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Villa La Angostura. Una inmersión de lago y bosque.

El verano es una de las zonas más codiciadas. Infaltables los trekkings de diverso grado de dificultad y una innovadora práctica de bienestar. También pesca con mosca en el río Correntoso.

Por Patricia Daniele.

El verano es una de las zonas más codiciadas. Infaltables los trekkings de diverso grado de dificultad y una innovadora práctica de bienestar. También pesca con mosca en el río Correntoso.

La Patagonia es una de las zonas elegidas por los argentinos para el verano. Con un clima ideal para pasar unas vacaciones relajadas, la conjunción de montaña, lagos y playa convierten a cualquiera de sus ciudades en un imán. Y una de sus localidades más deseadas es Villa La Angostura, preciosa palza de Neuquén. Pequeña, exuberante, rodeada por lagos y montañas, tiene mucho para ofrecerle al visitante. Pero atención, el que piense en pasar sus vacaciones aquí tiene que decidirse con anticipación porque, pese a que se sigue trabajando en incorporar emprendimientos turísticos, sobre todo casas y departamentos para alquilar, “la gente empieza a reservar en invierno para la temporada de verano –explica Ramiro Fernández de Lépore Propiedades, que hace 21 años tiene una oficina abierta allí–. Aquellos que vienen por primera vez, a veces se quedan sin lugar. Por lo general, buscan algo simple y práctico para estar 3, 4 o 7 días, aunque el promedio de estadía es de 15. La mayoría elige departamentos de dos ambientes o cabañas con 3 habitaciones. Preferentemente con vista al lago, que son los más caros. Hay varios desarrollos pensados para este fin e incluyen servicios de mucama, limpieza y recambio de ropa blanca cada tres días; algunos incorporaron el desayuno. Son edificios que están preparados con amenities,

pileta climatizada, sauna y spa, como si fuera un hotel”.

▮ Por dónde empezar

Una vez resuelto el alojamiento de acuerdo a cada estilo (la oferta es amplísima y va desde hosterías a hoteles de 4 estrellas, casas junto a la playa o en lo alto de la montaña), tenemos que concentrarnos en las actividades que se pueden hacer. Por supuesto que ir a la costa y meterse en el agua es una de las principales. Recomendamos para eso elegir la zona del río Correntoso (el más corto del mundo según rezan los carteles) y su lago, junto al hotel del mismo nombre con más de 100 años, pues su caudal es más cálido. No se sorprendan de compartir el espacio con avezados pescadores con mosca, pues es la zona perfecta y muy buscada para conseguir truchas, con una gran dosis de paciencia que será bien recompensada. Aquí también está el sendero Camino Viejo al lago Espejo, que parte del Paso de Pescadores y va bordeando el lago Correntoso. Una delicia corta y sembrada de asientos ideales para la contemplación del paisaje.

Hay varios trekkings para hacer en la zona, con diferentes niveles de dificultad. Por ejemplo en el río Bonito, que pasa junto a la sede de la Fundación Salmónidos de Angostura (dedicada a la siembra de alevinos), hay un sendero peatonal que va

paralelo al cauce, largo aunque de baja dificultad, que premia con una playa solitaria, tranquila, especial para el relax. Entre los muchos árboles caídos que hay, algunos fueron convertidos en asientos circunstanciales, y se destaca uno hecho trono muy instagrameable. Aquí las retamas pintan todo de amarillo y perfuman el ambiente.

▮ Espectacular trekking

En el ingreso a Cerro Bayo, cuyas aerosillas funcionan en verano, está el sendero Huella Andina, una bajada empinada que culmina en el lago Traful luego de dos días de caminata y acampe. Sin necesidad de hacerla completa, a los pocos metros se llega al mirador de la cascada río Bonito, con un caudal ruidoso en verano. Claro que también se pueden visitar los lagos de la zona, como el precioso y tranquilo Espejo, especial para hacer deportes náuticos o descansar debajo de la arboleda que llega casi hasta el agua.

Al Parque Nacional Los Arrayanes se ingresa desde el centro de la villa para hacer senderismo cruzando hacia la península de Quetrihué y también es muy recomendable tomar el catamarán que llega hasta el otro extremo de este sector de tierra, recorrer con guía la zona para conocer un poco de su fauna y su flora, y culminar el paseo haciendo un trekking inverso de 12 km, de regreso a la ciudad.

El barco sale de la Bahía Brava, en el puerto, y el trayecto tiene una duración de 45 minutos. En el viaje se dan detalles de los árboles nativos de la Patagonia, especialmente del arrayán austral o Luma apiculata (en mapuche quetri o tallo color del fuego), que atrae por el color de su corteza: castaño cuando es joven y anaranjado de adulto, y que crece un metro cada 10 años.

▮ Un paisaje de película

La caminata por la península es de apenas 70 m para ver coihues, maitines, cipreses y el que da nombre al bosque. Además está la casita de troncos que la leyenda le atribuye haber inspirado a Walt Disney para su película Bambi. Es una casa de té acogedora donde una porción

de torta Rogel sale $ 1.000 y un chocolate para beber $ 600. Al culminar el recorrido, los viajeros pueden optar, avisando, si vuelven a la ciudad en el catamarán o se animan a hacer los 12 km caminando.

Además de pasear por los poblados vecinos, como el muy desarrollado Villa Manzano con su tradicional hotel, hay una experiencia maravillosa que no se puede dejar de vivir: el Baño de Bosque conducido por Juan Aubert, recibido en el Forrest Teraphy Hub en España. Se trata de una actividad innovadora pensada para el bienestar y la salud, que se realiza en pleno contacto con la naturaleza para reducir el estrés y la ansiedad, mejorar el ánimo, la actividad cerebral y la presión arterial.

▮ ¿En qué consiste?

Nació en Japón y es un paseo tranquilo y relajante en un sector no divulgado del Parque Nacional, durante el cual el guía ayuda a abrir los sentidos mediante diversos ejercicios hacia los sensorial, pensados para recibir los beneficios que ofrecen los ambientes naturales. En un comienzo se habla de las especies arbóreas que rodean, los animales que pueden aparecer y se fomenta la familiaridad con el bosque, pensando en aquellos que vienen de los grandes centros urbanos.

Luego se va avanzando por la zona y se entra en contacto directo con el suelo, el agua y las plantas. También se hacen actividades que fomentan la confianza en el otro, una meditación y se culmina con una ceremonia del té, hecho con hierbas locales. La sensación al finalizar es de bienestar, tranquilidad y satisfacción. Algo que simplemente vale la pena experimentar al menos una vez en la vida, aunque en su país de origen el ministerio de salud ya la sumó a las práctica médica y, en lugar de recetar remedios, recomiendan determinada cantidad de días de baños de bosque.

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2023-02-01T08:00:00.0000000Z

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