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“Tenemos que tener previsibilidad y una macro estable”

CLAUDIO CELANO GÓMEZ

El presidente de Toyota Argentina, Daniel Herrero, que este año logrará una producción récord en la planta de Zárate, explica cómo la industria logró acordar con el gobierno y el sindicato para tener un excelente año. Su visión de lo que falta para atraer más inversiones.

Es difícil encontrar empresarios que en este contexto macroeconómico de la Argentina admitan que a su compañía y a su sector les está yendo bien. Algunos prefieren no hablar y eligen irse del país aun cuando su empresa crece y el valor de sus acciones toca récord históricos; muchos otros la están pasando realmente mal y la reactivación todavía no les ha llegado; y muchos otros optan por el perfil bajo para no ser tildados como “oficialistas”. Pero siempre hay algunos hombres de negocio que se salen del molde y admiten su éxito, son optimistas y creen que su realidad se puede trasladar a otros sectores. Este es el caso de Daniel Herrero, el presidente de Toyota Argentina, que este año podría terminar con una producción récord de entre 143 mil y 146 mil en la planta de Zárate. “Nuestra producción histórica había sido en 2018, cuando hicimos 141 mil vehículos. Este año, a pesar de haber estado parados algún tiempo por contagios, por falta de partes y por problemas logísticos, vamos a lograr un récord. Y no nos quedamos ahí, ya que nuestra intención es hacer 165 mil vehículos el año que viene. De todo eso, el 80% lo exportamos, con lo que calculamos que estaríamos exportando casi u$s 3.000 millones”, se ilusiona Herrero.

Daniel Herrero preside Toyota Argentina desde 2010. Ingresó a la firma de origen japonés en 1999 como gerente de contabilidad y finanzas, una década después fue designado director responsable de esa área más IT y Recursos Humanos. Al año siguiente ya tomó el

cargo de pres presidente y es el máximo responsable de que la producción de Toyota pa pasara de un promedio anual de 65 m mil vehículos a ese ambicioso objet objetivo de 165 mil en 2021. Además, es quien está liderando localmente l la transformación que Toyota a nive nivel mundial está llevando adelante adelante, de ser una empresa de autos a una un de movilidad. Con su clásico to tono pausado y medido, Herrero habla con Fortuna de cómo el diálo diálogo sectorial fue clave para que el s sector tuviera un gran año, el impacto impa de la pandemia en la industr industria tanto a nivel local como intern internacional, y también se anima a o opinar sobre lo que le falta al país para salir adelante: “Tenemos q que tener previsibilidad y una m macro estable. Hay que ser optimist optimistas. Yo lo soy, porque las oportun oportunidades están. No hay que ser un unicornio para sacar adelante al país, haciendo lo que cada uno sabe hacer de la mejor manera y siendo competitivos, es más que suficiente”, explica.

FORTUNA: Usted afirmó que la pandemia le volvió a permitir a la Argentina tener una oportunidad única para, de una vez por todas, dar el salto que debe dar. ¿A qué se refería? ¿Por qué ahora?

HERRERO: El cambio que hubo en el mundo fue tan grande por la pandemia, que todo lo que nuestro país estaba atrasado antes hoy tiene la oportunidad de salir adelante mejor que nunca. Es como que la pandemia nos volvió a po

“La industria automotriz tiene cerca de 30 mil empleados directos y cerca de 500 mil en forma indirecta”.

ner a todos los países casi en un mismo lugar. Pero hay que saber aprovechar las oportunidades. Un ejemplo concreto es el de la energía de hidrógeno que nadie lo estaba haciendo. Australia le exporta hidrógeno a Japón. ¿Por qué no podemos hacerlo nosotros? Lo mismo veo con la fabricación de autos. Estamos viendo un proceso de recambio industrial en nuestro sector. En septiembre, casi el 9% de los autos vendidos en el mundo fueron electrificados. En esos vehículos, casi el 25% de su valor es por la batería, que se hace con litio. ¿Dónde hay litio? En solo tres países, y Argentina es uno de ellos. Una fábrica de litio vale entre u$s 500 millones y u$s 1.000 millones y se puede abastecer a todas las plantas del mundo. No es algo imposible de construir. Hoy hay un mundo con capacidad de invertir donde haya proyectos lógicos e interesantes. El ejemplo, aunque es a largo plazo, del hidrógeno es claro.

FORTUNA: ¿Y qué debemos hacer, además de ser previsibles y tener una macro estable, para capitalizar esas oportunidades?

HERRERO: El diálogo es fundamental y nuestro sector es un ejemplo de ello. Que nuestra industria haya vuelto de la pandemia con los niveles que lo hizo fue gracias a un trabajo conjunto entre el gobierno, las empresas y el sindicato. Pensamos y re-armamos los protocolos que fueron necesarios entre todos, y funcionó muy bien. Eso nos permitió volver a la actividad. Y, el segundo paso, fue el tema de los derechos de exportación incrementales, que lo logramos gracias a un diálogo muy abierto y de confianza entre todos. Gracias a eso, este año la industria automotriz va a duplicar las exportaciones de 2020. Dialogamos, hubo consenso y todas las partes tuvimos que ceder algo para que todas crezcamos. Los resultados están ahí, a la vista, porque no solo duplicamos las exportaciones, sino que las terminales generamos más trabajo y todas tenemos proyectos a futuro. Tal es así que ya está firmado que para el año que viene sigue el mismo esquema de incrementales de exportación con la misma base.

