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Rocas Negras: la meca del pejerrey de flote.

Diego Fernández.

También conocido como La Virgencita, el sector ubicado en el extremo austral de Mar del Sur forma una bahía cuya geografía permite realizar una increíble captura de flechas de plata y cuyo fondo rocoso obliga a hacer intentos exclusivamente con aparejos de flote.

También conocido como La Virgencita, el sector ubicado en el extremo austral de Mar del Sur forma una bahía cuya geografía permite realizar una increíble captura de flechas de plata y cuyo fondo rocoso obliga a hacer intentos exclusivamente con aparejos de flote.

Mar del Sur es una localidad que pertenece a General Alvarado y que se ubica a 17 km al sur de la ciudad de Miramar, cabecera del partido. Posee en una gran tradición de pesca de pejerrey de playa, con el sector de “El Remanso” como su principal destino. Cuando la temperatura comienza a descender y la llegada de la especie es un hecho consumado, muestra una concurrencia masiva de pescadores lugareños y de otros puntos de la provincia como, por ejemplo, Mar del Plata o Mar Chiquita.

Dónde se ubica

Sobre el extremo Sur, en paralelo a la sede del retiro espiritual del Opus Dei, se encuentra Rocas Negras, conocido también como La Virgencita. Se trata de un sector de poca playa de arena, que forma una bahía de acantilados bajos y que recibe ese nombre debido al color marrón oscuro/negro de sus piedras. Ofrece un mar encerrado entre dos salientes rocosas, donde se forma un verdadero pozón en el que la correntada es mínima y la profundidad cae en forma abrupta a sólo un par de metros de la orilla.

Ese contexto lo convierte en un pesquero único y sin igual en nuestras costas para intentar la pesca de pejerrey con aparejos exclusivamente de flote, lo que permite afinar el equipo y explotar al máximo el disfrute de la pesca deportiva. Es cierto que el mar tiene que estar en impecables condiciones y el viento de espalda (noroeste), por eso cuando las aplicaciones del clima marcan una altura de ola y período de oleaje por debajo de 8, y los tres o cuatro días anteriores muestran una previa con el viento mencionado, el pique está asegurado.

Los lugareños apuntan casi en su totalidad al aparejo tradicional de tres boyas yo-yó separadas a unos 80 cm –que permite regular

el largo de las brazoladas–, con anzuelos que pueden ir desde el número 3 hasta el 5. Puntero común o con cebador, y al agua. El peso del impulsor dependerá de la distancia donde esté el pez y es por eso que, aunque la primera opción es un equipo clásico de pejerrey liviano como el que se utilizaría en cualquier escollera (caña telescópica), no hay que perder de vista la posibilidad de tener a mano algo un poco más potente (enchufables de 3 o 4 tramos, tipo feeder) para lograr un lance más largo.

Líneas óptimas

Otros aparejos también marcan diferencia. Con mar planchado el chiripá bombacha funciona muy bien. Se trata de un aparejo de 4 brazoladas de 50 o 60 cm que en su extremo final posee una boya chupetona que mira al revés y que marca el pique. Incluso algunos inician esa misma línea con un pilotín, una boya esférica de 10 mm o una aceituna más grande. Lastrar con una munición las

brazoladas 2 y 3 permite formar una V corta y también es una posibilidad. Y cuando la deriva es grande y la superficie del mar está más movida, simplemente sacamos las boyas, dejamos el pilotín y directamente ponemos el puntero.

Como es habitual, el camarón, fresco o preparado con sal y azúcar o harina de maíz es la carnada predilecta, a veces acompañado con tiritas de magrú o lisa, aunque no es determinante. También el mismo pejerrey funciona bien, sobre todo porque a veces el pique es tan intenso que se necesita un cebo que resista más en el anzuelo. A diferencia de otros sectores, Rocas Negras permite acceder con vehículos de tracción simple y aunque la tracción doble es vital para pasar el sector del alambrado que delimita el Opus Dei, se pueden dejar unos metros antes y caminar muy poco a la zona de pesca.

Tamaños

Las últimas semanas la zona ha mostrado resultados asombrosos. Porque si bien apareció pejerrey chico al inicio, conforme avanzó la temporada otoño-invieno los portes crecieron exponencialmente y salieron escardones muy buenos, donde los tripletes y cuadrupletes estuvieron a la orden del día. Por otro lado, al cierre de la presente edición de Weekend, la acción se centra a escasos metros de la orilla, casi en la espuma, justo donde comienza el veril.

Y no importa la marea: como la fisonomía del lugar no cambia con la mínima o la máxima, la pesca tampoco. Pocos escenarios en nuestro país le permiten al pescador deportivo de mar sacar pejerrey con equipos livianos y de flote en el mismo nivel de la costa, es decir, con los pies sobre la arena. Por eso Rocas Negras es la meca.

Porque el movimiento de las boyas y ver al pez saltar fuera del agua cuando se pincha con el anzuelo es una sensación tan única que cuesta poder expresarla con palabras. Desde la propia virgencita hacia el sur, es toda una zona excelente de pesca que todos los fanáticos de los flecha de plata deberían conocer para disfrutar de jornadas que fueron, son y serán por siempre inolvidables.

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2023-06-06T07:00:00.0000000Z

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