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Cómo empuñar con precisión.

A lo largo de los años se modificó la forma de tomar las pistolas y los revólveres. Cuál es la mejor manera de hacerlo. Errores frecuentes y cómo corregirlos.

Por Hernán Rodríguez.

A lo largo de los años se modificó la forma de tomar las pistolas y los revólveres. Cuál es la mejor manera de hacerlo. Errores frecuentes y cómo corregirlos.

La forma de empuñar el arma será determinante en la eficiencia, precisión y velocidad que el tirador alcance. Existen diferentes escuelas, con técnicas variadas sobre cómo tomar una pistola o revólver. No hay que olvidar que las armas cortas se definen como “arma de mano” o “arma de puño (handgun, en inglés). Y mano, puño o hand es singular. Vale decir que fueron concebidas para utilizarse con una sola extremidad. Históricamente, las armas cortas se disparaban siempre así. En el siglo XX algunos tiradores de renombre como Jack Weaver –en 1956– y Jeff Cooper, comenzaron a utilizar ambas manos para tirar, obteniendo ventajas en las competencias de Tiro de Combate (especialidad precursora del Tiro Práctico).

A continuación, analizaremos algunas formas de empuñar un arma corta, con sus ventajas y puntos en contra. Para eso definimos primero la mano que empuña el arma y ejecuta el disparo con su índice, como “mano dominante” o, también, “mano hábil”. En el caso del tiro con ambas manos, la no dominante se puede definir como “mano soporte”. Aclaro que esta nota se refiere exclusivamente a la posición de las manos y no a posiciones de tiro.

Empuñe con la mano dominante

Para hacerlo correctamente con la mano hábil debemos tener en cuenta algunos detalles básicos. La mano debe llegar lo más arriba posible en la empuñadura (grip).

La unión entre el pulgar y el índice debe coincidir con el ángulo que se forma en la parte alta-posterior de la empuñadura. Esto es realmente importante porque, si se empuña bajo, pueden producirse fallas de extracción de vainas por un deficiente ciclado de la corredera. Este error es muy frecuente que origine fallas en pistolas Glock. Llevar la mano lo más arriba posible disminuye los efectos del retroceso, ya que la cupla generada sobre la mano es menor. El dedo mayor debe estar en contacto con la parte inferior del arco de guardamonte,

como apoyo de este último. El resto de los dedos sujetan la empuñadura sin presionar demasiado. Si esto último ocurre, se verá comprometido el correcto accionar del dedo índice sobre la cola del disparador (gatillo). Por lo tanto, se sujeta la empuñadura de modo firme, pero sin apretarla en exceso. El pulgar puede colocarse de distintas maneras, según diferentes escuelas. Hay quienes enseñan a ponerlo hacia arriba, en ángulo y horizontal. La mencionada en segundo lugar se recomendaba para pistolas con seguro de aleta tipo Colt 1911. De esta forma se evitaba el accionamiento involuntario del seguro cuando se producía el disparo (el pulgar sobre la aleta del seguro).

Otra variante, que es la que siempre he preferido, es colocar el pulgar en contacto con el dedo mayor. De esta manera se obtiene un “círculo de fuerza” alrededor del grip. Esta técnica ofrece la mayor retención del arma y el control adecuado durante el tiro. No es lo más visto en los polígonos. Pero es algo que ha demostrado ser efectivo desde los comienzos de las armas de fuego. Actualmente, se observan técnicas usadas en Tiro Práctico para el tiro corriente de polígono. Por supuesto que sirven, casi todos los tiradores de esa especialidad las practican. Pero como las demás posiciones y técnicas empleadas en esa disciplina, no son tan adecuadas para tiro de combate o defensa.

La mano soporte

La extremidad que no empuña brinda apoyo a la otra en toda instancia de tiro estilo isósceles, Weaver o cualquiera que emplee ambas para sostener y apuntar el arma. En Tiro Práctico, se impuso el pulgar de la mano soporte apuntando hacia el blanco y apoyada sobre el lateral del frame de la pistola, por delante de donde suelen tener las armas su retén de corredera. El resto de los dedos se orienta hacia abajo y apoyan sobre los de la mano dominante, contactando el índice y el mayor con el arco de guardamonte. Esta manera de empuñar es muy efectiva en prácticas de tiro dinámico, pero no debería emplearse para tiro de combate o defensa. Los pulgares extendidos de ambas manos, pueden dislocarse o quebrarse en situaciones de forcejeos y lucha cuerpo a cuerpo, según los más renombrados expertos, como es el caso del oficial de policía (retirado) norteamericano Massad Ayoob y otros de sus pares. La mano soporte puede tener su pulgar sobre el de la otra y, sumado al empuñe circular de la mano dominante, resulta en un control total sobre el arma en caso de forcejeos con un atacante.

Durante años algunos tiradores estilaban colocar el índice sobre la cara frontal del arco de guardamonte. Pero actualmente esto se ve muy poco. Era una técnica empleada bastante en pistolas tipo 1911 para acomodar mejor la distancia hasta la cola del disparador.

Revólver

En el caso de disparar con este arma, es recomendable el empuñe circular en donde la mano soporte envuelve los de

dos de la otra. Para tiro en acción doble, el dedo índice debe contactar al gatillo entre la unión de las dos falanges. De esa manera podrá aplicarse la fuerza requerida para accionar el mecanismo del arma. En acción simple, la fuerza requerida es mucho menor, o sea que solo debe apoyarse la yema del índice sobre la cola del disparador.

Empuñe con una mano

La forma de tomar el arma es la misma que la explicada más arriba. En el caso de de lapistolas, el centro de la yema del índice es lo que hace contacto sobre la cola de disparador. El arma debe estar correctamente alineada con el antebrazo para evitar movimientos laterales de la mano durante el retroceso.

Errores típicos

Uno de los más comunes en los que se inician en el tiro con arma corta es colocar el pulgar de la mano soporte sobra la parte posterior de la mano dominante. En el caso del tiro con pistola semiautomática es casi seguro que el tirador termine con una herida sobre ese pulgar, ocasionada por el retroceso de la corredera, luego del disparo. En algunos casos esto finaliza con puntos de sutura en la parte afectada.

Recuerdo que eso le ocurrió a un soldado que estuvo en instrucción conmigo cuando estábamos en el servicio militar. Cometió este error con una Ballester Molina .45 y eso derivó en una visita a la enfermería para sutura. Contrariamente, el colocar el pulgar de esta manera al disparar un revólver no representa ningún peligro. Al contrario, puede contribuir a sujetarlo. Lo que debe evitarse en el tiro con revólver es colocar cualquier dedo en el área donde se produce la fuga de gases entre el tambor y el cono de forzamiento del cañón. El efecto soplete de los gases calientes en fuga pueden producir graves heridas si se empuña este tipo de arma de manera inconveniente.

Como en toda actividad que emplea movimientos coordinados, Las técnicas y métodos de disparo deben adaptarse a cada tirador, siempre observando la seguridad, para lograr los mejores resultados. Conviene, además, contar con el asesoramiento y las enseñanzas de instructores experimentados e idóneos.

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