto tomó décadas hasta que, en el marco de las conmemoraciones del IV

Centenario de la ciudad, le encomendaron a Oscar Niemeyer la realización de la planificación arquitectónica, y el paisajismo a Roberto Burle Marx. El parque fue inaugurado el 21 de agosto de 1954 y tiene algunas construcciones destacadas, como el Obelisco de São Paulo, símbolo de la Revolución Constitucionalista de 1932, también el Mausoleo de los Estudantes MMDC; el Palacio de las Industrias o Pabellón Cicillo Matarazzo, donde funcionan la Bienal de São Paulo y del Museo de Arte Contemporáneo; el Palacio de las Naciones, que alberga el Museo Afro Brasil; y el precioso Auditorio de Ibirapuera diseñado Niemeyer. Es una zona muy familiar, ideal para hacer un picnic, ejercitarse, pasear y, según la época del año, disfrutar de la vista y el aroma de diferentes floraciones.

Además de la Catedral, ubicada en pleno centro (quizás la zona menos recomendable para tran

sitar) tiene cerca al espectacular nuevo ícono de la metrópoli: el Farol Santander, en una zona bancaria y peatonal muy bonita. Es un edificio art decó que perteneció al Banco del Estado de San Pablo y hoy tiene pisos temáticos. Se recorre desde el último, el 26, con un mirador en 360° de la ciudad y confitería, para ir viendo las diferentes exposiciones que alberga. Este año tuvo una muy grande denominada Las Aventuras de Alice, sobre Alicia en el País de la Maravillas, que ocupó dos pisos, y una muy visual de Sandra Mazzini. Aquí todo es para interactuar y fotografiarse con las instalaciones, aportando un grado de diversión y sorpresa. Al ir bajando se encuentra también la pista de práctica de skate (con paredes acolchadas) cuyo ingreso se paga por separado, y un homenaje a lo que fue el banco, cómo se trabajaba y cómo se hizo el edificio. Tiene restaurante y lugares de comida bien sustanciosa. Entrada: 30 reales.

En las cercanías, a unas siete cuadras, está el Mercado Municipal que es increíble. Además de enorme, los puestos (muy nutridos) están divididos por productos: todo carne vacuna, todo carne porcina (incluyendo embutidos), todo verduras y frutas, etc. Están llenos de mercadería y los vendedores invitan a probar y a comprar con mucha simpatía. También hay puestos para comer algo (el destacado es un enorme sándwich de fetas y fetas de mortadella) y es el lugar ideal para empaparse de la atmósfera paulista. No pueden dejar de ir.

El arte compartido

Si los que les interesan son las compras y están alojados en el centro, tienen que ir a recorrer la avenida Oscar Freire: cuadras y cuadras de comercios de primeras marcas, con DJs pasando música en la vereda, confiterías y restaurantes preciosos y mucho para ver. Aquí la gente también va a ser vista y hay lujo por todos lados. O visitar uno de los muchos shoppings que hay en San Pablo. El Parque Da Cidade es uno de ellos, nuevo y muy amplio, comprometido con el bienestar animal: promueve la adopción de perros callejeros y hasta tiene un parque de juegos para entretenimiento de los canes. Allí mismo hay un complejo de cines espectaculares, el Kinoplex, con butacas comodísimas que se hacen cama a gusto del

espectador para ver una película como en casa. Increíble.

Quizás uno de los espacios más conocidos de la ciudad es el MASP, el Museo de Arte de Sao Paulo ubicado en la céntrica avenida Paulista (que da para caminar también) y se destaca por su edificio vidriado que es una caja gris sostenida por cuatro pilares rojos. Es un espacio privado sin fines de lucro, fundado en 1947 por el empresario y mecenas Assis Chateaubriand. Posee una importante colección de arte europeo de todas las épocas y su acervo de más de 11.000 obras se exhibe en un gran salón con la particularidad de que están colocadas unas junto a otras en hileras, sobre caballetes de cristal, cuestionando el modelo tradicional de museo europeo, en el que se conduce al espectador a seguir una narrativa sugerida por el orden de las obras en las salas. En el gran espacio de la galería de arte MASP, la exposición suspendida y transparente permite al público tener una relación más cercana con la colección, ya que puede elegir su recorrido y visualizar también la parte de atrás de los cuadros. Realmente impresiona. Y se ve público de todas las edades disfrutando de las preciosas obras por 50 reales.

A rte, cultura y verde, rica gastronomía y buen trato, ¿qué más se puede pedir de una escapada a una ciudad burbujeante como ésta?

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2022-12-01T08:00:00.0000000Z

2022-12-01T08:00:00.0000000Z

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