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Temporada sin plumas.

Por Daniel Callisto.

Las autoridades de la Provincia de Buenos Aires habilitaron la actividad cinegética hasta el 30 de julio, pero por ahora no se permiten perdices y patos, y el cupo de palomas es escaso. Qué pasa en Córdoba y entre Ríos. Precios de cartuchos.

Las autoridades de la Provincia de Buenos Aires habilitaron la actividad cinegética hasta el 30 de julio, pero por ahora no se permiten perdices y patos, y el cupo de palomas es escaso. Qué pasa en Córdoba y Entre Ríos. Precios de cartuchos.

El Ministerio de Desarrollo Agrario de la Provincia de Buenos Aires habilitó la temporada de caza menor entre el 2 de mayo y el 30 de julio inclusive. Así lo estableció la tardía Disposición 88/2023 de la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires. Dicho documento contempla una serie de modificaciones importantes respecto de la temporada 2022, porque solo se permiten la liebre europea (Lepus europaeus) y la paloma torcaza (Zenaida auriculata), ambas hasta 10 (diez) ejemplares por día/cazador. Claramente no están autorizados patos ni perdices. Estas últimas quedaron excluidas por recomendación de la Dirección de Medio Ambiente, aunque sobre el cierre de esta edición una resolución publicada en el Boletín

Oficial suspendió la resolución del SENASA del 20 de marzo de 2023, por lo que le trasladó a los organismos públicos de control de fauna las facultades de apertura y generó una luz de esperanza para los cazadores, ya que difícilmente alguien se mueva sólo por liebres. Y la paloma no es para la gran masa que espera la temporada para disfrutar de su pasión y llevarse las perdices a la cacerola.

El argumento principal es que la falta de lluvias pronunciadas atentó contra los ciclos biológicos de patos y perdices, principalmente, lo que generó sequías de lagunas y retraso en la producción y germinación de semillas y brotes tiernos, fuente de alimentación para estas aves.

Si bien se pueden ver perdices a la vera de los caminos, la población es muy escasa. Como si el primer tópico no bastara, las autoridades extremaron las medidas de precaución debido a la emergencia sanitaria por la influenza aviar.

En una recorrida por campos de la zona de Tapalqué, verificamos la baja población de perdices y un gran número de zorros, principal predador de esta especie. Por otra parte, el suelo se notó extremadamente seco con pastos muy duros, lo que dificultó el desplazamiento normal de los perros, detalle importante para evitar heridas en sus patas.

Resulta extraño en la disposición 88/2023 la omisión de la vizcacha (Lagostomus máximus) que, sin presión de caza, asola los cultivos y solo puede ser controlada mediante envenenamientos masivos, lo que tendría un impacto ambiental mucho mayor. La pregunta retórica y jurídica es...: ¿lo que expresamente no se prohibe está permitido? Nadie responde. En el mismo sentido, es irrisorio el cupo de paloma torcaza o mediana (Zenaida auriculata), un ave de enorme dispersión en el territorio nacional que, además, provoca gravísimos daños en la agricultura, y más en el contexto actual en el que la sequía ha reducido drásticamente las áreas cultivables.

■ Zonas habilitadas

En cuanto a los lugares permitidos para cazar palomas y liebres, toda la provincia de Buenos Aires (incluidos los establecimientos inscriptos en el registro provincial de la Dirección de Flora y Fauna como cotos de caza menor), con excepción de los partidos: Alberti, Arrecifes, Ayacucho, Baradero, Bragado, Brandsen, Campana, Cañuelas, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Castelli, Chacabuco, Chascomús, Chivilcoy, Colón, Dolores, Exaltación de la Cruz, General Arenales, General Belgrano, General Guido, General Las Heras, General Lavalle, General Paz, General Pinto, General Rodríguez, General Viamonte, Junín, La Plata,

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