La crocosmia

Es una planta bastante resistente, que da flores brillantes y de textura suave en una gama de colores que recuerda los amaneceres por el amarillo y naranja intensos

La crocosmia es un tipo de planta perenne que tiene la capacidad de proporcionar extensas ramificaciones donde se encuentran gran cantidad de flores con una forma muy particular.

Estas flores, de apariencia brillante, tienen una textura suave y, su estructura general similar a una campanita es bastante colorida durante todo el verano.

Durante los meses de calor, si está en el exterior, el jardín se verá invadido de una gama de colores que recuerda el amanecer por los amarillos, rojos y el naranja intensos.

Además, se sentirá un delicioso perfume ya que tiene un sutil aroma que se va haciendo cada vez más presente a medida que la planta se desarrolla, alcanza su madurez y se secan las hojas.

Cómo cultivarla

Son bastante resistentes, requieren de mucho espacio para crecer y son capaces de aguantar bastante tiempo sin recibir tareas de mantenimiento. Sus inflorescencias son muy coloridas y van desde 4 a 20 flores de colores vívidos alternados, como mencionamos, entre rojo, naranja y amarillo.

Para cuidarla hay algunos aspectos a tener en cuenta. Lo primero es la exposición al sol, la crocosmia necesita una exposición a pleno sol o quizás algo de semisombra y estar continuamente protegida del viento. En el jardín hay que buscar un sector resguardado del viento y que tenga bastantes horas de sol. Necesita de un suelo muy bien drenado y que no acumule agua del riego o de las lluvias.

Entre las plagas y enfermedades por las que puede ser afectada la crocosmia, encontramos la araña roja, los trips y los pulgones en el exterior. Mantenerlos alejados de la planta ayudará a protegerla.

RESISTENTE

Es una planta que puede prescindir de cuidados minuciosos pero requiere de un lugar bien soleado y que esté al resguardo del intenso viento. El suelo bien drenado también es importante