Este acuerdo al que Daniel Herrero hace referencia es al firmado entre ADEFA (los fabricantes de autos de la Argentina) junto con el sindicato y el gobierno nacional. En el mismo se acordó que en 2021 las exportaciones incrementales de la industria automotriz no pagarían derechos de exportación. En 2018, los productos de la industria automotriz estuvieron alcanzados por una alícuota de 12%, con un límite en pesos argentinos de $ 3 por cada dólar exportado. Ese sistema implicaba en su inicio una alícuota efectiva del 8%. Durante 2019 y 2020, las alícuotas efectivas abonadas fueron, en promedio, del 6% y 4,5%, respectivamente. Con el nuevo esquema para 2021, no se aumentó la alícuota y todo lo incremental no pagó nada.

FORTUNA: ¿Por qué su sector lo logra y otros pareciera que siempre están enfrentados con el Gobierno?

HERRERO: Creo que es el conjunto de racionalidad en todos y, por sobre todo, de confianza mutua. Con los incrementales no se firmó ningún papel, fue por confianza. De hecho, el acuerdo que hicimos implicó que primero cobraran la base de los derechos de exportación del año pasado y después, si los incrementábamos, por cada unidad posterior a esa base, no se pagaba nada. Y así fue. Esto implicó darle un adelanto al Gobierno, y cuando llegamos, no pagamos más. Duplicamos gente, la cadena de valor trabajó más, la producción a pleno y hoy faltan autos. Creo que este es el camino que le falta a la Argentina.

FORTUNA: Hay otros sectores que no logran esa confianza y ese ida y vuelta. ¿Por qué?

HERRERO: No sé. Hay que buscar los motivos. Nosotros tenemos en

“Hay solo 22 países en el mundo que fabricamos autos. El mercado argentino tiene un volumen que no es suficiente”.

claro hacia dónde queríamos ir, el contenido, el objetivo y toda nuestra cadena de valor. Hay 22 países que fabrican autos en el mundo. Sabemos que con el mercado argentino nunca será suficiente, por el volumen. En este sentido, nosotros sabemos que no podemos apuntar a hacer todo, sino que hay que hacer lo mejor que podemos y con competitividad. En este sentido, Argentina se ha convertido en un polo de pick-ups. Y lo mejor es que sigan viniendo fábricas a hacer pick-ups al país. Yo, como Toyota, no me enojo, al contrario, porque si todos fabricamos hay un hub de pick-up con proveedores más baratos, nos cuidamos entre todos y no hay una empresa que se le ocurra ir a fabricarlas a otro lado de la región.

FORTUNA: ¿Hay margen para seguir creciendo en exportaciones en el sector automotriz?

HERRERO: Claro que sí, y hoy ya no se depende tanto del Mercosur. Se ha abierto, gracias a los convenios que se firmaron. Por ejemplo, el acuerdo con Colombia que nos permitió ganarle el mercado a Japón. Es más barato una SW4 de Argentina que una que llega de Japón en ese mercado. Latinoamérica es un muy buen coto de caza. En el mundo hay 20 autos cada 100 habitantes, la región en promedio tiene 19, sacando países como México o Argentina que tienen 27. EE.UU. tiene 85, y Corea 65. Hay margen para crecer.

FORTUNA: Argentina siempre que dialogó le va bien…

HERRERO: Hay dos o tres temas que para mí son positivos a futuro. Cuando alguien dice que no quiere más subsidio sino trabajo, eso

es muy bueno, porque empieza a entender que el subsidio estructuraliza la pobreza. Lo que pensamos nosotros es que todo aquel que está en una economía popular, nuestro desafío como empresa está en cómo integrarlo a la cadena de valor. Hay cosas que las hacemos con estas economías populares. Entonces, se necesita pensar en un proceso de tres a cinco años, en que estas empresas de la economía popular puedan pasar de vivir en negro a ir al blanco, de a poco e insertarse.

FORTUNA: Eso quiere decir que es una cuestión de imaginación, porque recursos en el país sobran.

HERRERO: Hace unos días hice un ejercicio con los 45 concesionarios que tiene Toyota en el país. Les pregunté a cuántas personas contratarían, por encima de las que ya tienen, si por los próximos dos años pagaran solo un 10% % de las cargas sociales y no hubiese ese cargos indemnizatorios. Todos s me dijeron que contratarían entre tres a cuatro personas. Estamos hablando de casi 150 personas más, que sería un 10% más de empleados en cada concesionario.

FORTUNA: A pesar de alta desocupación, a muchas empresas se le hace difícil conseguir empleados. Y ni siquiera hablamos de empleados técnicos. ¿Qué reflexión hace del tema?

