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Dos recetas: cambiar al DT para oxigenar o bancarlo pese a las críticas

R.P.

Lo de independiente no es un tema técnico o de juego: es un tema de actitud

Sigali festejó ayer ante san lorenzo con un abrazo a gago, un respaldo explícito

Mientras Independiente experimenta un renacer en el juego y sobre todo en la actitud del equipo desde la llegada de Carlos Tevez, Racing sigue confiando en Fernando Gago, el entrenador que tiene hace más de dos años, pero que se está quedando sin crédito entre los hinchas por las recientes eliminaciones de la Copa Libertadores, ante Boca, y de la Copa Argentina ante Huracán.

Un jugador lo dijo hace algún tiempo en su círculo de confianza: “No es que un nuevo técnico sea mejor que el anterior: es que todos arrancamos de cero. Los que éramos suplentes, queremos convencerlo de que el otro estaba equivocado. Y los que éramos titulares, queremos convencerlo de que el otro acertaba”. Recarga de energía, de subjetividad o de lo que sea, cada recambio de entrenadores genera eso: nuevo clima en el vestuario.

De todo esto podrían hacer una tesis los futbolistas de Independiente, que desde la llegada de Carlos Tevez al banco cambiaron radicalmente su actitud. Porque no es un tema técnico o de juego: es un tema de actitud. Y Tevez, que recién arranca su carrera como entrenador, lo puso en palabras, aunque eso quizás le cueste más de un reproche de la cofradía de directores técnicos. Porque hay otro contrato tácito que no se cumplió: Tevez habló de su predecesor, Ricardo Zielinski, y no de la mejor manera. Dijo: “Seis meses atrás o un año atrás, Independiente siempre especulaba con ‘a ver qué pasa’. Y eso también lleva un proceso en la cabeza de los chicos. Porque hoy yo propongo ir a buscar, yo propongo el ida y vuelta, que Independiente sea protagonista, que pueda jugarle de igual a igual a cualquier equipo”, dijo en la conferencia de prensa posterior al triunfo contra Huracán, que ubicó al Rojo primero en la Zona A de la Copa de la Liga.

Del otro lado de Avellaneda, Racing vive un momento casi opuesto: a pesar de las recientes y dolorosas eliminaciones de la Copa Libertadores (contra Boca) y de la Copa Argentina (contra Huracán), el crédito de Fernando Gago, sobre todo con el hincha, quedó casi sin margen. No es algo extensivo al plantel ni a la dirigencia, pero sí entre los simpatizantes, que ven cómo el equipo siempre se queda en la orilla. Cuando tiene que dar el salto o el paso adelante, falla. Sucedió el año pasado, sobre todo en el último partido de la Liga, cuando erró el penal ante River y desperdició la chance de salir campeón, y ahora, otra vez, en la serie ante Boca.

El capitán del equipo, Leo Sigali, ayer festejó el gol del empate ante San Lorenzo con un abrazo a Gago, en una muestra de respaldo a cielo abierto. Fue como decir: si vienen por él, o si están contra él, están también contra nosotros. Después lo puso en palabras: “Fernando nos convenció para volver a creer en nosotros. En lo personal es muy importante. Le ha dado identidad de juego a este club. Entiendo el malestar y el enojo de la gente, pero en lo personal me duele”, dijo Sigali.

Es cur ioso, porque el antagonismo –o la teoría– divide a Independiente y Racing, los dos grandes de Avellaneda que se medirán en dos semanas en el Cilindro. Dos clubes, a dos cuadras de distancia, con dos recetas muy distintas. Uno recambia y le funciona casi al instante: los jugadores le responden y él –Tevez– le responde a los jugadores: hasta declara que la actitud que veía le dieron ganas de entrar al campo para jugar. El otro persiste en sostener al mismo entrenador a pesar de los traspiés y del murmullo de su gente, cada vez más fuerte. Sin embargo, también recibe el apoyo del plantel y de la dirigencia, que le quiere renovar. Como en todo, en el fútbol –este fútbol devenido en negocio y megaespectáculo– tampoco hay verdades absolutas o recetas infalibles.

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2023-09-17T07:00:00.0000000Z

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