CAOS EN ALTA MAR

El crecimiento del comercio internacional se volcó especialmente a las líneas que atienden a la gran factoría global que es el sudeste asiático.

Según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el costo de los envíos internacionales de bienes explotó en el último año y medio. El costo promedio del flete de un contenedor subió más de cinco veces desde la pandemia y hasta ocho veces en rutas troncales como la de Shanghai a Los Ángeles.

El fenómeno del aumento de la demanda de bienes manufacturados generados por el COVID-19, enfrentó restricciones del lado de la oferta: trámites más largos, congestión portuaria y retrasos, que aumentaron los costos de envío. Y un contenedor en tierra más tiempo que el habitual no se puede utilizar para nuevos embarques adicionales, en un efecto dominó que altera el equilibro de un sistema que ya estaba al borde de su capacidad.