CÓMO SOLUCIONARLO

Entender las necesidades de nuestro perro, por ejemplo, si es activo y necesita más ejercicio del que le damos, será clave para que no tenga estrés ni frustración y que, por lo tanto, no desarrolle problemas de conducta, como el marcaje excesivo. Sin embargo, no es suficiente con solo pasear a nuestro perro, sino que también debemos pasar ratos de calidad con él mediante juegos o actividades que le sean interesantes. Ya sea nuestro perro aún pequeño y necesita aprender el hábito, deberemos poco a poco enseñarle esta rutina mediante paseos largos que propicien a que orine fuera.

Y a su vez, mediante el refuerzo positivo, es decir, cada vez que actúe adecuadamente, premiarlo con caricias y golosinas.

Evitar el castigo: muchas veces podemos perder la paciencia y llegar a pensar que retar a nuestro perro puede servir para que entienda que está haciendo algo mal. Pero nada más lejos de la realidad, porque una reacción tan desproporcionada como el castigo solo generará desconfianza en nuestro perro hacia nosotros, ya que este no es capaz de entender el motivo de nuestro enojo y puede incluso crear un mal aprendizaje.

Usar productos repelentes: eliminan el olor de la orina y, de esta forma, evitan que el perro vuelva a marcar la misma zona. Llevarlo al veterinario: ante un cambio repentino en su comportamiento habitual.