HERRERO: Es grave para lo que viene. Hoy hay mucha gente en el país que está trabajando para afuera de manera remota. Si uno quiere autos con tecnología y proveedores con tecnología, se necesitan recursos humanos capacitados. Tenemos que trabajar en esto como país. Hay que dejar en claro que el chico de clase media a lo mejor no tiene el aspiracional

de movimiento social siendo un operario de planta, porque quiere ser un emprendedor u otra cosa. Pero el chico del segmento más bajo, que es el que ve al puesto de operario como un factor de ascenso social, es el que en las zonas nuestras solo se recibe un 2% el secundario, en la zona de Zárate. Es necesario pensar en eso y trabajarlo como país. Es parte de los diálogos y acuerdos que hay que tener.

FORTUNA: ¿No cree que aunque se llegan a acuerdos, siempre el riesgo está en que luego, cuando cambia el color político de los gobiernos, se cambian?

HERRERO: Es el gran tema que tiene que resolver el país, el de la previsibilidad. Si todos nos sentamos en una mesa, sé que nos podemos poner de acuerdo. Debemos estar empresarios, sindicatos y gobierno. Se puede.

FORTUNA: Otro ejemplo de que se puede es el acuerdo que lograron con el sindicato para aumentar la producción los fines de semana a cambio de incorporar gente.

HERRERO: Es otro claro ejemplo de que dialogando nos podemos poner de acuerdo. El sindicato entendió nuestra necesidad y nosotros la de ellos. Al sentarnos y hablar, nos pusimos de acuerdo y ahora producimos más, tenemos más empleados que, además, ganan más.

FORTUNA: ¿Qué cambios vio en los consumidores y compradores de autos a partir de la pandemia?

HERRERO: El consumidor y comprador de auto se está yendo hacia la racionalidad. Se sabe que el 80% del tiempo el auto está estaciona

“En septiembre de este año casi el 9% de los vehículos vendidos en el mundo fueron eléctricos”.

do, entonces mucho no quieren tener un activo parado todo ese tiempo. Sin embargo, también hay muchos clientes emocionales, entre los que estoy yo, que si pudiéramos tener 20 autos estacionados en la casa los tendríamos por placer. Y el cambio también está en cómo se usan los vehículos, y es por eso que nosotros estamos en un proceso de convertirnos en una compañía de movilidad. El concesionario que tenemos en Cerrito y Libertador, por ejemplo, es el que más trabaja en términos de alquiler temporario. Hoy, cualquiera puede alquilar nuestros modelos, por un mínimo de una hora, y entregarlo en cualquier concesionaria. Son cambios de hábitos.

FORTUNA: ¿Es un modelo de negocio que está funcionando bien en el país?

HERRERO: Con el modelo de movilidad estamos expandiendo los puntos de entrega y devolución. Hoy tenemos 1.000 unidades de flota con un índice de ocupación de por encima del 65%, y esto es parte del traspaso de ser una compañía de autos a una de movilidad. Estamos por encima de los objetivos que nos habíamos propuestos y lo bueno es que este modelo, que nació en Argentina, ya lo estamos exportando porque estamos vendiendo la plataforma para toda América Latina. Desde una aplicación se puede reservar cualquier vehículo, se retira y se entrega. Cuando ya estás dado de alta, no hay que hacer nada más que ir a retirarlo sin firmar papeles ni nada. Entendemos que es parte del camino que hay que recorrer y eso estamos haciendo.

FORTUNA: ¿Por qué faltan autos en el mundo, porque nos quejamos en Argentina pero es algo que está sucediendo en muchos países?

HERRERO: A la convención de Fiel vino un profesor de Israel que nos dijo que allí hay que esperar seis meses para que te entreguen un auto. Hoy, en Estados Unidos, la espera es de dos meses. Y en algunas ciudades del país del norte copiaron prácticas que nosotros estamos acostumbrados, que es la de los sobre precios. Lo que vemos es que hay cambios en el consumo. Después de la pandemia hubo mucha gente que volvió a usar el transporte privado por sobre el público. Esto generó un aumento de la demanda de autos, de repuesto y del consumo de combustible. Además, todavía siguen algunos problemas mundiales de estructura logística. Por ejemplo, hay un problema con los semiconductores, y esto hizo que las terminales a nivel mundial tengan predicciones de producción un poco menores a las que todos esperábamos. Es decir, hoy hay más consumo y menos producción, es un fenómeno mundial. En este sentido, Argentina quizá lo sufre un poco menos porque tenemos una cadena de transporte, de semiconductores, de Asia a Argentina, que es en barco que en algunos casos se puede solucionar con un aéreo. Este es otro ejemplo de lo que digo que el país hoy, tiene grandes oportunidades por delante.

“Argentina tiene litio. Una fábrica de litio puede costar entre u$s 500 millones y u$s 1.000 millones. No es algo imposible”.

Sumario

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2021-12-04T08:00:00.0000000Z

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